Montajes: Instrucciones y técnicas para el montajes de moscas.

  La Vaguada - Flyfishing, Outdoors & Outfitters

   
 

 

 
     Escrito por:  Ricardo Ordoñez D. 
     Imágenes y contactos:  Ricardo Ordoñez     rordonezdiaz@yahoo.es
                                          Daniel Portales   dportales@gmail.com  
                                                        Jaime Parra     antartica@telsur.cl
 

      Encontrar  una  mosca  que  cumpla  con todos  los  requisitos para que se convierta en un comodín, que pueda  ser  utilizado  de  manera efectiva en  todos los ambiente, o casi  todos,  es un codiciado anhelo en el cual muchos “mosqueros”  emplean horas,  tras la prensa de atado, buscando la combinación adecuada de materiales para lograr una imitación que nos deje  conformes de su  diseño  y  de su  acción  en  el  agua,  y más  importante aún, que sea  del  agrado  de  las  truchas.

      Cuando comencé a pescar con mosca,  de eso hace ya largo tiempo,  jamás imagine que llenaría mi única caja de moscas con pobres imitaciones, Wet Fly  y Streamers en su mayoría, que  confabularon para que mi aprendizaje fuera  bastante más  lento, respecto a mis expectativas.  Pero  así  son las cosas cuando no se tiene  a una  persona  con  experiencia,  que te guíe, para que el recorrido sea más fácil.

      Cargado con  este  montón de  folclóricas mosquitas,  recorría  los  ríos  cercanos a la ciudad de Valdivia, haciendo mis mejores esfuerzos  para lograr  una  pesca  arrolladora.  No  puedo  decir  que  no  pescara, pero  lo  cierto es que por aquellos  días  no lograba  la  productividad  que me dejara  conforme,  aún cuando el sólo hecho de pescar con mosca,  era motivo suficiente para sentirme  extasiado.

      Un  buen  día,  llegó a visitarme un viejo amigo, con el cual habíamos  recorrido una buena parte de los sectores costeros de la provincia de Valdivia, buscando los mejores lugares de pesca  en las playas del litoral local.  Motivos de trabajos,  hicieron  que éste  tuviera que trasladarse fuera de la ciudad,  razón por la cual,  hacia  largo tiempo que no nos reuníamos.   Justo antes de despedirnos, me  dijo :  “ Supe que estabas pescando con mosca ,  así  que  te  traje un  regalito, que espero te sirva”.  Agradecí  mucho  su  gesto,  el  cual  sinceramente me sorprendió,  por que yo jamás le había  mencionado que me  encontrara  iniciándome  en estas artes.

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      Al revisar el contenido del  pequeño presente,  descubrí que este traía una treintena de moscas,  las  cuales  rápidamente  trasladé a mi  caja.   Jamás  imaginé  que dentro  de  estas  moscas,  regalo de un amigo,   vendría  un patrón  con el cual  logré  mi  primer  gran  jornada  de  pesca. 

      Días mas  tarde, pescando en el río San Pedro,  con un día caluroso y de pesca floja, al revisar el contenido de mi caja, escogí un curioso patrón de cola amarilla,  cuerpo negro  con  tinsel  plateado, hackle  amarillo y  largas  alas  blancas, (una de las moscas que me regalara mi  amigo  días  antes) a fin de cuentas no tenía mucho que  perder,  era  cosa  de  intentar.

      Lancé  mi  línea  en forma  perpendicular a la corriente,  dejando que la mosca  derive unos cuantos metros  río  abajo,  antes  de  comenzar  a  recogerla.  Un  momento  antes  de  que la línea se estire  totalmente, por  efecto de la  corriente,  comencé  a  recoger  con  una serie de cortos y  continuos tironcitos de línea,  no  pasaron  mas  de veinte  segundos,  cuando  siento  un  fuerte  y  certero ataque  de  una  trucha,  la  que  finalizó  con la captura de la misma minutos  mas  tarde.

      Motivado  por  mi  reciente captura,  volví a repetir  la  estrategia  utilizada  en forma  previa  y  minutos  después volví  a  sentir  otro poderoso  ataque a mi  mosca,  él que luego  dió paso a un  increíble  lucha  con  un  fuerte  ejemplar  de  trucha  arcoíris.

      Seguí  repitiendo  la  misma  estrategia  durante  el  resto  de  la  jornada,  obteniendo en total  doce capturas  ese  día   y con  sólo  una  mosca,  “ La  Black  Ghost”.

      Este  increíble  patrón,  que  llegó  a mis manos  como  “regalo”, se  convirtió  en mi  mosca  favorita  y  me  acompaño  por  largo tiempo  en  mis  inicios  de  pescador  a  la  mosca.    La  utilicé,  con gran  éxito,  en  casi  todos  los  ríos  de  la  provincia  de  Valdivia  y  en  condiciones muy  diversas,   obteniendo  siempre  extraordinarios resultados  al  final  de  cada jornada.

      Con  el  correr  de  los  años,  la  Black  Ghost,  fue quedando  en  el  olvido,  para  dar paso a patrones  con  una  fuerte  orientación  entomológica  y  que  son  los  que  utilizo hoy en día.   Pero ésta  mosca  se  resiste  a  quedarse  en  el  pasado  y  con  gran  sorpresa  la he  encontrado  en innumerables cajas  de  cercanos  amigos  y  compañeros  de  pesca.   Hace  un  par de años,  realizamos un entretenido intercambio de moscas,   con  miembros de la agrupación  “AmigosMosqueros”, y para  mi  sorpresa,  volvió  a  llegar  a  mis  manos  la  Black Gnost, patrón clásico siempre de moda,  y  como  reviviendo aquellos días  cuando me iniciara en la pesca con mosca,   la recibí como un presente de un amigo  y  en un  caluroso día  de  pesca, volvió a  engañar  a  ocho  hermosas  truchas en  el Río Bueno.

 

  • La  Black Ghost

      Este  patrón   es  un  verdadero  clásico entre las moscas y  debe  ser  el modelo más  conocido en todo el mundo.   Cientos de pescadores, durante las últimas siete décadas,  han podido comprobar  su  efectividad  en  aguas  de los distintos  continentes.  Este viejo modelo,  simple de montar, sin lugar  a dudas,  aún tiene algo para mostrar a las  nuevas  generaciones de pescadores.

      La  Black  Ghost,  a  menudo  es acreditada como creación  de Carrie Stevens,  sin  embargo,  esta  mosca  fue  creada  por Herb Welch,  en  el  año  1919,  sin embargo  la versión que hoy se conoce, fue lograda en 1927.   Esta mosca corresponde a un  patrón  de  streamer;  generalmente  es montada en anzuelo número 4  al  8;  Su  cuerpo  negro,  aplicado con  tinsel plateado y sus alas blancas  imitan  perfectamente  a los  pequeños peces  de  agua  dulce que forman  parte  de  la  dieta  de  las  truchas,  incluso en nuestras  aguas.    El  cuerpo de este patrón, generalmente es confeccionado  con  Floss  de  color  negro,   pero  éste  también  puede  ser  reemplazado  por  dubbing  negro  ó   fibras  de  faisán,   hecho  que  no  constituye,  un motivo para cambiarle el nombre a este patrón  clásico,  como generalmente  se acostumbra.   Utilizando estos últimos materiales,  esta  mosca  puede ser  confeccionada  en  los números  10 al 12,  transformándola en un  modelo atractor  altamente  efectivo  y  de  una  increíble  productividad.

 

  • El  Montaje 

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  • Materiales
  • Anzuelo :  MTC 300,  número 4 al 12      -      Hilo :  6/0 Negro     -    Ribete :  Tinsel  fino  color  plateado   -    Cuerpo  :  Floss (o seda)  negro       -   Cola :  Fibras de hackle amarillo   -   Hackle  ( collar )  :  Gallo amarillo suave   -  Alas :  Dos pares de plumas de cuello chino blancos

  • 1°.  Preparamos nuestro  anzuelo,  envolviendo una pequeña capa de hilo en torno a nuestro  anzuelo,  comenzando  desde el cuello de éste y  en  dirección  hacia el gancho del mismo.

 
  • 2°.  Para hacer la cola de nuestra mosca, tomamos  unas  cuantas  fibras  hackle  amarillo y las  atamos en parte de atrás de nuestro anzuelo,  junto donde comienza a formarse la curva de éste.   El  largo de la cola  debe ser de igual proporción  que la curva de nuestro  anzuelo.

 
  • 3°.  Amarrada la cola, volvemos el  hilo  hacia la cabeza del anzuelo  para  atar  fuertemente  el  tinsel plateado.  Éste  debe ser fijado  a nuestro  anzuelo   en  toda  su extensión,  comenzando por el cuello del  anzuelo  y hasta la cola del mismo.  El  tinsel  mientras tanto quedará a la espera de ser ocupado, mientras agregamos  el  Floss.

 
  • 4°.  Tomamos  el  floss  de color negro  y lo fijamos fuerte mente al azuelo.  Éste  debe ser fijado  en el cuello de nuestro anzuelo.

 
  • 5°.  Envolvemos  el  Floss  al  rededor  de nuestro anzuelo,  preparando una capa pareja  y uniforme,  comenzando desde el cuello de nuestro  anzuelo  y en dirección hacia el gancho del misma,  para  luego  volver  con nuestro envoltura en dirección hacia el cuello del anzuelo, donde lo fijaremos fuertemente y cortaremos el sobrante.

  • 6°.  Tomamos el Tinsel  que estaba a la espera de ser ocupada y la envolvemos alrededor de nuestro anzuelo y sobre la capa instalada de floss negro.  Este debe ser  envuelto en forma pareja dejando espacios uniformes entre una vuelta y la siguiente.

 
  • 7°.  En el cuello de la mosca  atamos el hackle de color amarillo,  haciendo  un pequeño collar de dos o tres vueltas en torno al anzuelo.  Luego fijamos fuertemente  el extremo del hackle  y cortamos lo sobrantes.

 
  • 8°.  Tomamos  dos plumas de cuello de gallo chino,  preocupándonos de que posean  igual dimensión.  Estas plumas deben ser puestas  contra  caras  dejando la parte interior de las plumas  hacia  adentro  de  las caras.  Las plumas  deben  pasar  ligeramente más atrás que la cola de nuestra mosca.  Una vez dimensionada las alas quitamos las fibras inferiores sobrantes y amarramos  el par de plumas fuertemente a nuestro  anzuelo.

 
  • 9°.  Para finalizar,  cortamos los sobrantes  de material  y peinamos  las plumas de nuestra mosca con los dedos hacia  atrás.  Para finalizar,  realizamos  un fuerte  nudo en la cabeza del anzuelo,  el  que  fijaremos con  una gota de cemento.

 

 

      La  presentación  de  las  mocas  montadas  en  anzuelos  número  10  al  12,   se  realiza  de  la misma manera  descrita  en forma anterior,  con  la  salvedad,  que  el  recogido  se  efectúa  mediante tres  a cuatro  pequeños y  cortos  tirones de  velocidad  uniforme, para luego hacer una breve pausa,  seguido  de una  recogida  larga  y  lenta.  Este proceso se vuelve a repetir  hasta  recoger  totalmente nuestra  línea.   Con  esta  modalidad,  es  frecuente que la tomada sea  realizada  en  el  tercio  final  de la recogida,  razón  por la cual  es  absolutamente necesario mantener nuestra presentación  hasta recoger totalmente nuestra línea.

      Al  recordar  este patrón  clásico,  ha venido a mi memoria,  los momentos más cálidos de mis comienzos en la pesca con mosca.   La  época de oro de los streamers en nuestro país han quedado atrás y como a todas las cosas,  las  comenzamos  a  olvidar  rápidamente,  sin preocuparnos  ni por unos  minutos,  el analizar  porque eran buenas.   Esta  vieja  mosca, un creación extraordinaria,  que  conjuga  la  simpleza  de colores básicos, en materiales genéricos  se  resiste a ser olvidada.  Su  fácil presentación  y  alta productividad,  convierte  a este patrón en una buena elección que puede ser utilizado con gran confianza  por  principiantes en la pesca con mosca.  A su vez,  constituye  un  As que no puede faltar en nuestra caja  de  moscas,  muestra tangible que todo tiempo pasado fué mejor.

 

 

 

 

 
 

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