Pesca: Artículos, Notas, Historias y Reportajes

  La Vaguada - Flyfishing, Outdoors & Outfitters

   
 

 

 
     Escrito por:  Ricardo Ordoñez D. 
     Imágenes y contactos:  Ricardo Ordoñez     rordonezdiaz@yahoo.es
                                          Jaime Parra     antartica@telsur.cl
 

     El vadeo constituye una de las habilidades que todo pescador - que se precie de buen entendedor - debe conocer  y dominar.  Es así que tratar de separar el vadeo del resto de las técnicas de pesca resulta imposible, ya que se encuentran tan íntimamente relacionadas que no se puede concebir la pesca en un río, lago o laguna sin desplazarse a través de su lecho, ya sea para acercarse lo suficiente a un lugar que consideremos prometedor o simplemente para buscar un ángulo donde poder ejecutar un casting de forma cómoda y adecuada.  

     La pesca es un deporte que carece de grandes riesgos para quienes lo practican; y, si hablamos de seguridad al pescar el vadeo, quizás, constituye el único peligro real para un deportista.  Esto tiene varias explicaciones y en la práctica  debemos reconocer que no todos los pescadores están preparados física o mentalmente para los desafíos y las consecuencias del vadear.  Muy pocos pescadores en nuestro país (por no decir ninguno) han recibidos instrucción formal en su ejecución,  por lo que el conocimiento del vadeo se obtiene en base a las experiencias que vamos sumando con cada excursión.  Son estas experiencias las que trataremos de cubrir en este reporte para que usted conozca los pro y los contra sobre el vadeo, una herramienta  orientada a mejorar la  estrategia  en la pesca con mosca.

 

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El vadeo

     El vadear se entiende como el acto de pasar un río u otra corriente por el vado o por cualquier otro sitio donde se pueda hacer pie. Por extensión, para nosotros los pescadores, también es caminar por su lecho. La práctica del vadeo permite que nos desplazarnos por el río para escoger nuestra ubicación y acomodarnos de manera favorable respecto de la posición de los peces u orilla que intentamos pescar.  Determinar si el vadeo es necesario o apropiado en el agua que estamos pescando, es tan importante como conocer cuál es la manera más segura de vadear  para poder llegar a nuestro objetivo, evitando dificultades innecesarias.  Existen otros elementos subestimados u  omitidos por la gran mayoría de los pescadores al momento de vadear: uno de estos es tratar de reducir al mínimo nuestro impacto sobre el ecosistema, sobre todo si el vadeo se realiza en algún lugar conocido  donde los peces llagan a desovar. Mantener la precaución o el cuidado en nuestro vadeo ayudará a mantener las condiciones que los peces han encontrado en el lugar para realizar su desove anual.  

     La pesca nos exige mantener algunas normas de cortesía y caballerosidad con nuestros compañeros de pesca o con algún otro pescador que encontremos en nuestra jornada. En este sentido nuestro vadeo debe considerar el tratar de no molestar o interrumpir a otros pescadores que se encuentren en plana faena, ya que si pasamos trotando por donde éste se encuentra o cruzamos unos metros arriba o debajo de su posición, sólo contribuiremos a espantar los peces del área,  interrumpiendo la tranquilidad de nuestros congéneres y afectando las condiciones que este podría considerar favorables en ese momento. 

 

Equipados para vadear

     Al vadear la seguridad comienza por utilizar el equipo adecuado. Este equipamiento está compuesto de waders, zapatos o botas de vadeo, cinturón y bastón.   La prudencia y el sentido común es algo que jamás debemos dejar en casa,  así que considerémoslo parte del equipo que todos debemos calzar toda vez que decidamos realizar un vadeo.

     El mercado ofrece una gran variedad de wader para los pescadores.  Estos son una pieza fundamental si queremos realizar un vadeo en aguas con bajas temperaturas, situación muy común en los ríos de montaña y en casi todos los ríos, lagos y lagunas de nuestro territorio a principios y finales de temporada. De esta manera el wader nos permite vadear por un curso de agua disminuyendo o mitigando el efecto de las bajas temperaturas sobre nuestro cuerpo y fundamentalmente sobre nuestras piernas. Si el vadeo se realiza en días de calor - en la plenitud del verano -  y  no le importa mojarse, omita el uso del wader, pero considere siempre la utilización de los zapatos o botas de vadeo para proteger sus pies de las piedras, ramas u otros elementos contenidos en el fondo del río. Con éstos podrá contar con mayor tracción al desplazarse de un punto a otro.

     El tamaño del wader debe ser acorde a nuestra estatura y compostura física, de tal manera que nos calce correctamente y no nos limite en movimientos amplios, necesarios de realizar en medio de un cruce o en la salida de un río.  Si el wader nos impide el acuclillarnos con comodidad o levantar una pierna sobre una roca, tronco o por sobre algún desnivel presente al desplazarnos o abandonar el lecho de un río, no tendremos la libertad de movimientos que nos asegure un vadeo seguro, libertad de movimiento que nos debe permitir un buen calce del wader.

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     Los waders de neopreno generalmente son ajustados, pero su elasticidad permite un calce muy cómodo y adecuado. Aíslan del frío, resultan excelentes para morigerar contusiones y rosaduras  en piernas por golpes y poseen una excelente flotabilidad.  Estos waders son los más seguros, y al complementarlos con un cinturón, podrá evitar que el agua entre al interior del traje si usted pierde pie o cae al agua. Sus desventajas son que pueden ser muy calurosos en tiempos cálidos y abultan mucho en el bolso de nuestro equipaje.

     Otros waders existentes en el mercado son fabricados con nylon revestido, tela recubierta de goma  u otros materiales como el Goretex. Presentan mayor riesgo al llenase de agua, ya que al pescador le aumenta la dificultad de movimiento una vez sumergidos, a menos que se esté usando un cinturón apropiado y muy ajustado del wader y a su cuerpo.  

     Una correa fuerte es una pieza fundamental para su equipo de vadeo; siempre opte por una que posea una capacidad de elasticidad, ya que se ajustará mejor a su cuerpo y wader, a la vez que éste le permitirá respirar con mucha facilidad.   Estos wader  poseen menor capacidad de aislarnos de las frías aguas, por lo que siempre será recomendable utilizar ropa seca por debajo del wader para que nos proteja de la humedad, evitando así los problemas de calor o humedad que se acumula adentro.

     Contar con un chaleco inflable es una buena medida de seguridad, incluso para los pescadores que se consideren buenos nadadores, ya que en la mayoría de los casos de inmersión en aguas frías, se produce un shock térmico, siendo el chaleco inflable  quien le permita al pescador en problemas mantenerse a flote.

     Los zapatos o botas de vadeo son otra pieza de importancia al vadear.  Estos protegen nuestros pies y tobillos de golpes y torceduras, constituyendo un gran aporte a nuestra seguridad. Se recomienda utilizarlos correctamente ajustados, con lo cual se ganará en comodidad.  Es  importante utilizar zapatos o botas dotadas de suela de fieltro - ya que poseen mayor adherencia -, otorgan mayor tracción y nos permite caminar con gran seguridad en suelos de rocas en ambientes húmedos, lo que se ve favorecido con el peso que aporta el propio pescador.  La gran mayoría de los ríos donde habitan truchas y salmones en nuestro país,  corresponden  a freestones, zonas de los ríos que poseen fondos con lechos de piedras redondas y sueltas; otros poseen grandes rocas en sus riveras, al igual que en su lecho donde es posible encontrar algas adheridas a las mismas.  Esto las convierten en superficies muy resbalosas, en donde el  zapato o bota con fieltro resultan ser muy apropiados, a diferencia de zapatos plásticos, goma o de cuero que se usan en el calzado común y con los cuales es muy difícil mantener la estabilidad en suelos con estas características.

     Este fieltro posee una vida útil determinada. El desgaste se produce al compactarse el polvo y la arena adherida por el uso sobre terreno seco, adhiriéndose por el propio peso del usuario, perdiendo su capacidad antideslizante sobre piedras mojadas. Es conveniente revisar el estado del fieltro al final o al comienzo de cada temporada para cambiarlo en forma oportuna y evitar caídas desafortunadas.  Este fieltro sintético lo podrá encontrar en tiendas del ramo y no posee un costo elevado;  no obstante si quiere ahorrar guardando la seguridad de un fieltro en sus zapatos o botas de vadeo, le sugiero que utiliza algunos elementos alternativos como la suela de cáñamo o alfombra, estos poseen  las mismas características antideslizantes que el fieltro pero con mucho menos durabilidad.

     No es de extrañar que muchos de los ríos presenten piedras de cantos pulidos o con filos; otros una gran abundancia de algas, circunstancias que dificultan las condiciones del vadeo. En estos casos los zapatos o botas de vadeo dotados con suela de fieltro y reforzados con clavos, resultan ser muy apropiados para realizar un vadeo seguro.

     Los waders con bota, de una sólo pieza y sin fieltro son recomendables para breves caminatas por fondos cubiertos de arena como, los que se encuentran en lagos y laguna; pero no son adecuados para caminar entre las piedras de los ríos.  Entendiendo que para muchas personas el costo  puede ser un punto relevante al hacerse de un equipo de vadeo, le recomendamos que de optar por un waders de una pieza, usted agregue el fieltro a sus botas.  Al comprar un equipos de vadeo formados por waders y zapatos por separados,  asegúrese de que uno de los dos traiga el guarda gravilla, pieza que le evitará que se introduzcan piedras o arenilla al interior de sus zapatos mientras vadea. 

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     El bastón de vadeo resulta un artículo bastante útil y necesario, si el vadeo se realiza en ríos con accesos escarpados. Si la pesca la realiza en zonas de freestones, seguramente el bastón le resultara una molestia más que un equipo que agrega valor a su seguridad; pero cuando el río posee un lecho cubierto de piedras grandes, muchas algas, mucha pendiente con fuertes corrientes, poca claridad en las aguas o pozones donde hay que ir avanzando lentamente y tanteando el suelo, resulta una herramienta de gran utilidad para sortear las dificultades del vadeo. 

     El bastón de vadeo permite que el pescador cuente con un tercer punto de apoyo, tal como si fuera una pierna adicional.  Le aseguro que si consulta en las tiendas del ramo encontrará uno que le puedan ofrecer; no obstante, le advierto que mientras más plegable o liviano sea el bastón mas débil y menor será su resistencia al peso del pescador y a la fuerza de las corrientes.   Un bastón debe ser fuerte, resistente y lo suficientemente alto para que nos permita maniobrar con facilidad y cumplir con su objetivo de conformar un punto de apoyo adicional.  Un bastón viejo de Trekking o Ski resultan muy adecuado para reutilizarlos como bastón de vadeo,  con la única salvedad de proteger con goma el extremo que se ha de introducir en el agua para no producir un ruido metálico al desplazarnos por el río. Por otro lado, un bastón hecho de una vara de coligüe resulta muy económico y a la vez de muy buenos apoyo, curiosamente este último resulta ser el recurso más común a la hora de improvisar un bastón de vadeo en el río.  Cualquiera sea su elección de bastón, le sugiero que antes de utilizarlo lo pruebe, cargándose con todo el peso de su cuerpo sobre éste. Así comprobara su resistencia y podrá usarlo con toda confianza.  A su vez, asegúrese de que su bastón de vadeo cuente con un trozo de cuerda que le permita sujetarlo al chaleco, de manera que pueda dejarlo derivando aguas abajo mientras pesca, así no lo perderá por un lamentable descuido.

     Al vadear el bastón debe ser puesto en dirección aguas arriba, fijándolo fuertemente al lecho del río para luego afirmarse de éste al avanzar; esto le ofrecerá el punto de apoyo extra, función propia del bastón de vadeo, el que le permitirá contar con dos puntos de apoyo, aún cuando tenga un pie libre buscando ubicación entre las piedras del fondo para dar el siguiente paso.  Al vadear no es recomendable ubicar el bastón corriente abajo, ya que éste podría resbalar o pivotar  por la fuerza de la corriente haciéndonos perder el equilibrio para lamentar una imprevista mojada.

 

Vadear con Estrategia

     Debido a que el cauce de un río no es homogéneo y siempre presenta irregularidades en su lecho, le recomendamos que antes de comenzar a vadear realice una acuciosa observación del lugar para establecer los puntos más adecuados para intentar el vadeo. Por lo general los  ríos varían mucho entre un año y el siguiente producto de las crecidas invernales.  Estas variaciones se manifiestan en cambios en su ancho, profundidad, textura y conformación del fondo, al igual que en la velocidad de la corriente. Estas son razones más que suficientes para elegir con atención el lugar por donde vadear, planificando el o los cruces con anticipación y cuidado.  Elegir una ruta en muchas ocasiones constituye la clave de un vadear acertado. Aplicar técnicas de lectura de agua le ayudara a moverse con facilidad por el cause de cualquier río. Haga un plan antes de que usted entre en el agua, anticipe los problemas, analice si el sector representa mucho peligro; evite el vadeo o elimínelo como una opción de la cual usted pueda hacer uso dadas las condiciones.

     Una buena medida es cruzar por sectores conocidos; claro que cuando uno pesca ríos que no conoce bien es conveniente contar con el auxilio de un guía que conozca el lugar y que le podrá enseñar los mejores sectores para cruzar o lugares nuevos que usted desconocía.  Vadear en sectores donde el río es más ancho es una excelente alternativa, ya que en estos sectores la corriente siempre posee menor intensidad y no son tan profundos.

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     Tenga presente que los inconvenientes muchas veces se presentan aún cuando se han tomado todas las medidas para evitarlos, por lo que siempre busque y tenga presente una salida de emergencia, en caso de que pierda pie o equilibrio. Ésta siempre debe situarla agua abajo, para que no realice esfuerzos tratando de avanzar río arriba contra la fuerza de la corriente para salir del agua. Si el cruce se pone difícil por encontrar corrientes muy veloces, fuertes o mayor profundidad a la prevista, no dude en retroceder e intentar cruzar por otro lugar que presente mejores condiciones.

     Una buena costumbre al pescar un cause por primera vez, consiste en caminar río arriba para luego volver pescando corriente abajo.  Así usted podrá apreciar en forma previa la condiciones que presenta el río y planificar el vadeo al igual que los cruces en los lugares  mas convenientes y seguros.

     Si la corriente es muy fuerte tenga siempre dos puntos de apoyo en el agua, para ello está el bastón de vadeo.  Mantenga su cuerpo oblicuo a la corriente, le ayudara a cortar la fuerza del agua.  En el agua guarde una postura amplia con sus rodillas dobladas para mantenerle un buen balance y equilibrio.   Jamás avance con las piernas cruzadas, ya que sólo hará más inestable su posición en el agua y sumará otra dificultad al moverse.   Si el cruce es muy largo busque una zona de descanso donde pueda recobrar energía para continuar con el vadeo.  Si el  cruce lo realiza en un sector que termina es un corte o en un desnivel del río, tal como una barra,  mantenga siembre la relación de la distancia entre su posición y el corte, así podrá cuantificar si podrá finalizar el cruce o abortar el intento.  Enfrentar la corriente con su cuerpo  de costado le otorgará mayor estabilidad que si lo hiciera con su cuerpo de frente a la corriente.

     Una buena estrategia de vadeo contempla la aplicación de una buena técnica.  Cruce el río en forma  perpendicular a la corriente o algo aguas abajo. Siempre comience avanzado despacio, moviendo primero el pie que está aguas arriba, avanzándolo como medio paso. Este será su pie de avance, mientras que el que queda aguas abajo será su pie de anclaje. El pie de avance apunta en la dirección de avance y algo aguas arriba, mientras el pie de anclaje se apoya en el lecho y formando con el primero un ángulo de 45 grados. Con esta postura usted obtendrá  una buena sustentación y estabilidad. Cuando el pie de avance encuentre un buen punto de apoyo, transfiera el peso del cuerpo y luego avance el pie de anclaje a la misma distancia de medio paso. El pie de anclaje no debe superar al de avance o se perderá la estabilidad.   Al vadear de esta manera ambos pies le brindan mayor sustento, ya que le permitirá cortar la corriente con la su pierna de avance. Si en algún momento debe darse vuelta para retroceder hágalo de cara a la corriente, ya que es la mejor posición para recuperar el equilibrio en caso de perderlo.

 

Cruzar con un compañero

 
   

     El vadear en equipo es una manera muy segura de cruzar un río,  claro que esto es factible sólo cuando se cuenta con un compañero de pesca.  La fuerza conjunta de cuatro piernas en el agua le otorgará mayor fuerza, estabilidad y seguridad al realizar un vadeo o un cruce que presente dificultades si lo hiciera sólo.  

     En tales circunstancias el pescador más fuerte, pesado o experimentado debe ir ubicado aguas arriba, cortando la corriente y dirigiendo el cruce. Si están utilizando un bastón de vadeo, es éste quien debe usarlo. El segundo pescador cumplirá la función del anclaje, y deberá coordinar su avance con el primero, manteniendo siempre tres punto de apoyado entre ambos. El equipo de vadeadores se sujetarán apoyándose firmemente entre sí del brazo y no deberán soltarse hasta finalizar el vadeo o cruce.   A este equipo doble de vadeadores se le podrá sumar un tercer pescador; la coordinación se vuelve más difícil y requerirá mayor atención, pero el equipo ganará en seguridad.   La técnica de vadeo compuesta por tres pescadores es muy útil  cuando se vadeo con niños  o con mujeres,   no importando quien sea, éstos deben estar en la posición del centro para que sean apoyados por los hombres ubicados en cada uno de sus coscados. 

     Pero el vadeo no es siempre necesario y en otras ocasiones simplemente es imposible de realizar, sobretodo cuando el río es grande o  viene muy crecido.   A principio de temporada, la aguas generalmente vienen altas y  el vadeo se dificulta. En esta época del año los peces se ubican cerca de las orillas y lo aconsejable será no intentar un cruce improductivo, donde sólo terminara espantando los peces ubicados en la orilla, y que es justamente donde usted debiera enfocar su pesca.  Camine con cuidado, evitando golpear las piedras del fondo ya que sólo pondrá en alerta a los peces de su presencia,  los que astutamente interpretaran estos golpes como “depredador en el área”. Me gustaría recordarles que al vadear un curso de agua también removemos el suelo o lecho del río, provocando  lo que los biólogos llaman "deriva catastrófica", entendiendo como tal, el desprendiendo de ninfas por causas no naturales.

 

Caída  y  rescate

     Al vadear nunca se está exento completamente de la posibilidad de perder pie, resbalar  u otro imprevisto que provoque nuestra caída al agua.   En dichas circunstancias  lo aconsejable será no perder la tranquilidad o entrar en pánico, ya que necesitará toda su concentración para resolver  su caída e incorporarse, recuperando pie y equilibrio. 

     Puede que alguna caída se produzca en un punto donde la corriente o la profundidad del cause no revista un problema mayor. En dichas circunstancias sólo deberá incorporarse a la brevedad para evitar o detener la entrega de agua a nuestro wader.   Pero si en algún momento se viera flotando río abajo, como me sucedió  en  una  ocasión,   coloque rápidamente su cuerpo en posición horizontal  en el agua, no pierda energía tratando de mantener una posición vertical para buscar pie en el lecho del río, esto se torna muy difícil de conseguir,  y a la vez extenuante,  más todavía con los waders puestos.  Póngase de costado y nade con los brazos al estilo pecho u over - a lo perrito -  hasta llegar a un sector de poca profundidad.  Seguramente para algunos le será más cómodo  adoptar la posición de espalda al agua, en cuyo caso  trate de impulsar su salida del agua con los brazos abiertos.

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     Muchas veces he escuchado a cercanos amigos afirmar que si un pescador cae al agua sus waders atraparan aire haciendo que los pies se mantengan fuera del agua, forzando a que el resto del cuerpo se mantenga bajo del agua terminándolo por ahogar. Tal creencia es sólo  un mito falso e irracional.  Si los waders se le llenan de agua, recuerde que el agua contenida dentro de los waders pesa lo mismo que el agua  que está afuera de éstos, por lo menos mientras usted se encuentre dentro del curso del río.

     Si el río posee una corriente fuerte o rápida, adopte la posición de espalda, doble las rodillas y apunte los pies aguas abajo, los cuales se ayudaran a protegerse se golpes contra rocas o troncos que pudieran encontrase en el lecho del río y en los cuales podría quedar atrapado de alguna de sus prendas de vestir.  Utilice sus brazos para dirigir su avance en el agua e impulsar su salida a una zona de aguas bajas lo mas próxima a su posición. Le recuerdo que poco y nada podrá impulsarse con sus piernas ya que los waders le dificultaran el movimiento de los pies; por esta razón son sus brazos los que juegan un papel preponderante al nadar para salir del agua.  Esto nos lleva a otro punto de gran importancia: no importa cuan valioso sea su equipo de pesca,  le puedo asegurar que no tiene mas valor que su vida,  por lo que no se concentre en salvar su caña u otra pieza de su equipo,  sino que  en salir del agua. 

     En la oscuridad de la noche aumenta el peligro asociado al vadeo, por lo que una medida de seguridad es evitar el vadeo en la oscuridad, salvo que este sea estrictamente necesario y que el cause del río lo permita sin peligro.

     En cualquiera de estas circunstancias donde usted se haya precipitado y salido del agua,  no demore en cambiarse la ropa mojada o secar la que lleva puesta, así evitara enfriamientos, gripes  o resfríos.

 

 

 

 
 

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