Pesca: Artículos, Notas, Historias y Reportajes

  La Vaguada - Flyfishing, Outdoors & Outfitters

   
 

 

 
     Escrito por:  Ricardo Ordoñez D. 
     Imágenes y contactos:  Ricardo Ordoñez     rordonezdiaz@yahoo.es
 

    En el tiempo que lleva funcionado nuestro club hay algunos momentos y situaciones que se han convertido en "actos solemnes".   Uno de estos es la tradicional salida de pesca con la cual, año tras año damos inicio a la temporada, y otra muy semejante es la excursión con la cual cerramos esta época.  Esta última es muy concurrida, ya que por alguna razón todos tenemos algún motivo para asistir, quizás la sensación de no poder acercarse al río para hacer uso de nuestro equipo de pesca, durante los siguientes seis meses que dura la veda, sea tan poderosa que nos lleva como peregrinos al río y provoca una alta convocatoria por parte de los socios de nuestro club para participar de este tradicional día de pesca.

     La fecha estuvo marcada por la lluvia, la que comenzó a caer una semana antes del primer domingo de mayo y que nos recordaba que la temporada estival estaría próxima a su fin.   Conociendo el clima de nuestra  región, ubicada en la entrada norte a la patagonia Chilena,  sabíamos que no estarían las condiciones climáticas para viajar tan lejos con la intención de cerrar la temporada de pesca del 2004-2005.   En una reunión anterior, habíamos acordado que la salida de cierre se haría si o si, sin existir posibilidad alguna para demitir de este decisión, así que los encargados de planificar la excursión tuvieron el cuidado de buscar un lugar cercano y con buena pesca para visitar ese día.  Finalmente el lugar escogido para esta ocasión fue el río San Pedro.

     Por varias razones el río San Pedro posee un valor especial para nuestro club,  cercano a la ciudad de Valdivia, es uno de los ríos mas grandes del sur de Chile, su belleza no tiene comparación y en sus aguas se esconde una abundante y sana población de truchas.   Puede que este río no se encuentre entre los lugares de alta concurrencia para la pesca comercial de nuestro país,  no obstante,  los que vivimos cerca de éste, sabemos que en sus aguas todo es posible y que una jornada de pesca aquí se puede traducir en un día lleno de adrenalina luchando con fuertes farios y arcoiris.   El río San Pedro todos los años ve modificado su caudal, producto de las grandes crecidas de las lluvias invernales y las aguas de los deshielos en tiempos de primavera, por lo que sus riveras nunca se presentan igual de un año para otro, esto obliga a que los pescadores que acostumbran a visitarlo, lo observen con cuidado para descubrir el mejor lugar donde se ha de refugiar uno de sus trofeos.    Sin duda que este río olvidado y de bajo perfil, para otros intereses,  sigue siendo uno de los mejores de nuestra región a la hora de hacer un balance de los resultados de la pesca en cuencas de gran caudal.  

     La noche anterior a nuestro día de pesca llovió de manera torrencial  y el comienzo de nuestra jornada no fue diferente.  Nos reunimos muy temprano tratando de evitar quedar empapados antes de tiempo,  a medida que avanzábamos hacia nuestro destino la lluvia no se detuvo y no habían señales para ello.  Con el propósito de mantener algo de ropa seca y antes de dirigirnos al río, pasamos a cambiarnos a la cabaña que amablemente nos facilitara un buen amigo de nuestro Club, refugio que se encuentra ubicada en el sector "La Laguna",  camino al río San Pedro.  Una vez cambiados de atuendos, con nuestros equipos listos y las cañas armadas nos movilizamos hasta el lugar de pesca, momentos después nos encontrábamos vadeando lentamente  el río, tratando de atrapar las primeras piezas de la jornada.

     No cabe duda que pescar en estas condiciones es una experiencia inolvidable, ya que la lluvia favorece sobremanera las posibilidades de lograr un buen resultado, siempre y cuando el río no se encuentre bajo los efectos de grandes crecidas.  La lluvia es un factor que influye de manera positiva en una jornada de pesca.   La lluvia  y el viento  arrastran una buena cantidad de alimento a las aguas, insectos de origen acuático y otros de origen terrestre son arrastrados al caudal, donde los peces los esperan atentos para atraparlos.  La lluvia produce continuos cambios de temperatura en el agua del río que favorece el desarrollo de las eclosiones  de una gran variedad de insectos y debido a la misma razón los peces se encuentran mas activos para tomarlos.  Las gotas de lluvia que golpean la superficie del agua también la oxigenan, permitiendo que los peces cuenten con mayor cantidad de oxigeno para su metabolismo.  En estas condiciones los pescadores no se ven forzados a mantener el acostumbrado silencio de los días despejados y debido a la menor cantidad de luz de los días nublados se producen menos reflejos en el agua, por lo que los peces se sienten más confiados nadando cerca de la orilla o muy cerca de la superficie del agua.    Son muchas las "buenas razones" para pescar en días con estas condiciones climáticas, así que sólo debemos hacernos el ánimo, vestirnos adecuadamente y no dejar que la lluvia nos impida disfrutar de un buen día de pesca.

     Durante todo la mañana y las cinco horas que duró esta jornada, se presentaron continuas eclosiones de  efemerópteras,  tricópteras y grandes dípteras.   Unos pocos minutos de pesca fueron suficientes para lograr las primeras capturas, las que se fueron incrementando una vez que todos los pescadores entraron al agua y comenzaran a ser gala de sus mejores imitaciones, lanzamientos y  presentaciones.   Un buen observador podría sacar muchas conclusiones de esta diversidad en escena, ya que se encontraban personas pescando con líneas de flote, hundimientos y otras con tip de hundimientos.   Algunos pescaron con streamers, muchos con ninfas y otros con emergentes.   Se pueden obtener muchas conclusiones, si lo que queremos es mejorar los resultados de nuestra pesca, esa es una de las ventajas de pescar en grupo,  la mayoría de las personas no valoran esta posibilidad,  pero aquí está,  la hemos probado, sabemos que funciona y la hemos aprendido a cuidar. 

     Las moscas más productivas fueron las ninfas Prince, Pheasant Tail, Stone leg of rubber, Hare´s Ear y larvas Caddis en colores verde y café claro.  Dado las condiciones de continuas emergencia,  las moscas del tipo "emergente" resultaron muy efectivas y patrones como la Soft Hackle, la Sparkle Pupa y la Cripple lograron engañar a un buen número de peces.  Los streamers tuvieron momentos de alta productividad y moscas como la Woolly Bugger en color café y verde oliva, Zonker y la San Pedro Bugger fueron verdaderos comodines que demostraron por que nunca deben faltar en tu caja de moscas, toda vez que visites este río.

      Sin lugar a dudas, este día de pesca se convirtió en una de las mejores jornada que ha realizado nuestro Club, la cual  tiene varios méritos que destacar, ya que pese a las fuertes lluvias de la noche anterior logramos una alta convocatoria de socios y aún cuando la lluvia no dejo de caer durante toda la mañana,  la pesca estuvo muy productiva y entretenida.  Todos o casi todos los asistentes lograron la captura de una y más piezas,  siendo cuatro las capturas promedio por pescador.  Sobre el noventa y siete por ciento de los peces fueron devueltos a su medio en buenas condiciones, demostrando gran vigor una vez liberados,  este promedio es muy alto considerando que en esta jornada se lograron  sobre cincuenta capturas.   Los peces capturados fueron mayoritariamente truchas marrones,  siguiéndolas en número las truchas arcoiris y en menor grado los pejerreyes Argentinos.   El tamaño de las piezas, para el caso de las truchas, varió entre los 700 gramos  a los 1,8  kilogramos y  los pejerreyes  del orden de los 300 gramos, todos los peces muy fuertes y luchadores. 

     En esta oportunidad pudimos entregar instrucciones a tres pescadores nuevos del club,  dos en etapa de mejorar su casting y presentación,  y un tercer integrante que se encuentra en su etapa inicial, siendo esta su primera pesca con equipo mosquero, el cual le fue facilitado por los compañeros del club.    Esta experiencia nos fortaleció como pescadores, todos tuvimos la oportunidad de apreciar una variedad de técnica con resultados diferentes.   La camaradería fue siempre una fortaleza que estuvo presenta en toda la jornada y que nos permitió compartir a ratos una grata conversación a orilla de este río de aguas mágica.    

     Durante las primeras horas de la tarde se detuvieron las picadas y comprendimos que era hora de retirarnos del lugar para dejar que el San Pedro y sus peces descansaran de nuestra presencia.  Del lugar específico donde estuvimos pescando he de guardar reserva para mantenerlo en justa custodia.    Este río olvidado por muchos pescadores nos recordó lo cerca que se encuentra de nuestra ciudad un  paradisíaco rincón escondido,  en donde disfruta de un inolvidable  día de pesca.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 
 

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