Escrito
por: Ricardo Ordoñez -
rordonezdiaz@yahoo.es |
Fotos e Imágenes: Ricardo
Ordoñez y Adolfo Rademacher |
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Los días finales del verano, seguido de los que dan inicio al
otoño, están marcados por numerosas migraciones de grandes truchas y
salmones en las frías aguas del sur de Chile. Esta época
resulta un momento muy especial para intentar la pesca de grandes
peces que comienzan sus remontes por los ríos para alcanzar sus zonas
de desove. El factor más importante para aprovechar una
oportunidad como ésta, es estar en el lugar correcto cuando los
peces están en el río, lo que prosigue para capturar una buena
pieza, depende de su destreza y de las horas que invierta para
lograr su objetivo.
Estar en el lugar correcto, en muchas ocasiones depende de la
posibilidad de contar con datos fiables del estado de los ríos y la
conducta de los peces, de
no obtener esta información de fuentes fidedignas, contar con un
buen guía resulta el segundo factor de mayor importancia para una
pesca exitosa. Por eso cuando nuestro buen amigo Claudio Kanisius nos invitó a pescar, sabíamos que algo interesante se nos
venia en nuestra visita a la zona de Puyehue, en la región de Los
Lagos.
Claudio es una persona muy especial, deportista por vocación,
gran amante de la naturaleza y un extraordinario pescador.
Vive en el pequeño poblado de Entre Lagos, una ciudad ubicada en los
márgenes del lago Puyehue y a escasa distancia del Parque Nacional
Puyehue. Gran parte de su tiempo libre lo dedica a actividades
al aire libre, siendo la pesca deportiva la que concentra su mayor
interés. Viviendo en un área tan privilegiada del sur de Chile no es extraño que
Claudio conozca todos los secretos de la pesca por esos lugares.
Así que cuando nos avisó que fuéramos a pescar con él, sabíamos que
aquel día podía convertirse en una jornada para recordar por largo
tiempo.
El viaje comenzó temprano. Salimos de Valdivia a las 04:30 AM
y llegamos a Entre Lagos a las 07:30 AM. La mañana estaba
oscura y nublada. Durante gran parte del viaje estuvo
lloviendo. Claudio nos estaba esperando en la puerta de su
casa, donde nos invitó a tomar un reparador desayuno y nos contó de
las posibilidades de pesca que teníamos para ese día.
Quedamos en las manos de nuestro guía y a las 08:30 partimos con
rumbo al Parque Nacional Puyehue para pescar un río que Claudio
conocía muy bien.
El día despejó y a las 09:30 comenzamos a caminar por un sendero a
orillas del río, en busca de las mejores correntadas y pozones del
sector. El sendero seguía por un camino mixto entre
pedregales, pastizales y huellas de tierra compacta. La mañana
estaba fresca y un bosque tupido a la distancia sellaba un marco
ideal para vadear las aguas de un río montuoso de la Patagonia
Norte.
"Vamos a comenzar aquí" fueron las indicaciones de Claudio, y aunque la correntada que nos señaló no me pareció un lugar tan
apropiado, no dude en seguir las instrucciones de nuestro anfitrión.
Bastaron unos cuantos minutos y algunos lanzamientos para lograr
el primer pique y cobrar el primer "salmón", con lo cual
también nos quedó en claro que estábamos en la compañía de alguien
que podía leer estas aguas como la palma de su mano.
El salmón era
un hermoso JACK de unos dos kilos.
El Jack es un ejemplar juvenil de salmón Chinook. A
diferencia de los grandes Kings que regresan del mar, al agua dulce
para desovar y morir, luego de pasar entre 5 a 8 años en el océano,
los Jacks son ejemplares que retornan al agua fresca entre 1 a 3
años antes de lograr sus mayores proporciones y tamaños, como lo es
un salmón Chinook adulto. Estos también cumplen con el ciclo
que les impone la naturaleza, por lo que desovan y mueren. Si
bien son grandes salmones migratorios, a diferencia de los Chinooks
adultos que no se alimentan una vez que entran a lo ríos de agua
dulce, el Jack continua alimentándose de lo que encuentra en los
ríos por donde avanza. Esto transforma a los Jacks en
ejemplares muy interesantes para los pescadores de mosca, ya que
estos juveniles de king responden muy bien al ser pescados con
moscas. Los Chinooks adultos atacan las moscas por agresión e
irritabilidad, mientras que un Jack lo hace de forma muy similar a
la conducta de una trucha agresiva y cazadora.
Seguimos pescando río abajo, vadeando pequeños brazos del río y
pescando los pozones y correntadas más prometedoras, profundas y con
agua en movimiento. Rato más tarde fue el turno de Adolfo de
cobrar otro hermoso Jack en un pozón que tenía 2 entradas de agua.
En este lugar los piques se fueron sucedidos uno tras otro, pero los
salmones lograban soltarse antes de llegar a nuestras manos.
Seguimos vadeando río abajo y esta vez fue mi turno de cobrar uno de
estos salmones migratorios. El pique fue en la cabecera
de un pozón donde entraba una correntada de agua fría. El
pique fue rápido y seguro, y aun cuando el ejemplar no era tan
grande como los anteriores, esta fue una buena prueba para confirmar
la resistencia de mi caña ECHO Carbón número 5, de 4 tramos.
En la corredera que proseguía al pozón de mi anterior captura,
Claudio y Adolfo lograron pescar otros dos Jack de buenos tamaños y
gran fuerza. El más grande lo obtuvo Adolfo. Era un gran
salmón que dio una fuerte y rápida huida corriente abajo, tratando
de huir por un rápido de aguas bajas. Utilizando una buena
técnica para detener el escape de este fuerte pez, fue fundamental
para lograr su captura.
Con esta increíble pesca habíamos completado gran parte de nuestras
expectativas del viaje, pero de igual forma seguimos pescando
río abajo. Logramos otros piques sin que estos se concretaran
en captura. Cada nuevo pique renovaba nuestro entusiasmo y
perspectivas de los peces que se encontraban en el fondo de aquel río de
aguas rápidas y frías.
Como a las 15:30 PM el clima comenzó a cambiar y la amenaza de lluvia fue
transformando en algo más latente. Esa fue la señal para
que decidiéramos regresar
al lugar donde habíamos dejado el auto para comer algo y esperar que
la lluvia se detuviera antes de comenzar nuestra segunda jornada de
pesca. La lluvia no se detuvo y a insistencia de Claudio,
regresamos a su casa en Entre Lagos para almorzar. Allí
pudimos disfrutar de un exquisito almuerzo de carnes y longaniza de
la zona, en la casa de nuestro amigo y con la grata compañía de su hermosa
familia.
Regresamos a Valdivia avanzada la tarde, algo cansados por
levantarnos de madrugada, pero con la grata satisfacción que entrega
pescar tan espectaculares peces y en un lugar tan hermoso como lo es
el entorno del Parque Nacional Puyehue.
Para pescar la zona de Puyehue: La zona que comprende el
área del Parque Nacional Puyehue posee varias alternativas de pesca. Entre
estas existe la posibilidad de pescar lagos, ríos esteros y
varias lagunas. La pesca aquí tiene características muy
particulares, por lo que si nunca ha visitado la zona antes, es recomendable hacerse asesorar
por un guía de experiencia que conozca el estado de aguas y las
condiciones de la pesca. Jonatan Muñoz Lara es un
reconocido Guía de la zona y cuenta con basta experiencia atendiendo
pescadores deportivos. Lleva trabajando varios años en
este lugar, por lo que también cuenta con la confianza de la
administración de varias empresas hoteleras del área que envían a
sus clientes para pescar con él.
Jonatan es un gran amigo y colaborador incondicional de La Vaguada.
Si quiere contactarlo para pescar en la zona, puede hacerlo en el
siguiente teléfono: 09-6557653. También puede escribirle al
correo electrónico chinoock_80@hotmail.com.
Consultas a: La Vaguada - Flyfishing, Outdoors &
Outfitters -
www.lavaguada.cl
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contacto@lavaguada.cl
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