Cuando decidimos tomarnos unos días de descanso junto a mi familia,
no dudamos en seleccionar a Lican Ray como destino. Ubicado en el
extremo sur de la Región de la Araucanía, y a orillas del lago
Calafquen, esta zona es un área privilegiada para las actividades
turísticas y centro de gran importancia y de muchas actividades para
el descano y el aire libre. Parte de mis raíces familiares están
ligadas a esta maravillosa tierra del sur de Chile y cada vez que
regreso, también me significa rememorar recuerdos imborrables, los
que sin duda fueron forjando gran parte de mis valores y de las que
también me vieron nacer como pescador.
De
regreso al río Llancahue:
El río Llancahue nace de los faldeos del volcán Villarrica, recorre
por una valle encajonado hasta llegar al valle abierto que une los
lagos Calafquén y Pellaifa. En su recorrido se junta con el río
Pellaifa, el que nace en el lago del mismo nombre, y desde este
punto en adelante siguen ambos su recorrido con el nombre de río Pellaifa, hasta desembocar en las aguas del lago Calafquén.
Este río es el que me vio nacer como pescador. Aquí realice mis
primeras salidas de pesca con tarro y coligue, cuando tenía tan sólo
10 años y en la compañía de mi papá y abuelo. En aquella época muy
poca gente vivía en la zona, se podían recorrer parajes casi
vírgenes. La pesca en aquellos años era muy buena e increíblemente
se podían tener capturas diarias de 20 a 30 truchas Arcoiris y
Fario, las que en promedio lograban tallas entre los 800 gramos a 1 kilo, y
en las mejores salidas, trofeos de hasta 9 kilos, como una de la
piezas que pescó mi papá en una de aquellas excursiones. Mi mejor
trofeo en esas aguas, fue una trucha arcoiris de aproximadamente 4
kilos.
El río tiene características geológicas muy variadas entre su tramo
alto y su tramo de valle, pudiéndose encontrar termas naturales en
algunos puntos y a orillas del río.
La nostalgia que me produce ir cada vez a este río es grande, se me
vienen a la mente aquellas largas caminatas junto a mi viejo, las que
podían durar horas entre bosques milenarios, todo para lograr tomar
un punto alto del río y de ahí en adelante bajar pescando hasta el
lugar de partida, y mi abuelo quien con mucha paciencia se dedicaba
a ponerme la carnada en el anzuelo.
La pena que me produce ir al río cada vez también es grande, al darme cuenta
que la pesca ya no es lo de aquellos años. Ahora debes recorrer
mucho para obtener una captura como la que hice en mi última visita.
La zona se ha casi triplicado en población urbana (localidad de
Coñaripe cercana al río y que se encuentra a 25 minutos de Lican
Ray) y rural, por lo que la carga de pescadores, tanto invierno como
verano, es excesiva. Además hay sectores con mucha basura. De hecho,
el día que fui de pesca, sólo en la mañana encontré a 6 pescadores
locales recorriendo el río, los que no practicaban la pesca con
devolución.
Estoy seguro que si se cuidara esta zona el río Llancahue podría volver a ser
lo que fue antes de los años 80, un paraíso de la pesca.
Si usted visita la zona, le recomiendo que en verano la pesca la
realice con imitaciones de saltamontes o Hopper, es infalible. Como
también lo son las larvas Caddis, y ninfas de Stoneflies y Mayflies. La variedad
de fauna entomológica es abundante en este río, y las posibilidades
de pescar alguna pieza interesante, siempre está latente.
Consultas a: La Vaguada - Flyfishing, Outdoors &
Outfitters -
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