Diversas organizaciones sociales y la marca Patagonia
dan cuenta de la gran biodiversidad y recursos de la
zona que podrían estar en peligro con la operación de la
iniciativa privada.
Tal vez
mucha gente no lo sabe, pero la zona de la cuenca del
Maipo alberga uno de los últimos rincones salvajes y
ricos natural y culturalmente en la Región
Metropolitana; tanto es así, que forma parte de uno de
los 35 lugares de biodiversidad endémica más importantes
del mundo. Sin embargo, esta frágil zona que ya está
afectada por la sequía y el cambio climático, también es
amenazada por el mega proyecto hidroeléctrico Alto Maipo.
Es por esta razón que una serie de organizaciones
sociales y la marca de ropa outdoor
Patagonia buscan proteger el sector.
La riqueza que esconde la cuenca del Maipo, donde se
ubica la comuna de San José de Maipo, es invaluable y
hoy está en juego. Hace solo unos días se declaró alerta
temprana preventiva para la Región Metropolitana ante la
peor sequía de la historia, y los efectos del cambio
climático que fueron catalogados como “código rojo” por
el Secretario General de la ONU, António Guterres,
causan estragos en esta parte del mundo, levantando las
alertas entre organismos ciudadanos especialmente cuando
proyectos como Alto Maipo agravan el ya deteriorado
escenario para los ricos ecosistemas del Maipo.
Y es
que, a nivel de biodiversidad, la cuenca alberga
alrededor de 500 especies de flora y fauna donde
destacan el puma, cóndor, guanaco, entre otros, y de
arbóreas protegidas como el ciprés, olivillo, etc. A
nivel de glaciares, de los más de 24 mil que se
encuentran en Chile, la Región Metropolitana cuenta con
más de 900 y, aunque es difícil señalar la importancia
de su aporte al consumo humano de agua, Paulina
Jiménez, Coordinadora de Comunicaciones de
Fundación Glaciares Chilenos, señala que el río
Maipo “en época estival puede llegar a recibir agua de
glaciares correspondiente hasta un 60-70% de su torrente
(de acuerdo a cifras entregadas por la DGA)”.
Constanza Espinosa, cofundadora de Fundación Glaciares
Chilenos, además explica: “La importancia de los
glaciares involucra no solo a las cuencas y lugares
donde se ubican, sino que también a nivel global porque
son parte del ciclo hidrológico de la Tierra. Son
grandes reservas de agua dulce que permite abastecernos
de agua en momentos en que hay menos precipitaciones,
como lo que estamos viviendo en el país con la actual
mega sequía”.
El agua
es fundamental para la mantención de los ecosistemas y
la biodiversidad, y el río Maipo no es la excepción. Su
extensión es de 250 kilómetros y tiene distintos
afluentes como los ríos Volcán, Yeso, Colorado y Mapocho,
entre otros. Atiende a alrededor del 70% de la demanda
actual de agua potable (más de 7 millones de personas) y
cerca de un 80% de las demandas de regadío de la región,
por lo tanto, su cuidado es vital. Al mismo tiempo, la
cuenca tiene una riqueza de 13 mil hectáreas de
humedales, lagunas como Negra, Caren, entre otras y
alberga 192 embalses.
Por su
parte, los senderos guardan una historia desconocida por
muchas personas: “En esta zona hay muros incas y
vestigios que señalan senderos que fueron ocupados por
poblaciones indígenas y que hoy continúan transitando
los arrieros, aunque muchos se han ido perdiendo o ha
sido cortado el paso. El crear un gran parque en la
cuenca de los ríos Colorado y Olivares permitiría, entre
muchas otras cosas, preservar esa cultura de
trashumancia y potenciar la conectividad de antiguas
rutas”, dice Pilar Valenzuela, Coordinadora de la
campaña
Queremos Parque que busca la creación de un área
protegida en la zona.
La
Región Metropolitana tiene sólo dos áreas protegidas del
Estado: el Parque Nacional Río Clarillo con 13 mil
hectáreas y el Monumento Natural El Morado con poco más
de 3 mil hectáreas. Sin embargo, pese a su gran
relevancia, la cuenca del Maipo sólo cuenta con 5,76% de
su superficie protegida. Allí radica la importancia de
no solo demoler el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo,
sino que también de apoyar iniciativas de protección y
restauración.
Riquezas Versus Amenazas en la Cuenca
El
proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo, liderado por AES
Andes (ex AES Gener) y la empresa austriaca Strabag, se
ha ganado el rechazo social de la comunidad del Maipo y
de diversas organizaciones sociales, como la
Coordinadora No Alto Maipo, entre otras. Esta
oposición se ha traducido en al menos 18 instancias
administrativas y judiciales en 13 años que dan cuenta
de las irregularidades existentes en la iniciativa.
Para
operar, el proyecto busca captar el agua en 8 diferentes
puntos de las cabeceras de la cuenca hidrológica del río
Maipo, en las subcuencas de los ríos Volcán, Yeso y
Colorado, para desviarlas por túneles subterráneos de 70
km de longitud por debajo de dos Áreas Protegidas: el
Monumento Nacional El Morado y el Santuario de la
Naturaleza San Francisco de Lagunillas y Quillayal.
Posteriormente, el agua retornaría al río Maipo en el
túnel de descarga de la Central Las Lajas, entre los
esteros El Manzano y El Canelo, antes de la bocatoma Las
Vertientes, que es la que alimenta las plantas
productoras de agua potable Vizcachas- Vizcachitas y La
Florida.
La vida
de la zona está en jaque por diversos factores como lo
es el cambio climático, la sequía en el país y
actividades económicas en la zona, entre ellas, el
proyecto hidroeléctrico que fue aprobado con grandes
deficiencias. Al respecto, Juan Pablo Orrego, Presidente
de la
ONG Ecosistemas, dice que la iniciativa privada “es
el mejor ejemplo de la disfuncionalidad de la sociedad
chilena, cuya admisibilidad y construcción muestran cuán
imperfecta es la legislación y la institucionalidad
ambiental. La cuenca del río Maipo es estratégica y se
está desertificando a causa del cambio climático”.
¿La
solución? Es muy compleja, pero se puede dar el primer
paso con las intervenciones humanas directas y, en este
caso, detener Alto Maipo. La esperanza sobre esto se
mantiene y está moción cuenta con un apoyo transversal
de organizaciones sociales, deportistas, la comunidad
local y también la marca Patagonia, ya que restaurar y
proteger la cuenca del Maipo es urgente y se debe tomar
acción ahora si se quiere perder uno de los últimos
lugares salvajes de la Región Metropolitana.
Sobre Patagonia
Fundada
por Yvon Chouinard en 1973, Patagonia tiene su sede en
Ventura, California. Certificada como B-Corp desde
diciembre de 2011 la firma sobresale como la primera del
mencionado estado en alcanzar este logro; su misión es
estar en este negocio para salvar nuestro hogar, el
planeta Tierra. Desde el año 2013, la marca impulsa el
programa Worn Wear, como una forma de alentar a las
personas a cuidar bien sus equipos, lavarlos y
repararlos cuando sea necesario. La idea es mantener la
ropa, independientemente de la marca, en circulación
durante el mayor tiempo posible y cuando llegue el
momento de un reemplazo, hacerlo con una prenda durable,
para así bajar el impacto del consumo indiscriminado en
el medioambiente.
La marca
de ropa outdoor dona el 1% de sus ventas a apoyar el
trabajo de ONGs que llevan adelante causas ambientales.
Esta iniciativa está enmarcada dentro del movimiento “1%
para el Planeta”, impulsado por Yvon Chouinard (fundador
de Patagonia) y Craig Mathews (fundador de BlueRibbon
Flies). Este pensamiento global inspira a empresas e
individuos a respaldar soluciones medioambientales bajo
la creencia de que el poder de la acción colectiva para
proteger el medio ambiente puede más que la lucha
individual.
Además,
la compañía ha donado desde 1985, en el marco de este
programa, 110 millones de dólares en apoyo a
organizaciones ambientales de base. En territorio
nacional, Patagonia ha donado más de 554 mil dólares a
59 ONGs locales, entre las entidades beneficiadas se
encuentran:
Ecosistemas,
Fundación Relaves,
Acceso Panam y
Corporación Cultiva
|