Después de la “Fiesta Nacional de la Steelhead”, y a pesar de lo
magro que se presentaba el Santa Cruz, decidimos tomarnos dos días
más para seducir alguno de sus misiles de cromo. Pasaban horas y
días sin respuesta, peléandole a la inclemencia y uno se preguntaba
internamente ¿Dios, que carajo hago aquí…?. La pesca de anádromos es
dura, y mucho más dura si se trata de atlantic steelheads en un río
Santa Cruz completamente negado.
Tal vez por eso su pesca es tan especial, porque cuando llega la
conexión esa carga se fisiona en una "bomba H" emocional. Creando
una sensación, tan elusiva y adictiva, como una explosión de
supernova que lo eclipsa absolutamente todo.
Aquí los dejo con un "detrás de escena" muy especial,
correspondiente a la revista Weekend de mayo de 2009.
Devorando kilómetros por huellas peleagudas. Cuanto más arriba
vamos, más aumentan nuestras posibilidades de pesca. Mientras en el
pueblo (cerca del mar) los peces pasan poco tiempo en sus lugares de
reposo (se estima que minutos), aguas arriba se detienen en los
pozos más tiempo (se estima días), aumentando las chances que tomen.
Espantando tropillas de guanacos. Muchos la consideran fea, pero
para mi la estepa patagónica es uno de los paisajes más conmovedores
que existen. Cruda, rústica, polvorienta, despojada de todo,
inmensa, desolada hasta el horizonte. Definitivamente son muy pocos
los ecosistemas terrestres donde la presencia humana es tan baja,
donde se puede respirar tanta soledad.
Como todos los días que estuvimos juntos, Alberto Rey sacó su
“cabeza de chapa”. Detrás de su facha rústica y campechana, se
esconde un pescador con dones muy especiales, y por sobre todo
tremendamente efectivo. Pura pasión, nunca afloja un centímetro
Una pareja de hualas (Podiceps mayor), de las aves ictiófagas más
hermosas. El macho se reconoce por su pico más largo y bella librea.
Sus gritos lastimeros son uno de los sonidos clásicos del mosquero
patagónico. El montículo de la izquierda es el nido, bien metido en
el agua, a salvo de zorros o piches.
Después de darle duro durante toda la mañana, arrimamos a la cabaña
Los Plateados. Leña dura, una plancha de hierro, y muchos bifes de
chorizo del grosor de un dedo. Con Leandro Urhig como gourmet nos
madamos unos 800 gr. de prótidos por persona (sin contar los panes).
Estaban de rechupete… La pava, sobreviviente de mil batallas,
templaba el agua para los mates de la tarde.
Sin huella, entre rocas y caminos empinados, los patagónicos no se
detienen ante nada.
Aún a unos 70 Km. al oeste de PiedraBuena, donde el río corre más
rápido y encajonado, el cauce se mostraba completamente desbordado.
El puntito negro a la izquierda del punto rojo es Daniel Maldonado
pescando con el agua a la cintura. Definitivamente un curso truchero
extremo, absolutamente intimidante.
Leandro Urig y un steelhead macho en la Curva de los Guanacos,
cobrado con un equipo Nº 9 Loop Opti de dos manos. Su color agrisado
muestra que está en el río hace varias semanas.
Botando el semirígido de Leandro, a la altura de Puente Viejo, uno
de los parajes clásicos del río. El día se presentaba sin viento,
diáfano, cálido, espectacular, completamente atípico para un
comienzo de Abril.
"Filet" Maldonado y una preciosa hembra vestida de cromo, recién
entrada del mar. Gran pescador, conocedor del río y extremadamente
dispuesto a transmitir sus conocimientos. Mientras la mayoría busca
pozones, sus aguas preferidas son correderas rápidas, con bastante
piedra bola en el río.
El Piti Chaparro al mando, con la idea fija de tocar los 4 o 5
puntos más picantes dentro de un radio de 30 Km. Piti aparte de ser
un pescador apasionado, es uno de los guías que más conoce el Santa
Cruz y sus esquivas arco iris anádromas. Me instruyó sobre puntas
muy buenas: como estabilizar el S.T. en una profundidad, la
combinación de líneas de máximo hundimiento con streamers sin
lastrar, a mover la mosca bastante más despacio de lo que creía
necesario.
El viaje fue una oportunidad para probar varios equipos de dos manos
de la marca Loop. Aquí un reel large arbor extremo: el Opti
Speedrunner. Hermoso es el adjetivo que más le cabe.
Últimas dos horas de la última tarde en el "Pool del Alambre". Yo,
con el cuerpo destrozado tras 4 días y medio de revolear S.T. de 600
grains con caña de dos manos, sin haber logrado un misero pique,
perjurándome no volver nunca más a este río de mier…. (aunque
siempre, siempre vuelvo). Leandro me pasa su equipo y mitad prueba
mitad pesca, rebotando la mosca en una bardita sumergida, siento un
tremendo arrebato de "pique-corrida-salto", todo en uno. Diez
minutos después pude cobrar mi mejor steelhead (7 kilos según el ojo
de Maldonado). La alegría fue tan inmensa, que por minutos deambule
narcotizado por el torrente de endorfinas secretadas.
Viste, tanto que lloraste y al final sacaste la más grande culón….
Me gritaban mis amigos piedrabuenenses mientras me propinaban una
cariñosa malteada.
Atardecer en el río Santa Cruz. Muchas veces la naturaleza nos
regala postales tan bellas, que es mejor largar la caña y tomar la
cámara. Atardecer del segundo día, con el viaje llegaba a su
fin. Aquí sacando la embarcación rápido para comernos una poderosa
picada y trasponer los 230 Km. hasta Río Gallegos, para abordar el
avión de regreso.
La foto final con la parte muchachada, de izquierda a derecha: Rey,
Maldonado, Urhig Jr., Flores y Raúl Sanchez de Pescavisión.
Guías y Servicios: Yaten Aire Libre, Comandante Luis Piedra Buena.
Tel.:02962-497183/ 497183. www.yaten.com.ar
Consultas a: La Vaguada - Flyfishing, Outdoors &
Outfitters -
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