Estancia Río Pelke

Y la Ruta de los Spring Creeks

     Este Verano y en especial el mes de Febrero ha sido uno de los más secos desde que tengo memoria. El caudal de los ríos se mantuvo al límite, la pesca a pez visto se convirtió en algo muy atractivo y los equipos livianos hicieron la diferencia.

     Esta corta media semana de Febrero fue una nueva experiencia con gente de primera que invitó y acompaño Santi Birmani, talentoso pescador y amigo de Buenos Aires. Los primos uruguayos Oscar y Luis se dirigían al Lago Strobel junto a Santiago y decidieron hacer una pesca diferente en Estancia Río Pelke.

     Como dos maquinas automáticamente comenzaron a leer el agua y las primeras truchas no tardaron en salir. Santi es uno de los principales importadores de VISON en Argentina por lo cual las combinaciones de equipos estaban muy bien armadas por el, y se podía ver las ventajas de contar con equipos balanceados para tirar en diferentes posiciones con respecto al viento.

     El río Pelke con un nivel de agua normal pero my transparente desafiaba en cada esquina a una buena presentación. Tanto fontis como marrones (estas mas esquivas) estaban activas en la superficie. Una de las mejores tomadas la tuvo Oscar. No esperábamos que una marrón tan potente nos cortara antes de poder llevarla al copo. Las chernobyls estaban dando muy buenos resultados y en algunos pozos las caddis más aún. Casi no tenia sentido probar una pequeña streamer, pero en los pozos más profundos, luego pasar una seca sentiamos la obligación de hacerlo. El resultado fue muy positivo sacando buenas marrones y de buenos tamaños! Pero la diversión estaba desde ya en las secas terrestres, fáciles de ver inclusive con el viento moviendo la superficie.

     Como siempre, el agasajo para nuestros visitantes es un buen cordero, o bifes a la criolla con ensaladas de la quinta (huerta) y unos buenos Achaval Ferrer. Y luego un buen flan casero con dulce leche! Eso sí, lo que nunca puede faltar, licor de calafate de más de 10 años, que como dice la leyenda tehuelche, el que come Calafate regresa.

     El Pelke nos dió buena pesca por lo cual decidimos dedicarle más tiempo y caminata. Probamos la parte más alta al límite de nuestra estancia y seguimos clavando buenas truchas, pero uno de esos pozos fue exagerado. Contamos unas 10 truchas y varios piques más. Increíble que estos lugares ofrezcan semejante calidad de truchas y población.