El vadeo constituye
una de las habilidades que todo pescador - que se precie de buen entendedor
- debe conocer y dominar. Es así que tratar de separar el vadeo del resto
de las técnicas de pesca resulta imposible, ya que se encuentran tan
íntimamente relacionadas que no se puede concebir la pesca en un río, lago o
laguna sin desplazarse a través de su lecho, ya sea para acercarse lo
suficiente a un lugar que consideremos prometedor o simplemente para buscar
un ángulo donde poder ejecutar un casting de forma cómoda y adecuada.
La pesca es un deporte
que carece de grandes riesgos para quienes lo practican; y, si hablamos de
seguridad al pescar el vadeo, quizás, constituye el único peligro real para
un deportista. Esto tiene varias explicaciones y en la práctica debemos
reconocer que no todos los pescadores están preparados física o mentalmente
para los desafíos y las consecuencias del vadear. Muy pocos pescadores en
nuestro país (por no decir ninguno) han recibidos instrucción formal en su
ejecución, por lo que el conocimiento del vadeo se obtiene en base a las
experiencias que vamos sumando con cada excursión. Son estas experiencias
las que trataremos de cubrir en este reporte para que usted conozca los pro
y los contra sobre el vadeo, una herramienta orientada a mejorar la
estrategia en la pesca con mosca.
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El vadeo
El vadear se entiende
como el acto de pasar un río u otra corriente por el vado o por cualquier
otro sitio donde se pueda hacer pie. Por extensión, para nosotros los
pescadores, también es caminar por su lecho. La práctica del vadeo permite
que nos desplazarnos por el río para escoger nuestra ubicación y acomodarnos
de manera favorable respecto de la posición de los peces u orilla que
intentamos pescar. Determinar si el vadeo es necesario o apropiado en el
agua que estamos pescando, es tan importante como conocer cuál es la manera
más segura de vadear para poder llegar a nuestro objetivo, evitando
dificultades innecesarias. Existen otros elementos subestimados u omitidos
por la gran mayoría de los pescadores al momento de vadear: uno de estos es
tratar de reducir al mínimo nuestro impacto sobre el ecosistema, sobre todo
si el vadeo se realiza en algún lugar conocido donde los peces llagan a
desovar. Mantener la precaución o el cuidado en nuestro vadeo ayudará a
mantener las condiciones que los peces han encontrado en el lugar para
realizar su desove anual.
La pesca nos exige
mantener algunas normas de cortesía y caballerosidad con nuestros compañeros
de pesca o con algún otro pescador que encontremos en nuestra jornada. En
este sentido nuestro vadeo debe considerar el tratar de no molestar o
interrumpir a otros pescadores que se encuentren en plana faena, ya que si
pasamos trotando por donde éste se encuentra o cruzamos unos metros arriba o
debajo de su posición, sólo contribuiremos a espantar los peces del área,
interrumpiendo la tranquilidad de nuestros congéneres y afectando las
condiciones que este podría considerar favorables en ese momento.
Equipados para vadear
Al vadear la seguridad comienza por utilizar el equipo adecuado. Este
equipamiento está compuesto de waders, zapatos o botas de vadeo, cinturón y
bastón. La prudencia y el sentido común es algo que jamás debemos dejar en
casa, así que considerémoslo parte del equipo que todos debemos calzar toda
vez que decidamos realizar un vadeo.
El mercado ofrece una
gran variedad de wader para los pescadores. Estos son una pieza fundamental
si queremos realizar un vadeo en aguas con bajas temperaturas, situación muy
común en los ríos de montaña y en casi todos los ríos, lagos y lagunas de
nuestro territorio a principios y finales de temporada. De esta manera el
wader nos permite vadear por un curso de agua disminuyendo o mitigando el
efecto de las bajas temperaturas sobre nuestro cuerpo y fundamentalmente
sobre nuestras piernas. Si el vadeo se realiza en días de calor - en la
plenitud del verano - y no le importa mojarse, omita el uso del wader,
pero considere siempre la utilización de los zapatos o botas de vadeo para
proteger sus pies de las piedras, ramas u otros elementos contenidos en el
fondo del río. Con éstos podrá contar con mayor tracción al desplazarse de
un punto a otro.
El tamaño del wader
debe ser acorde a nuestra estatura y compostura física, de tal manera que
nos calce correctamente y no nos limite en movimientos amplios, necesarios
de realizar en medio de un cruce o en la salida de un río. Si el wader nos
impide el acuclillarnos con comodidad o levantar una pierna sobre una roca,
tronco o por sobre algún desnivel presente al desplazarnos o abandonar el
lecho de un río, no tendremos la libertad de movimientos que nos asegure un
vadeo seguro, libertad de movimiento que nos debe permitir un buen calce del wader.
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Los waders de neopreno generalmente son ajustados, pero su elasticidad
permite un calce muy cómodo y adecuado. Aíslan del frío, resultan excelentes
para morigerar contusiones y rosaduras en piernas por golpes y poseen una
excelente flotabilidad. Estos waders son los más seguros, y al
complementarlos con un cinturón, podrá evitar que el agua entre al interior
del traje si usted pierde pie o cae al agua. Sus desventajas son que pueden
ser muy calurosos en tiempos cálidos y abultan mucho en el bolso de nuestro
equipaje.
Otros waders existentes en el mercado son fabricados con nylon revestido,
tela recubierta de goma u otros materiales como el Goretex. Presentan mayor
riesgo al llenase de agua, ya que al pescador le aumenta la dificultad de
movimiento una vez sumergidos, a menos que se esté usando un cinturón
apropiado y muy ajustado del wader y a su cuerpo.
Una correa fuerte es una pieza fundamental para su equipo de vadeo; siempre
opte por una que posea una capacidad de elasticidad, ya que se ajustará
mejor a su cuerpo y wader, a la vez que éste le permitirá respirar con mucha
facilidad. Estos wader poseen menor capacidad de aislarnos de las frías
aguas, por lo que siempre será recomendable utilizar ropa seca por debajo
del wader para que nos proteja de la humedad, evitando así los problemas de
calor o humedad que se acumula adentro.
Contar con un chaleco
inflable es una buena medida de seguridad, incluso para los pescadores que
se consideren buenos nadadores, ya que en la mayoría de los casos de
inmersión en aguas frías, se produce un shock térmico, siendo el chaleco
inflable quien le permita al pescador en problemas mantenerse a flote.
Los zapatos o botas de
vadeo son otra pieza de importancia al vadear. Estos protegen nuestros pies
y tobillos de golpes y torceduras, constituyendo un gran aporte a nuestra
seguridad. Se recomienda utilizarlos correctamente ajustados, con lo cual se
ganará en comodidad. Es importante utilizar zapatos o botas dotadas de
suela de fieltro - ya que poseen mayor adherencia -, otorgan mayor tracción
y nos permite caminar con gran seguridad en suelos de rocas en ambientes
húmedos, lo que se ve favorecido con el peso que aporta el propio pescador.
La gran mayoría de los ríos donde habitan truchas y salmones en nuestro
país, corresponden a freestones, zonas de los ríos que poseen
fondos con lechos de piedras redondas y sueltas; otros poseen grandes rocas
en sus riveras, al igual que en su lecho donde es posible encontrar algas
adheridas a las mismas. Esto las convierten en superficies muy
resbalosas, en donde el zapato o bota con fieltro resultan ser muy
apropiados, a diferencia de zapatos plásticos, goma o de cuero que se usan
en el calzado común y con los cuales es muy difícil mantener la estabilidad
en suelos con estas características.
Este fieltro posee una
vida útil determinada. El desgaste se produce al compactarse el polvo y la
arena adherida por el uso sobre terreno seco, adhiriéndose por el propio
peso del usuario, perdiendo su capacidad antideslizante sobre piedras
mojadas. Es conveniente revisar el estado del fieltro al final o al comienzo
de cada temporada para cambiarlo en forma oportuna y evitar caídas
desafortunadas. Este fieltro sintético lo podrá encontrar en tiendas del
ramo y no posee un costo elevado; no obstante si quiere ahorrar guardando
la seguridad de un fieltro en sus zapatos o botas de vadeo, le sugiero que
utiliza algunos elementos alternativos como la suela de cáñamo o alfombra,
estos poseen las mismas características antideslizantes que el fieltro pero
con mucho menos durabilidad.
No es de extrañar que
muchos de los ríos presenten piedras de cantos pulidos o con filos; otros
una gran abundancia de algas, circunstancias que dificultan las condiciones
del vadeo. En estos casos los zapatos o botas de vadeo dotados con suela de
fieltro y reforzados con clavos, resultan ser muy apropiados para realizar
un vadeo seguro.
Los waders con bota,
de una sólo pieza y sin fieltro son recomendables para breves caminatas por
fondos cubiertos de arena como, los que se encuentran en lagos y laguna;
pero no son adecuados para caminar entre las piedras de los ríos.
Entendiendo que para muchas personas el costo puede ser un punto relevante
al hacerse de un equipo de vadeo, le recomendamos que de optar por un waders
de una pieza, usted agregue el fieltro a sus botas. Al comprar un equipos
de vadeo formados por waders y zapatos por separados, asegúrese de que uno
de los dos traiga el guarda gravilla, pieza que le evitará que se
introduzcan piedras o arenilla al interior de sus zapatos mientras vadea.
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El bastón de vadeo
resulta un artículo bastante útil y necesario, si el vadeo se realiza en
ríos con accesos escarpados. Si la pesca la realiza en zonas de freestones,
seguramente el bastón le resultara una molestia más que un equipo que agrega
valor a su seguridad; pero cuando el río posee un lecho cubierto de piedras
grandes, muchas algas, mucha pendiente con fuertes corrientes, poca claridad
en las aguas o pozones donde hay que ir avanzando lentamente y tanteando el
suelo, resulta una herramienta de gran utilidad para sortear las
dificultades del vadeo.
El bastón de vadeo
permite que el pescador cuente con un tercer punto de apoyo, tal como si
fuera una pierna adicional. Le aseguro que si consulta en las tiendas del
ramo encontrará uno que le puedan ofrecer; no obstante, le advierto que
mientras más plegable o liviano sea el bastón mas débil y menor será su
resistencia al peso del pescador y a la fuerza de las corrientes. Un
bastón debe ser fuerte, resistente y lo suficientemente alto para que nos
permita maniobrar con facilidad y cumplir con su objetivo de conformar un
punto de apoyo adicional. Un bastón viejo de Trekking o Ski resultan muy
adecuado para reutilizarlos como bastón de vadeo, con la única salvedad de
proteger con goma el extremo que se ha de introducir en el agua para no
producir un ruido metálico al desplazarnos por el río. Por otro lado, un
bastón hecho de una vara de coligüe resulta muy económico y a la vez de muy
buenos apoyo, curiosamente este último resulta ser el recurso más común a la
hora de improvisar un bastón de vadeo en el río. Cualquiera sea su elección
de bastón, le sugiero que antes de utilizarlo lo pruebe, cargándose con todo
el peso de su cuerpo sobre éste. Así comprobara su resistencia y podrá
usarlo con toda confianza. A su vez, asegúrese de que su bastón de vadeo
cuente con un trozo de cuerda que le permita sujetarlo al chaleco, de manera
que pueda dejarlo derivando aguas abajo mientras pesca, así no lo perderá
por un lamentable descuido.
Al vadear el bastón
debe ser puesto en dirección aguas arriba, fijándolo fuertemente al lecho
del río para luego afirmarse de éste al avanzar; esto le ofrecerá el punto
de apoyo extra, función propia del bastón de vadeo, el que le permitirá
contar con dos puntos de apoyo, aún cuando tenga un pie libre buscando
ubicación entre las piedras del fondo para dar el siguiente paso. Al vadear
no es recomendable ubicar el bastón corriente abajo, ya que éste podría
resbalar o pivotar por la fuerza de la corriente haciéndonos perder el
equilibrio para lamentar una imprevista mojada.
Vadear con Estrategia
Debido a que el cauce de un río no es homogéneo y siempre presenta
irregularidades en su lecho, le recomendamos que antes de comenzar a vadear
realice una acuciosa observación del lugar para establecer los puntos más
adecuados para intentar el vadeo. Por lo general los ríos varían mucho
entre un año y el siguiente producto de las crecidas invernales. Estas
variaciones se manifiestan en cambios en su ancho, profundidad, textura y
conformación del fondo, al igual que en la velocidad de la corriente. Estas
son razones más que suficientes para elegir con atención el lugar por donde
vadear, planificando el o los cruces con anticipación y cuidado. Elegir una
ruta en muchas ocasiones constituye la clave de un vadear acertado. Aplicar
técnicas de lectura de agua le ayudara a moverse con facilidad por el cause
de cualquier río. Haga un plan antes de que usted entre en el agua, anticipe
los problemas, analice si el sector representa mucho peligro; evite el vadeo
o elimínelo como una opción de la cual usted pueda hacer uso dadas las
condiciones.
Una buena medida es
cruzar por sectores conocidos; claro que cuando uno pesca ríos que no conoce
bien es conveniente contar con el auxilio de un guía que conozca el lugar y
que le podrá enseñar los mejores sectores para cruzar o lugares nuevos que
usted desconocía. Vadear en sectores donde el río es más ancho es una
excelente alternativa, ya que en estos sectores la corriente siempre posee
menor intensidad y no son tan profundos.
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Tenga presente que los
inconvenientes muchas veces se presentan aún cuando se han tomado todas las
medidas para evitarlos, por lo que siempre busque y tenga presente una
salida de emergencia, en caso de que pierda pie o equilibrio. Ésta siempre
debe situarla agua abajo, para que no realice esfuerzos tratando de avanzar
río arriba contra la fuerza de la corriente para salir del agua. Si el cruce
se pone difícil por encontrar corrientes muy veloces, fuertes o mayor
profundidad a la prevista, no dude en retroceder e intentar cruzar por otro
lugar que presente mejores condiciones.
Una buena costumbre al
pescar un cause por primera vez, consiste en caminar río arriba para luego
volver pescando corriente abajo. Así usted podrá apreciar en forma previa
la condiciones que presenta el río y planificar el vadeo al igual que los
cruces en los lugares mas convenientes y seguros.
Si la corriente es muy fuerte tenga siempre dos puntos de apoyo en el agua,
para ello está el bastón de vadeo. Mantenga su cuerpo oblicuo a la
corriente, le ayudara a cortar la fuerza del agua. En el agua guarde una
postura amplia con sus rodillas dobladas para mantenerle un buen balance y
equilibrio. Jamás avance con las piernas cruzadas, ya que sólo hará más
inestable su posición en el agua y sumará otra dificultad al moverse. Si
el cruce es muy largo busque una zona de descanso donde pueda recobrar
energía para continuar con el vadeo. Si el cruce lo realiza en un sector
que termina es un corte o en un desnivel del río, tal como una barra,
mantenga siembre la relación de la distancia entre su posición y el corte,
así podrá cuantificar si podrá finalizar el cruce o abortar el intento.
Enfrentar la corriente con su cuerpo de costado le otorgará mayor
estabilidad que si lo hiciera con su cuerpo de frente a la corriente.
Una buena estrategia
de vadeo contempla la aplicación de una buena técnica. Cruce el río en
forma perpendicular a la corriente o algo aguas abajo. Siempre comience
avanzado despacio, moviendo primero el pie que está aguas arriba,
avanzándolo como medio paso. Este será su pie de avance, mientras que el que
queda aguas abajo será su pie de anclaje. El pie de avance apunta en la
dirección de avance y algo aguas arriba, mientras el pie de anclaje se apoya
en el lecho y formando con el primero un ángulo de 45 grados. Con esta
postura usted obtendrá una buena sustentación y estabilidad. Cuando el pie
de avance encuentre un buen punto de apoyo, transfiera el peso del cuerpo y
luego avance el pie de anclaje a la misma distancia de medio paso. El pie de
anclaje no debe superar al de avance o se perderá la estabilidad. Al
vadear de esta manera ambos pies le brindan mayor sustento, ya que le
permitirá cortar la corriente con la su pierna de avance. Si en algún
momento debe darse vuelta para retroceder hágalo de cara a la corriente, ya
que es la mejor posición para recuperar el equilibrio en caso de perderlo.
Cruzar con un compañero
El vadear en equipo es
una manera muy segura de cruzar un río, claro que esto es factible sólo
cuando se cuenta con un compañero de pesca. La fuerza conjunta de cuatro
piernas en el agua le otorgará mayor fuerza, estabilidad y seguridad al
realizar un vadeo o un cruce que presente dificultades si lo hiciera sólo.
En tales
circunstancias el pescador más fuerte, pesado o experimentado debe ir
ubicado aguas arriba, cortando la corriente y dirigiendo el cruce. Si están
utilizando un bastón de vadeo, es éste quien debe usarlo. El segundo
pescador cumplirá la función del anclaje, y deberá coordinar su avance con
el primero, manteniendo siempre tres punto de apoyado entre ambos. El equipo
de vadeadores se sujetarán apoyándose firmemente entre sí del brazo y no
deberán soltarse hasta finalizar el vadeo o cruce. A este equipo doble de
vadeadores se le podrá sumar un tercer pescador; la coordinación se vuelve
más difícil y requerirá mayor atención, pero el equipo ganará en
seguridad. La técnica de vadeo compuesta por tres pescadores es muy útil
cuando se vadeo con niños o con mujeres, no importando quien sea, éstos
deben estar en la posición del centro para que sean apoyados por los hombres
ubicados en cada uno de sus coscados.
Pero el vadeo no es
siempre necesario y en otras ocasiones simplemente es imposible de realizar,
sobretodo cuando el río es grande o viene muy crecido. A principio de
temporada, la aguas generalmente vienen altas y el vadeo se dificulta. En
esta época del año los peces se ubican cerca de las orillas y lo aconsejable
será no intentar un cruce improductivo, donde sólo terminara espantando los
peces ubicados en la orilla, y que es justamente donde usted debiera enfocar
su pesca. Camine con cuidado, evitando golpear las piedras del fondo ya que
sólo pondrá en alerta a los peces de su presencia, los que astutamente
interpretaran estos golpes como “depredador en el área”. Me gustaría
recordarles que al vadear un curso de agua también removemos el suelo o
lecho del río, provocando lo que los biólogos llaman "deriva catastrófica",
entendiendo como tal, el desprendiendo de ninfas por causas no naturales.
Caída y rescate
Al vadear nunca se
está exento completamente de la posibilidad de perder pie, resbalar u otro
imprevisto que provoque nuestra caída al agua. En dichas circunstancias
lo aconsejable será no perder la tranquilidad o entrar en pánico, ya que
necesitará toda su concentración para resolver su caída e incorporarse,
recuperando pie y equilibrio.
Puede que alguna caída se produzca en un punto donde la corriente o la
profundidad del cause no revista un problema mayor. En dichas circunstancias
sólo deberá incorporarse a la brevedad para evitar o detener la entrega de
agua a nuestro wader. Pero si en algún momento se viera flotando río
abajo, como me sucedió en una ocasión, coloque rápidamente su cuerpo en
posición horizontal en el agua, no pierda energía tratando de mantener una
posición vertical para buscar pie en el lecho del río, esto se torna muy
difícil de conseguir, y a la vez extenuante, más todavía con los waders
puestos. Póngase de costado y nade con los brazos al estilo pecho u over -
a lo perrito - hasta llegar a un sector de poca profundidad. Seguramente
para algunos le será más cómodo adoptar la posición de espalda al agua, en
cuyo caso trate de impulsar su salida del agua con los brazos abiertos.
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Muchas veces he escuchado a cercanos amigos afirmar que si un pescador cae
al agua sus waders atraparan aire haciendo que los pies se mantengan fuera
del agua, forzando a que el resto del cuerpo se mantenga bajo del agua
terminándolo por ahogar. Tal creencia es sólo un mito falso e irracional.
Si los waders se le llenan de agua, recuerde que el agua contenida dentro de
los waders pesa lo mismo que el agua que está afuera de éstos, por lo menos
mientras usted se encuentre dentro del curso del río.
Si el río posee una
corriente fuerte o rápida, adopte la posición de espalda, doble las rodillas
y apunte los pies aguas abajo, los cuales se ayudaran a protegerse se golpes
contra rocas o troncos que pudieran encontrase en el lecho del río y en los
cuales podría quedar atrapado de alguna de sus prendas de vestir. Utilice
sus brazos para dirigir su avance en el agua e impulsar su salida a una zona
de aguas bajas lo mas próxima a su posición. Le recuerdo que poco y nada
podrá impulsarse con sus piernas ya que los waders le dificultaran el
movimiento de los pies; por esta razón son sus brazos los que juegan un
papel preponderante al nadar para salir del agua. Esto nos lleva a otro
punto de gran importancia: no importa cuan valioso sea su equipo de pesca,
le puedo asegurar que no tiene mas valor que su vida, por lo que no se
concentre en salvar su caña u otra pieza de su equipo, sino que en salir
del agua.
En la oscuridad de la
noche aumenta el peligro asociado al vadeo, por lo que una medida de
seguridad es evitar el vadeo en la oscuridad, salvo que este sea
estrictamente necesario y que el cause del río lo permita sin peligro.
En cualquiera de estas circunstancias donde usted se haya precipitado y
salido del agua, no demore en cambiarse la ropa mojada o secar la que lleva
puesta, así evitara enfriamientos, gripes o resfríos.
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