Calmo y tranquilo es el despertar en la ciudad Valdivia. El sol
lentamente gana altura, mientras sus primeros rayos de luz rompen el
alba, tras los cerros cercanos a este centro urbano del sur de Chile.
Junto al despertar de la ciudad, comienza el recorrido de los
vehículos que trasladarán a todos los integrantes de nuestro Club que
formarán parte de esta expedición. El río San Pedro este día tendrá
visitantes; el lugar escogido para pescarlo se encuentra oculto,
río arriba, más allá de donde llegan los visitantes esporádicos, aún mas
arriba de donde llegan los caminos, pues aquí no existe mapa que
indique el lugar con una X. En este lugar el río evoca el edén, aquí
se refugia entre coihues, ulmos, canelos, tepas, notros y arrayanes;
árboles añosos que se hacen acompañar de helechos gigantes; nalcas de
gruesos tallos, abundantes y tupidas quilas. En este paraíso, acogedor e
impenetrable, el río entrega su canto de agua a sus viejos amigos de
las tierras aledañas. Tranquilo y generoso, el San Pedro en estas
latitudes corre, alberga y da refugio a grandes truchas, las que se
encuentran ajenas a los peligros de los depredadores irracionales. En
estas aguas prístinas y cristalinas disfrutan y gozan de una rica
oxigenación y una importante cantidad de alimentos.
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El río
San Pedro, nace en el lago Riñihue. Su origen es glaciar, de una
longitud aproximada de 77 kilómetros de largo y 3 kilómetros de ancho, se
ubica a unos 100 kilómetros al noreste de la ciudad de Valdivia. En
su recorrido por el valle central es alimentado por innumerables
pequeños ríos y esteros tributarios, entre los que destaca el río Quinchilca. En sus riberas se ubican varios centros urbanos, siendo la
ciudad de Los Lagos el más importante.
Unos cuantos kilómetros río abajo se encuentran las comunidades
ribereñas de Purey, Antinhue, Pishuinco y Huellelhue. Desde éste
punto, ahora con las aguas más calmas, el río San Pedro, se interna
majestuoso, tomando el nombre de río Calle-Calle (conocido por nuestros
ancestros como río Ainilelfü), para llegar a la ciudad de Valdivia; mas
tarde al poblado costero de Niebla, donde vacía sus aguas en el Océano
Pacífico, corre con el nombre de río Valdivia.
El San
Pedro es uno de los ríos más importantes para la pesca deportiva en la
región de Los Lagos. Su largo recorrido por la Provincia de Valdivia, en
dirección este a oeste, lo convierte en un río que ofrece un número
importante de atractivas alternativas para desarrollar la pesca deportiva.
El azul zafiro de sus aguas, guardan celosamente, una importante cantidad de
truchas arcoiris (rainbow trout) y truchas fario o marrones (brown trout),
las que encuentran refugio en este torrente generoso, que en los años 1960,
diera vida a una de las historias naturales mas trágicas en nuestro país: el
gran riñihuazo. Ahora en paz, el San Pedro nos recibe de forma amable para
entregarnos un regalo de sobrecogedora belleza, la que cada año modela a su
gusto, con las grandes subidas de las aguas invernales.
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El río San Pedro posee un gran número de sectores ribereños donde se puede
acceder con relativa facilidad, siempre en el afán de desarrollar una buena
pesca deportiva. Sin embargo, motivados por el espíritu aventurero de los
socios del Club de Pesca Ríos del Sur, -- en la búsqueda de nuevos
lugares poco visitados e inexplorados--,un pequeño grupo de avanzada
llegó hasta el desagüe del Lago Riñihue para realizar una jornada
de pesca de dos días. Una vez allí, y antes de tomar la decisión
de quedarse en este lugar, al revisar la cartografía se percataron de la
existencia de un pequeño sector río abajo, en la ribera sur del curso, al
cual se podía acceder sin problemas, por encontrarse despejada su ribera
del impenetrable bosque nativo del lugar. La decisión de
encontrar éste sector fue espontánea. Varias horas
más tarde, después de atravesar varios potreros, cerros, pastizales y
bosques, se encontraron con un paraje de ensueño, que sólo el gran
río San Pedro es capaz de modelar y crear.
Con la ruta reconocida y trazada, se planificó la visita con todos
los socios del Club. El viaje comenzó al alba, y después de una
hora y media de viaje, los vehículos quedaron atrás. Era el momento
de continuar a pie; ahora dependeríamos de nuestra condición física,
de nuestro ánimo y de la impaciencia por llegar a pescar. Como siempre, el
buen humor acompañó a los caminantes en esta jornada, los que
disfrutaron de un paraje sobrecogedor, el que, por cierto, ayudó a que
el peso de las mochilas y otros bultos fueran más livianos. No
faltaron los accidentes menores como costalazos y resbalones, producto
del rocío y la humedad del lugar, sin mayores consecuencia para
los afectados, afortunadamente.
El
río San Pedro se caracteriza por poseer una rica biofauna en sus
aguas. Esto hace que sus truchas encuentren aquí una gran cantidad de
alimento. Pero para acotar algunos hitos, es necesario detenernos un
momento en la alimentación de los peces. Los habitantes menores del
San Pedro y que forman parte de la dieta de las truchas, la
componen principalmente tricópteras en sus distintos estados ( Caddis en
estado larval - emergente - adulto). Muestras recientes realizadas a
las truchas del sector, han determinado una relativa constancia en la
frecuencia de los grupos de alimentos básicos, entre los que se
encuentran las tricópteras, con la mas alta frecuencia, seguido en
importancia de un artrópodo de origen endémico, conocido comúnmente
como Pancora de Agua Dulce y por último de pequeños peces. Entre
los alimentos secundarios y accidentales se encuentran coleópteros
terrestres y dípteros; en menor frecuencia otros insectos y
crustáceos. Al identificar las diferencias en la dieta de los peces,
entre primavera-verano y otoño-invierno, el resultado mostró que la
dieta es similar para ambos períodos.
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Case Caddis |
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Larva Caddis |
Estos datos
son de gran importación al momento de preparar el contenido de
nuestra caja de moscas,- dirigida a una jornada de pesca en el
río San Pedro-, puesto que no pueden estar ausentes, las imitaciones
de caddis, pancoras y pequeños peces.
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Caddis
larva Electric – Lawson´s |
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Caddis
Larva - LaFonraine´s |
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Bead Head
Caddis Pupa |
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Elk
Caddis Asulta |
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Flash-A-Buggers |
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Bead head
rubber legs woolly bugger |
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Zonker |
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Muddler
Minnow |
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La llegada a la ribera del río estuvo marcada por la visión de las
aguas de un profundo color esmeralda. Era una invitación abierta a la
pesca con mosca; momento adecuado para cambiar los atuendos y comenzar la
jornada. La actividad de los pescadores comenzó a las ocho de la
mañana y se extendería hasta la seis de la tarde; con un breve alto
para almorzar y comentar los entretelones de la pesca. Todos sabíamos
que no faltarían los sobrepasados de entusiasmo que se escaparían río
abajo para conocer mejor el sector; y por supuesto, para buscar los
mejores sitios donde lanzar sus moscas al agua. Unos cuantos minutos
bastaron para comprobar la veracidad de esta vieja tradición de
pescadores; de su entusiasmo en exceso, que forma parte de un común y
silencioso ritual entre estos hombres que siguen sus viejos instintos,
absortos por el silencio y por el viejo embrujo de las aguas.
La transparencia de las aguas del San Pedro, provocan imágenes que no
siempre reflejan la realidad. Esta masa líquida, que a primera vista
pareciera de menor profundidad, y el exceso de confianza anotado, hizo que
varios socios zozobraran en sus aguas al no dimensionar adecuadamente
cuanto internarse en el cauce del río.
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Estos hechos anecdóticos, propios del calor de la jornada, sirvieron
para determinar las características de las líneas más adecuadas para
pescar en este lugar. Los mejores resultados se consiguieron con la
líneas Lazer 444 y el shooting taper, una línea sinking III obtuvo
excelentes resultados, logrando un violento ataque de una arcoíris de
unos tres kilos, motivada por un patrón de Zonker de color verde,
imitación de un pequeño pez que se asemeja a los peces del lugar.
Una vez clavado el azuelo, la arcoiris al verse atrapada nadó río arriba,
dando grandes saltos fuera del agua, dispuesta a liberarse de la
mosca y de su captor; una lucha sin igual que dio lugar a una
inolvidable y hermosa captura de éste ejemplar.
Cerca del medio día y no muy lejos del lugar donde nos reunirnos
para almorzar, uno de los pescadores que lanzaba en uno de los
pocos remansos que dejara el río, logró una certera clavada de una
fario de casi dos kilos de peso, apoyado por una línea shooting
taper, con una bien lograda imitación de pancora, patrón de
una Woolly Bugger color café. La trucha de gran musculatura,
en una rápida carrera, arrancó en dirección contraria a la
línea, sacando varios metros de backing y después de varios minutos
de fuerte lucha y tensa espera, el ritual culminó con la rendición de la
hermosa trucha café (Fario trutta).
Otras imágenes y fotografías :
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