La compleja selectividad de las truchas es uno de
los enigmas al cual todas las personas que pescan con mosca han de
enfrentarse en una o más oportunidad en su vida. En nuestro país y al
igual que en todos los ríos menores y freestones donde habitan
truchas, los insectos constituyen el principal aporte alimenticio para los
peces que allí habitan, esta situación se repite en algunas lagunas menores
y en ambos casos la población de insectos esta dada por las condiciones que
presenta la calidad del agua. Los peces han aprendido a conocer el
comportamiento de los insectos de manera que la emergencia de éstos no sólo
es parte de su íntimo ciclo, sino que también forma parte del ciclo de vida
de los peces que los capturan para su sustento.
En nuestro país las eclosiones están marcadas por
el desarrollo y emergencia de varias especies de insectos al mismo tiempo, a
la vez que se desarrollan eclosiones de distintas familias u ordenes.
Este particular esquema se presenta en la mayoría de nuestras aguas
donde la fertilidad del entorno esta por sobre la media. Las
emergencias son regulares aún cuando no siempre son continuas, en
ocasiones son muy pronunciadas y de importancia pero rara vez llegan a ser
masivas. En estas circunstancias es posible observar
emergencias simultáneas de efemerópteras y tricópteras mezclados con
diferentes ordenes o familias de los mismos insectos. Durante este
periodo es regular que una de las especies sea la predominante, lo que no
significa que siempre sea la misma. Esta es la razón por la cual
las truchas de estas latitudes son de una selectividad mediana y responden a
una amplia variedad de imitaciones o moscas, con un margen igual de amplio
en la selección de colores, tamaños y modelos. En estas condiciones la
presentación sigue siendo lo mas importante si queremos que nuestra pesca
resulta efectiva.
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Claro que ésta no es una regla genérica y en ocasiones las truchas se
vuelven altamente selectivas, respondiendo sólo al patrón que imita
claramente su preferencia. Lo normal en estas circunstancias es
que los pescadores traten de utilizar patrones de sofisticados montajes para
revertir sus resultados, una creencia que tiende a confundir la dificultad y
complejidad en el montaje con su eficacia.
Los tricópteros son insectos de gran abundancia en
nuestras aguas y sus eclosiones aseguran una nueva cantidad de
alimento para los peces y una buena pesca para los pescadores.
Importante es tener presente, que en su mayoría, las eclosiones de
estos insectos se desarrollan en las últimas horas de la tarde y el desove
lo realizan temprano en la mañana o al amanecer. El ochenta por
ciento de los tricópteros depositan sus huevos en la superficie, no lo
hacen de un golpe, sino mas bien en series, saltan sobre el agua de un sitio
a otro. Un grupo menor desovan por debajo del agua, y para ello los
tricópteros adultos deben romper la tensión de la superficie y nadar bajo el
agua para depositar sus huevos.
El ataque de las truchas a los tricópteros se
produce de manera rápida y violenta. No es de extrañar que muchos de los
peces salten fuera del agua para alcanzarlas, pero no siempre es así,
y las salidas se deben a que las pupas emergen con gran rapidez y la trucha
que la persigue no tiene oportunidad para frenar o retroceder y se
precipitan fuera del agua en su persecución a alta velocidad.
En una oportunidad me encontraba pescando en un
cercano río cercano a nuestra ciudad junto a otros amigos del Ríos del Sur,
hacia fines del mes de Abril. La tarde se encontraba algo nublada y
en el río no era posible apreciar señales ni de insectos ni de peces.
La lluvia había estado amenazando toda la tarde y pronto descargo un breve
chubasco el que cambio radicalmente la temperatura del agua y pronto comenzó
a desarrollarse una gran eclosión de tricópteros de color claro, algo mas
temprano que lo habitual para este río, las truchas entraron en actividad,
y comenzaron a atacar con decisión a estas presas que bajaban arrastradas
por la corriente y que comenzaban a dejar con dificultad el agua para volar.
Exceptuando a los odonatos, la generalidad de los
insectos acuáticos presente en nuestro país, durante su etapa alada
son pobres voladores, y los tricópteros en particular tienen un despegue
lento del agua, con un vuelo a baja altura donde en más de una oportunidad
se precipitan al agua mientras se fortalecen sus alas para lograr su primer
vuelo que los alejará del peligro.
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Helk Hair Caddis |
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Henryville Special |
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Little Brown |
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Folilco Caddis |
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Las condiciones eran óptimas para realizar una pesca fácil, el sector no era
de mucha profundidad y la corriente era más bien suave, una orilla perfecta
para lanzar, cómoda, despejada de obstáculos y fácil vadeo. El comienzo de
esta eclosión de tricópteras era otro elemento que se sumaba a mi favor,
así que sin perder mas tiempo até una mosca a mi leader, imitación similar
a las que estaban emergiendo del agua, la Helk Hair Caddis, patrón montado
con pelo de ciervo de muy buena flotabilidad y él cual se adapta
favorablemente a casi todas las circunstancia como las de aquella tarde.
Lancé cuidadosamente con la intención de hacer correr mi mosca en forma
libre de arrastre río abajo, pero la corriente hizo que el patrón dragara.
Para evitar el arrastre de ésta, ajusté un poco mi lanzamiento, procurando
que la línea no cayese completamente extendida, así podría ganar unos
cuantos centímetros más de libre deriva de mi mosca, lo que en ocasiones es
suficiente para provocar el ataque de una hambrienta trucha.
Todo resulto bien con el casting y ahora sólo era cuestión de poner la mosca
en un punto donde pudiera tentar a uno de los peces que se alimentaban para
cobrar mi primera captura, después de intentar un buen rato debí aceptar que
no había tenido ningún éxito con esta estrategia. Me quedaba claro que la
presentación era la adecuada por lo tanto decidí cambiar de mosca por otra
imitación de una caddis adulta, esta vez fue el turno de la Henryville
Special, pero los resultados no fueron distintos. Probé con la Little Brown
y otras imitaciones de tricópteros adultos sin que los peces se sintieran
atraídos en lo más mínimo por lo que les ofrecía.
No es normal que las truchas ignoren estas imitaciones de tricópteros en
estado adulto, ya que todas son de excelente productividad en nuestras
aguas, así que los peces debían estar alimentándose de otros insectos, lo
que no me era evidente. Entonces até una pequeña Adams muy conocida
imitación de efemeróptero adulto y aún así los resultados no fueron mejores
que con las imitaciones de los adultos de caddis. Estaba seguro de que
las truchas esa tarde se alimentaban de tricópteros alados, pero no podía
entender por que no respondían con un ataque a sus imitaciones.
Mientras revisaba mi caja de moscas me pregunte que podría estar asiendo
mal, pronto mi vista se fijo en una pequeña imitación de caddis montada
sobre un anzuelo cubierto con seda naranja, cuerpo de hackle gris y un par
de antenas de tallo de pluma, montaje extremadamente simple y que había
confeccionado tiempo atrás para pescar en un pequeños riachuelo camino al
pequeño poblado de Máfil y al cual he llamado Folilco Caddis. No tenía
nada que perder y pensé que si otras imitaciones mas exactas habían fallado
tal vez ésta imitación más bien genérica, podría motivar a los peces para
atacar, y así fue, unos cuantos minutos después que la mosca tocara el
agua una poderosa trucha cogió con fuerza la imitación y comenzó a escapar
en una frenética carrera corriente abajo, exhausta abandono la lucha y
termino en mis manos para ser libera. Supuse que la suerte había tenido
mucho que ver con la captura, pero luego de lanzar nuevamente la Folilco Caddis a las aguas, otras nueve truchas atacaron la imitación, las que se
tradujeron en un total de seis nuevas capturas.
En general los montajes clásicos como la Helk Hair Caddis, Henryville
Special y la Little Brown recrean a adultos de tricópteros en estado
estáticos sobre el agua, con sus alas abatidas sobre el cuerpo.
Aquella tarde, la abundancia de caddis tratando de abandonar la superficie del
agua, saltando de un lugar para
otro sobre la superficie, a la vez
que agitaban sus alas tratando de ganar ese primer vuelo, para los peces
deben haber parecido una gran atracción al ver esta abundante actividad
fuera y muy cerca de la superficie, por lo que imagino que estos tricópteros
en vuelo se convirtieron en su objetivo de ataque. El montaje en palmer de
la Folilco Caddis debe haber recreado en forma muy realiza el movimiento
de las alas de estos tricópteros que trataban de conseguir altura, por lo
que sus ataques fueron seguros y violentos a este particular montaje.
El día había llegado a su fin y la oscuridad comenzó a ganarle a mi
entusiasmo, así que me retiré del lugar en compañía de mis compañeros de
pesca y mientras me cambiaba de atuendo pensé el las palabras que me dijera
en una ocasión don José Moreira, experimentado pescador y dueño de una
pequeña tienda dedicada a la pesca con mosca en la ciudad de Santiago :
"Para tener éxito
en la pesca, no es importante que la imitación sea de tú gusto, sino que le
guste a los peces". Supongo que eso había ocurrido durante esa tarde.
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