Para nadie es un misterio que Chile en uno de los grandes
productores de salmón a nivel mundial. En los últimos
años este negocio ha sufrido una fuerte caída producto de la
denominada "crisis sanitaria y financiera de la industria acuícola",
una consecuencia directa de las masivas mortalidades de los peces en
los centros de cultivos afectados por el virus ISA, lo que impedía
abastecer de manera regular los mercados de consumo internacional.
Este fue un gran traspié para las economías regionales.
Hoy en día, esta industria lentamente comienza a ver la salida de
esta crisis amparado en un plan de trabajos, a mediano y largo plazo, con
medidas orientadas por las autoridades en conjunto con las empresas
asociadas a la industria salmonera para asegurar de mejor forma la
producción en cautiverio de todos los ejemplares de la familia Salmonidae.
Con tantos centros de cultivos distribuidos por los ríos, lagos y
hasta en el mar, no es de extrañar que se produzcan escapes desde
las jaulas donde son criados estos peces. Muchos de
estos ejemplares mueren al llegar a un ambiente hostil donde deben
enfrentar depredadores, enfermedades, la falta de alimento
artificial y la presión de los pescadores artesanales para
capturarlos, así como a los propios pescadores en carácter de
deporte, los que ven en los escapes una oportunidad de realizar capturas fáciles e
interesantes.
Los efectos de estos escapes son muy complejos de analizar, ya que
los peces provenientes de los centros de cultivos llegan a competir
por territorio y alimento con los salmónidos asilvestrados. No
obstante, de alguna forma estos escapes aportan una pequeña población
que logra adaptarse para vivir lejos de las jaulas y logran
reproducirse, mejorando la población de peces residentes, así como
también se transforman en un indiscutible aporte genético.
Por distintos motivos, varias de estas cuencas donde se cultivan
peces no tienen salida al mar. La principal razón para ello,
es la construcción de represas para la generación de energía
eléctrica. Estas construcciones impiden el paso de los peces
durante el período de su reproducción (peces anádromos) cuando estos
retornan desde el mar hacia las cabeceras de los ríos donde han
nacido, así como también limitan las migraciones de los ejemplares que
necesitan ir al mar para crecer y alimentarse en aguas abiertas.
Los peces que logran adaptarse a estas condiciones son conocidos
como "Salmón de Encierro", y aún cuando no parece un ejemplar de
gran calidad deportiva, es sorprendente la fuerza que desatan y
desbordan al tratar de liberarse una vez que se ven atrapados al
alzuelo. La captura de un ejemplar de varios kilos de estos
salmones es una lucha donde un pescador deportivo se verá forzado a
poner en práctica todas sus destrezas para lograr la tan preciada
captura.
Los salmones de encierro en nuestro país siempre están dados por la
adaptación de ejemplares como el salmón Coho (Oncorhynchus kisutch),
el salmón del Atlántico (Salmo salar) y los King salmón o
salmón Chinook (Oncorhynchus tsawytscha). En Argentina ocurre
algo similar con el Salmo salar sebago del lago Traful, el que
cumple su ciclo de vida completo en agua dulce y el cual es otro
claro ejemplo de la adaptabilidad de los salmones encerrados.
Siempre que he tomado la empresa de capturar algunos de estos peces,
he corrido con mucha fortuna. Eso gracias a la información
siempre fresca de cuáles son las condiciones de los ríos, cuál es el
estado de las aguas y el proceso en el que se encuentran las
migraciones de los salmones encerrados. Estos son
datos de gran ayuda para lograr la captura de estos peces, ya que no
siempre están dónde uno cree o cuándo uno estima.
La pesca de los salmones de encierro es una tarea de grandes
complejidades, donde un equipo adecuado resulta indispensable.
Yo siempre recomiendo una caña poderosa del número 5 ó 6.
Líneas de hundimiento rápido Sinking o Sinking Tip IV
y V. Carretes con frenos fuertes de manera que
puedan detener la huida de peces muy fuertes y rápidos. El
leader de 9 pies de largo es una pieza clave en la configuración de
este equipo, así como los tippet fuertes 0x y 1x.
Para preparar una caja de moscas apropiada para esta pesca se debe saber
que los salmones de encierro son peces de una gran voracidad, los
que atacan preferentemente a otros peces de menores tamaños y
grandes crustáceos, los que son su principal fuente de alimentos
para los salmones de encierro. Dado a lo anterior, una
caja equilibrada para esta pesca en la que incluye los streamers
tales como los Bead Head Woolly Bugger en colores negro, café y
verde; Marabou Muddler en colores negro, café y
verde; Zonker en colores negro, púrpura y verdes; Leech
Woolly Bugger y Rubber Leg Bugger; Pancora Gray Special y Egg
Sucking Leech Woolly.
El salmón de encierro es una especie muy poderosa que entrega
grandes satisfacciones a los pescadores que asumen la empresa de
obtener la captura de algunos de estos ejemplares. Estar bien
preparado para enfrentar estos peces ayuda mucho cuando se está
expuesto a los elementos del medio, donde no siempre se dan las
cosas como se esperan. Esta es la parte más difícil de esta
pesca, lo impredecible de estos peces y su particular forma de vivir
en hábitat que no son los suyos de origen, pero en los que han
logrado adaptarse para prosperar.
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