Aun
faltaban días para el cierre de temporada y ya
planeábamos donde estaríamos los primeros días de
octubre, Jaime un gran amigo y gran pescador con quien a
parte de nuestra profesión habíamos tenido la
oportunidad de compartir largas jornadas y excursiones
desde el Maule hasta Aysén nos contaba relatos una
operación en Río Puelo llamada "La Ruta de las Marrones"
la cual solo por su nombre llamo nuestra atención.
Los meses de Junio y Julio parecen ser eternos, las
imágenes de las ultimas capturas realizadas en los ríos
y Lagos de Aysén parecen aumentar el deseo de salir
nuevamente al río, sentir ese aire fresco de Octubre y
ver como el sol aparece entre la bruma de una mañana
cualquiera.
La invitación no se hizo esperar, apenas comenzaba el
mes de agosto ya definíamos los últimos detalles para el
viaje. Julio, otro gran amigo y pescador se sumo al
grupo y con la fecha definida quedamos de encontrarnos
la mañana del ultimo viernes de septiembre en Puerto
Varas.
Saliendo de Puerto Varas, camino Ensenada el Paisaje se
desata, entre ríos y volcanes, rodeando el Lago
Llanquihue para luego seguir camino Ralún y Cochamó.
Tuka, dueño de la operación, nos esperaría en el
embarcadero de Lago Tagua Tagua, formado por el mismo
Río Puelo..
(Río Puelo es un río binacional, que nace en el parque
nacional Lago Puelo, provincia de Chubut Argentina, de
régimen Pluvial y Nival desemboca en el Océano Pacifico
en el Estuario del Reloncavi, durante su trayecto hacia
el mar recibe aguas de distintos lagos y ríos y da
origen al lago Tagua Tagua y laguna Victoria antes de
llegar al mar.)
El Viaje nos pareció corto, un café en un puesto local y
luego a cruzar el lago, el abuelo de Tuka y hermanos
habían colonizado el sector hasta el lago inferior, la
casa de era una casa antigua de colonos, con tejuelas de
maderas en sus muros y caminos de madera nativa decorada
por líquenes, una torre de agua llama la atención a
quienes llegan por primera vez a Isla Jabalí.
La mujer de Tuka, Marisel, nos recibe con un almuerzo de
lujo, digno de cualquier restaurante de Santiago, un
Rissotto de Morchella que mereció un descanso para luego
preparar la primera salida del dia.
No son mas de las 16:30 cuando salimos al rió
acompañados de Tuka y Arturo, de inmediato divisamos las
primeras Arcoiris, el agua transparente nos permitía
verlas a distancia lo que auguraba una gran tarde de
pesca, para nuestra sorpresa lo primero que salio fue
una Perca Negra, luego Una Perca Dorada que por su pelea
creímos que era una Arcoiris y para finalizar la tarde
de sorpresas un lindo Pejerrey Chileno (Basilichthys
Australis), luego la captura de varias Arcoiris en los
canales próximos a la Isla nos de antesala para el fin
de la tarde.
La sencillez de nuestro anfitrión contrastaba con su
conocimiento y dominio de cada rincón del rió, Lagos y
afluentes, "Siento que aun no conozco el río", nos dice,
pero es capaz de llevarte al lugar exacto donde tendrás
la experiencia de luchar con Marrones de mas de dos
kilos y grandes truchas trofeos.
!Justo Frente al paredón¡, me dice, lance mi línea, una
breve deriva y el gran golpe que da un ejemplar trofeo
que suelta la mosca antes de llegar al bote, la
impotencia de no haber tenido la fotografía desaparece
al saber que es solo la primera tarde de pesca, los días
pasaron, cada jornada de pesca fue mejor que la
anterior, a la hora de almuerzo un breve descanso y de
regreso al agua, solo cuando ya no éramos capaces de ver
nuestras líneas regresábamos a la casa, solo para
mostrar nuestra fotos y comparar las capturas junto a
una copa de buen vino Chileno.
Al día siguiente Tuka y Arturo nos presenta la Ruta de
las Marrones, en cada lugar hay una Marrón esperando, la
primera fue rápida, luego una tras otra fueron saliendo,
Marrones y Arcoiris de mas de un kilogramo se
transformaron en algo casi cotidiano, luego aparecen las
mas grandes, por sobre dos y tres kilogramos, de esas
que se clavan en el fondo del río o buscan un palo
sumergido para refugiarse, al paso de unas horas el
brazo ya esta cansado de tanta lucha, es necesario
descansar unos minutos para poder seguir pescando.
La ausencia de tecnología nos permite abstraernos de la
realidad, estos cuatro días pasaron muy rápido y ahora
son recuerdos de una nueva aventura con los amigos de
siempre, al fin de eso se trata la pesca con mosca,
disfrutar de la belleza de nuestra naturaleza en
compañía de los amigos de siempre y de los que vienen
por conocer.
La ruta no nos decepciono, fue todo lo que pensamos,
incluso mas...
Nos despedimos de Tuka y Arturo, regresamos a nuestros
trabajos, guardamos nuestros equipos esperando regresar
nuevamente a la ya conocida Ruta de las Marrones...
Agradecimientos a Tuka, Marisel y Arturo por recibirnos
en su casa y permitirnos vivir esta mágica experiencia
en Isla Jabalí, Río Puelo, Chile.
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