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Escrito por: Fernando
Uhía |
Imágenes y contacto:
Fernando Uhía - Asociación Argentina de Pesca con Mosca
- www.aapm.org.ar |
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Las cajas de los pescadores llegan a la nueva temporada nutridas de
las moscas atadas en el invierno, muchas de ellas con gran trabajo de
elaboración, confeccionadas con novedosos y a menudo costosos
materiales, en la esperanza de que lo nuevo supere a lo anterior y los
peces se vean irresistiblemente atraídos esta vez.
La
experiencia nos cuenta que esto no siempre es así. Ajeno a las
extravagancias de los atadores creativos, evitando las modas y
tendencias que en la pesca con mosca también existen, un grupo de
patterns conocido como soft hackles retiene su bien ganado espacio en
las cajas de los pescadores veteranos, que las valoran como moscas de
probada efectividad en distintas y variadas situaciones de pesca.
Estas
antiguas y sencillas moscas continúan hoy siendo extraordinariamente
efectivas, más de doscientos años después de que se comenzaran a atar
en Gran Bretaña y tal vez mucho antes en el norte de España, según
algunas descripciones del Manuscrito de Astorga, el documento más
antiguo conocido que contiene recetas de moscas, cuya autoría se
reconoce al vasco Juan de Bergara. Como otras wets, cayeron en un
relativo desuso y descrédito ante la creciente preferencia de los
pescadores por las moscas secas durante el pasado siglo, pero en años
recientes fueron rescatadas de la desconsideración y revalorizadas
como importantes instrumentos de pesca por autores como Silvester
Nemes (The Soft Hackle Fly y otros) y Dave Hughes (Wet Flies), quienes
recrearon tradicionales diseños utilizando materiales comunes en la
actualidad, así como lo eran los utilizados en un principio.
Las soft
hackles se distinguen entre el conjunto de las wet flies, categoría
muy amplia y nutrida de patterns, dentro de la cual el afán de
clasificar las ha considerado inscriptas, por el hecho notorio de que
no tienen alas. Tampoco tienen “parte de arriba y parte de abajo” sino
que son simétricas en todo su contorno, al decir de Charles Brooks se
atan “in the round”. Esto es una característica apreciablemente
ventajosa cuando la corriente revuelca a la mosca en su deriva, ya que
los insectos naturales que se está procurando imitar en su acción
nunca derivan mostrando su abdomen hacia arriba, lo que haría que las
truchas las descartaran inmediatamente. Tampoco tienen colas, en la
mayoría de los diseños.
Todo
esto las hace notablemente sencillas de confeccionar, ya que sólo
tienen tres partes distinguibles: cuerpo, tórax (que incluye la
cabeza) y patas. Las soft hackles imitan ninfas de muchos insectos
acuáticos en sus distintos estadios, y por lo mismo se construyen con
cuerpos delgados o robustos, con colas o sin ellas, en tamaños #6
hasta #20, según sea lo que se pretende imitar.
Lo que
les otorga nombre a las llamadas “soft hackles” es el collar de plumas
blandas que se ata en último término, que imita las patas y alas de un
insecto en trance de emerger y que es lo que les da esa apariencia de
cosa viva, pulsátil en el agua, que las hace aparecer como ¡¡comida!!
para esos simpáticos animalitos subacuáticos cuya pesca nos atrae en
grado sumo.
Estas
plumas que conforman el collar proceden originalmente de distintas
aves de caza; diversos plumajes pueden usarse con éxito para la
confección de soft hackles, de la fauna local puedo mencionar la
perdiz copetona (el lomo y las alas) y la paloma turca (el cuello)
como los que he encontrado más útiles. Las plumas del cuerpo del
faisán de collar, las de gallina Metz y Hoffman y sobretodo las de
perdiz húngara también son muy buenas, en su color natural o teñidas.
Estas últimas se compran en los fly-shops, y las primeras se consiguen
con la escopeta. Y no abundaré más para que no se encuentre en esta
nota pretexto para ir a depredar pajaritos.
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Emergente de caddis |
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Son
plumas cuya porción útil es muy corta, lo que no es importante por
cuanto el collar sólo requiere entre dos y tres vueltas. Por lo
general se ata la pluma desde la punta. Debe tenerse en cuenta que
estamos imitando las patas de una ninfa: más no es mejor. A veces es
necesario arrancar las fibras de un lado de la pluma para obtener la
cantidad de fibras adecuada. Un exceso de fibras haría perder esa
libertad de movimiento, de pulsión vital que hace a estas moscas tan
atractivas para las truchas y tan valiosas para el pescador. Al atar
moscas pequeñas es difícil encontrar plumas del tamaño adecuado; hay
una técnica que permite salvar esta situación que consiste en
desprender y emparejar las fibras (bárbulas) de la pluma y atarlas en
la medida requerida en un mechón que se proyecte mas allá del ojo del
anzuelo, el que una vez atado el cuerpo y tórax se volverá hacia atrás
terminando luego la mosca con la cabeza.
Se atan
sobre muchos anzuelos, de mosca seca, wets y ninfas, siendo el
standard el 3906 B de Mustad, y los tamaños más comunes son 12, 14 y
16. La mayoría de los diseños no lleva lastre. Los cuerpos se hacen
con floss, fibras de pavo real, dubbing o el mismo hilo que se usa
para atar. Es conveniente y vistoso agregar un ribbing de alambre fino
dorado o de cobre. El tórax (cuando lleva tórax) consiste en un
pequeño abultamiento de dubbing justo atrás del collar, sirve no sólo
para dar silueta de la mosca sino también para separar el collar y
evitar que se pegue al cuerpo. ¿Qué equipo usar? Cualquiera que sirva
para pescar con mosca seca, con línea de superficie y líder de nueve
pies o más. Esta pesca no requiere de lances largos ni extremadamente
precisos.
¿Cuándo usar soft hackles? En cualquier momento, antes, durante y
después de una eclosión. Es aconsejable cambiar por una mosca seca
cuando comienza la eclosión, que en nuestro sur a veces dura sólo unos
pocos minutos. O se puede continuar pescando con la misma mosca,
durante un hatch no todas las ninfas eclosionan a un tiempo y siempre
hay presencia simultánea de emergentes y adultos en el agua, y las
truchas las toman indistintamente. Cuando hay eclosión de caddis los
piques son algo violentos, las caddis a diferencia de las maylfies
salen rápidamente a superficie y se alejan volando, las truchas
aprenden que si quieren atraparlas disponen sólo de un momento y las
atacan con rapidez. Por lo mismo es conveniente no usar tippets
demasiado finos para evitar cortes. Se usan por igual en ríos y lagos
con buen éxito.
¿Cómo se pescan? Según lo que se pretenda imitar; las soft hackles
son muy buenas para imitar emergentes de caddis, en este caso lo
indicado es usar una línea de flote y un líder de 9 o más pies, y
hacer el lance en forma perpendicular a la corriente, dejar que la
mosca profundice unos pocos centímetros en deriva muerta,
acompañándola con correcciones corriente arriba para evitar el dragado
que aún bajo la superficie produce rechazos. Lograda la profundidad
requerida y el punto en el cual se sabe o se estima hay una trucha se
retiene la línea y de esta manera con el impulso de la corriente la
mosca sube hacia la superficie, imitando a una caddis emergiendo, y es
en este momento por lo general cuando se produce el pique. O se pueden
pescar en deriva muerta lanzando corriente arriba, en este caso con
una cola rala de antron, que represente un saco ninfal del que el
insecto no ha podido desprenderse, se tiene una buena imitación de
stillborn, una ninfa de caddis o mayfly que no ha logrado eclosionar
exitosamente y que los peces reconocen como comida fácil. Conviene en
este caso untar el líder con silicona, para que la mosca se mantenga
apenas por debajo de la superficie.
También se pueden pescar cerca del fondo, con líder lastrado e
indicador de pique, como cualquier otra ninfa en etapa de
preemergencia, cuando muestran mayor actividad. Y hasta se puede
lograr una buena imitación de ninfa de damsel, usando un anzuelo más
largo y pesado y accionándola con movimientos cortos y rápidos. Las
damsel son tan rápidas que a veces se las confunde con pececitos.
Algunas recetas: estas sencillas moscas, simples en su construcción,
llevan también nombres sencillos y descriptivos. Aquí algunos
ejemplos.
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Partridge
& Yellow |
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Anzuelo: M 3906B o
similar, tamaño 10-18. |
Hilo: Amarillo. |
Hackle: Perdiz
húngara o copetona. |
Cuerpo: Floss o
polistretch o el propio hilo de atado, amarillo. |
Tórax (opcional):
Dubbing de máscara de liebre, o ardilla, u otro similar. |
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Partridge & Green, Partridge & Orange |
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Anzuelo: M 3906B o
similar, tamaño 10-18. |
Hilo: Verde
brillante o naranjo. |
Hackle: Perdiz
húngara o copetona. |
Cuerpo: Floss o
polistretch o el propio hilo de atado, color verde brillante
o naranjo. |
Tórax (opcional):
Dubbing de máscara de liebre, o ardilla, u otro similar. |
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March Brown |
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Anzuelo: M 3906B,
10-16. |
Hilo: Naranja. |
Hackle: Perdiz
húngara o copetona. |
Ribbing: Alambre
fino dorado. |
Cuerpo: Dubbing de
máscara de liebre. |
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Griffith Gnat |
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Anzuelo: M 3906B,
14-16. |
Hilo: Marrón 8/0. |
Hackle: Perdiz
húngara o copetona. |
Ribbing (optativo):
Alambre fino dorado, o monofilamento. |
Cuerpo: Dos hebras
de pavo real, reforzadas con un loop. |
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Jabalí |
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Anzuelo: M 3906B,
10-14 |
Hilo: Marrón 8/0. |
Hackle: Perdiz
húngara o copetona. |
Cuerpo: Cubrir la
pata del anzuelo con floss o polistretch naranja, amarillo o
verde; también con hebras de crystal flash. Sobre esta base
enrollar en espiral espaciando las vueltas dubbing de jabalí
natural con un loop del mismo hilo de atado, permitiendo que
se vea el hilo por debajo del dubbing. |
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Damsel |
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Anzuelo: M 9672,
8-10 Hilo: marrón Cola: cola de faisán Cuerpo: fibras de
cola de faisán |
Hilo: Marrón |
Cola: Cola de faisán |
Cuerpo: Fibras de
cola de faisán |
Tórax: Dubbing de
careta de liebre. Hackle: copetona |
Hackle: Copetona |
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Estas moscas están al alcance de cualquier atador, y no es necesario
incluir la secuencia en la que se atan los materiales. Aún para quien
haya comenzado recientemente a atar sus propias moscas es difícil atar
incorrectamente una soft hackle. Valen algunas indicaciones generales:
La cabeza debe ser pequeña, no más grande que el ojo del anzuelo. El
cuerpo debe a lo sumo llegar hasta la curva de la pata. El hackle debe
superar el largo del cuerpo pero no el del anzuelo.
Una pequeña dotación de soft hackles asegura al pescador contar con un
conjunto de moscas que han probado su efectividad por cientos de años,
fáciles de pescar y atar, que no requieren materiales ni técnicas
especializadas y que pescan en casi cualquier condición.
Me atrevo a decir que responden cabalmente al precepto KISS (Keep It
Simple, Stupid!).
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