Esta
nota de Luis Goycoolea U. Co-autor de "Los 20 Mejores
Lugares Para Pescar Con Mosca En Chile", nos lleva a una
modalidad de pesca con mosca, de origen escocés,
denominada Spey, la que está dando nueva vida a esta
disciplina en la lejana Patagonia chilena.
"Es muy parecido a algunas extensiones de mi Escocia
natal", dice Eoin Fairgrieve mientras la camioneta,
conducida por el guía de pesca chileno Rafael González,
esquiva la tundra y los guanacos camino a Río Grande, en
Tierra del Fuego, en la Región de Magallanes.
Desde 2009 que Fairgrieve visita Chile, específicamente
Río Grande, atraído por lo que describe como su
"maravillosa pesca en un territorio aún salvaje".
Escocés de origen, Fairgrieve es una leyenda en el mundo
de la pesca con mosca. "Es como el Messi de la pesca",
acota González. Sus inicios se remontan al Río Tweed,
donde de adolescente se convierte en un ghillie (guía de
pesca), en 1988. Luego, se profesionalizó participando
en la selección nacional de Escocia que ganó el mundial
en lanzamiento a distancia en pesca con mosca, en una
modalidad denominada Spey, que ha revolucionado esta
disciplina y la pesca en aguas chilenas, por sus
características y técnica.
El Spey nació a mediados del 1800, en las orillas del
Río Spey, en Escocia, de ahí su nombre. La naturaleza
del río obligaba a los locales a usar cañas más largas
de dos manos y una forma de casteo que permitía alcanzar
mayores distancias, sin importar los árboles que había a
espaldas del pescador, y recorrer las aguas de mejor
manera, obteniendo más capturas.
Su adopción en Chile fue paulatina, haciendo su estreno
en Rio Grande, en Tierra del Fuego. "Al comienzo
llegaban ingleses y escoceses con cañas de dos manos
mientras nosotros mirábamos con curiosidad. De repente
comenzaron a castear y nos quedamos todos callados.
Alcanzaban la distancia ideal y sin importar el viento
que es demoledor en estos lados. La siguiente temporada
todos con Spey", agrega riéndose.
Por años las aguas del Río Grande han cautivado a
pescadores con mosca de todas las latitudes. Reconocidos
pescadores como Yvon Chouinard, fundador de la empresa
de ropa Patagonia y el ex Presidente de Estados Unidos
Jimmy Carter, han llegado ilusionados por lo que ahí
hay. La fascinación viene de la mano de poder pescar (y
devolver al agua) las numerosas truchas faríos que
pueblan sus aguas y alguna de las esquivas truchas
migratorias, conocidas como Sea Run Brown, un combativo
pez que vive la mayor parte de su vida en el mar y que
pueden llegar a pesar sobre los 10 kilos.
La Sea Run Brown entra al Río Grande por el lado
chileno. El rio tiene una longitud de unos 240 km, de
los cuales los primeros 140 km corren sobre territorio
de Chile, y los restantes 100 km surcan el territorio
argentino, donde finalmente drena sus aguas en el
Atlántico.
"Es lo que vienen todos a buscar, y ahora más que nunca
gracias a la modalidad Spey, la que ha abierto
oportunidades de pesca en ríos y lagos que antes eran
inaccesibles o muy difíciles de pescar para un
inexperto", dice González, quien lidera la empresa de
pesca Magallanes Fly Fishing y que ha recorrido pescando
esta región desde su niñez. Hoy, en medio de la
pandemia, ofrece excursiones de pesca desde Torres del
Paine hasta heli-pesca en Puerto Williams, a precios más
asequibles para el público local.
"El Spey tiene un enorme potencial en este país, ya que
varios ríos que tienen una estructura ideal para estas
cañas, para poder pescarlos mejor, entre ellos el Río
Grande", comenta Fairgrieve mientras degusta de otra
cucharada de manjar, su otra fascinación de Chile.
Según Fairgrieve viajar a Tierra del Fuego es parte de
una aventura más amplia que permite vivir una naturaleza
llena de flora y fauna. "Este viaje siempre me
sorprende, tanto por lo salvaje de todo, como por los
animales y aves que se ven. Al día siguiente de llegar
en vuelo a Punta Arenas, y mientras cruzábamos el
Estrecho de Magallanes, logramos ver toninas o delfines
australes y ballenas. Luego, desde Porvenir, nos
dirigimos a ver el Pingüino Rey, de ahí flamencos,
zorros, cóndores, guanacos, aves y peces como truchas y
salmones salvajes. Es como un Far West", dice Fairgrieve.
Dado lo aislado y las distancias que se deben recorrer,
González sugiere venir con un guía, ir a un lodge de
pesca o venir muy bien preparado y planificado.
"Son pocos los lugares donde las personas pueden
quedarse. Aquí el viento y el clima es sin perdón, por
eso es mejor quedarse en algunos de los pocos lodges o
refugios existentes, ya sea en el Hotel Parador Russfin
o en la Estancia Camerón Lodge", comenta González.
"Pero vale la pena, es un escenario que atrae y una
cultura que encanta", concluye Fairgrieve.
¡¡ Buena pesca y líneas tensas y apretadas para todos !!
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