Seguramente ha escuchado (o leído) muchas veces una frase
comunicacional que se repite casi de forma majadera por parte del
gobierno y algunos representantes del mundo empresarial, "Para
alcanzar el anhelado desarrollo de nuestro país en las próximas
décadas, se requiere de enfrentarse al desafío de contar con
recursos energéticos suficientes y competitivos". Un objetivo que ha
estado en el centro de las aspiraciones de todos los gobiernos de
Chile en los últimos 22 años, y el cual ha llevado a las autoridades
de gobierno a cargo de esta área a aprobar proyectos de generación
eléctrica bajo dudosos controles de calidad técnica y ambiental,
dejando en evidencia una escasa competencia en la materia.
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Lo más extraño, es que el mismo gobierno ha proyectado el
crecimiento de nuestro país definiendo políticas en plazos y
demandas inciertos en materia energética. Un crecimiento que ha sido
cuestionado por muchos expertos y especialistas en la materia, lo
que una vez más nos lleva a pensar que la promesa de energía limpia,
segura y económica, no es más que un eslogan para amparar los dogmas
empresariales y terminar aprobando proyectos faltos de toda probidad
en materia de seguridad y sello verde.
En este sentido, los políticos chilenos han dada un triste
espectáculo al alinear esfuerzos con el mundo empresarial, dejando
en deuda su compromiso con una comunidad mucho más informada y mucho
más suspicaz de las malas prácticas en las que incurren los
integrantes del poder ejecutivo y legislativo.
La pregunta que debemos respondernos es: ¿Seremos capaces de generar
proyectos energéticos eficientes y amigables con el medio ambiente?.
Cuesta creer que podamos llegar al nirvana en esta materia, y sin
lugar a duda, que este será el gran compromiso que deberá asumir y
cumplir el mundo político y empresarial para devolverles la
confianza a los ciudadanos y consumidores de un Chile en donde se
paga los costos más altos por energía eléctrica del orbe.
No podemos dejar que se impongan proyectos de generación eléctrica
con las falencias de proyectos como Castilla, Barrancones, San
Pedro, Puelo y el mismo Hydroaysén. Aquí compartimos algunos
video-documentos con información relevante para entender por qué hay
un rechazo generalizado de la comunidad a los proyectos
hidroeléctricos Río Puelo de Endesa y Río Backer de Hydroaysén.
Río Puelo - "Puelo Sin Represas" :
La empresa española de energía Endesa tiene proyectado
construir una central hidroeléctrica, represando este río
con un muro de 100 m de altura, e inundando cerca de 5.000
hectáreas, la cual tendría un impacto de grandes proporciones aún
no evaluadas en la flora y fauna de toda la cuenca del río Puelo y en las diferentes actividades económicas de la zona.
Mediterráneo S.A. ha solicitado al Servicio de Estudio de
Impacto Ambiental de Chile, autorización para construir una
central de pasada en el río Manso, tributario del río Puelo,
con una potencia de 210 MW y una inversión estimada de 400
millones de dólares de USA. El proyecto contempla además un
tendido eléctrico que bajaría por la ribera norte
del río Puelo hasta el estuario de Reloncaví para unir a la
central con el Sistema Interconectado Central de Chile
(SIC).
La central tendría efectos negativos en la reproducción de
salmones que en la actualidad suben por el río Puelo para
desovar en la parte alta del río Manso. El tendido
eléctrico, según se señala en el estudio de impacto
ambiental presentado por la empresa, tendría un efecto
negativo importante e irreversible en la basta actividad
turística de la zona
Río Baker - "Proyecto Hidroaysén" :
Este proyecto que contempla la construcción y operación de
cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres
en el río Pascua, ubicadas en la región de Aysén, en el sur
de Chile.
El complejo tendrá una potencia instalada de 2.750 MW y una
capacidad de 18.430 GWh de energía media anual, cuya
inversión se estima en unos US$ 3.200 millonesde USA,
constituyéndose como el proyecto energético más importante
que se haya estudiado en ese país hasta la fecha. Según la
empresa responsable, al año 2020, el proyecto podría cubrir
el 21% de la demanda del Sistema Interconectado Central
(SIC). La construcción del proyecto contempla una línea de
transmisión que transportará la energía desde la región de Aysén hasta Santiago, para ser inyectada al SIC mediante una
línea de corriente continua que posee un tramo submarino
entre las comunas de Chaitén y Puerto Montt.
La administración de Hidroaysén está a cargo de una sociedad
anónima constituida por las empresas generadoras de
electricidad más grandes del país: ENDESA y Colbún S.A.,
cuya participación en la sociedad es de un 51% y 49% de las
acciones, respectivamente. Con esto, ambas empresas pasarán
a concentrar el 80% de la generación eléctrica del país,
estableciendo un duopolio del mercado de energía eléctrica
de Chile.
El proyecto
fue aprobado el 09 de mayo de 2011 por autoridades del
Gobierno de Sebastián Piñera. La decisión fue tomada por 11
consejeros, de los cuales 10 fueron votos a favor y sólo 1
fue abstención, cuando el proyecto Hidroaysén ya contaba con
un rechazo por parte de la ciudadanía que alcanzó al 74% de
la población.
Patagonia Se Levanta:
Patagonia Sin Represas / Patagonia Without Damns:
Las razones contra Hidroaysén salen a la calle:
AITUE: Pesca con Mosca y Conservación de la Patagonia:
¡ Conservemos así los ríos de la Patagonia chilena
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