La oportunidad de desarrollar una salida de pesca, por dos o más
días, sin lugar a duda, es uno de los sueños mas añorados por los
devotos que practican y se sumergen en las pasiones de la pesca
deportiva y del mundo outdoor. La particularidad del año pasado
estuvo marcada por las intensas lluvias, que se dejaron caer en
el período de primavera y gran parte del verano, lo que trajo como
consecuencia que los ríos y lagos del sur de Chile, se
encontrara con una gran cantidad de agua, haciendo que la pesca se
volviera lenta, a la espera de mejores condiciones del clima y del
estados de las aguas, pues esta inusual invernada en época
estival, también generó retrasos en las eclosiones de los
insectos, hecho que muchas veces dejó en jaque a los que practican
la pesca con mosca.
La lluvia en verano permite que el sur tenga un encanto especial,
pues la lluvia no logra entumecer las ganas de gozar de un
paisaje sobrecogedor que abriga un sin número de alternativas para
disfrutar junto a nuestras familias, lejos del tumulto y del caos
vehemente de los grandes centros urbanos. Así disfruté mis vacaciones
éste año, dejé mi equipos de pesca en casa, guardados para mejores
días y me dediqué por completo a mi querida esposa Cecilia e hijo
Joaquín, para recorrer juntos la zona de Puerto Montt, Llanquihue,
Todos Los Santos, Petrohué y Cochamó, con una particular vestimenta,
mezcla de pantalones cortos y parka. Unas bellas vacaciones que
hemos de recordar por largo tiempo.
Un par de días antes de volver al trabajo Jaime Parra y Fernando
Colliano, socios de “Rios del Sur”, me invitaron a pescar por unos
días en por la zona de Llanquihue y Petrohué. Sin duda el
recuerdo de mis vacaciones familiares tocaron fuerte en la ausencia
de la pesca por esos días y sin pensarlo dos veces accedí a
participar de esta expedición.
Equipados Para Quedarse
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Un excursión que involucra un par de días pescando, nos obliga a
una preparación especial de los pertrechos, pensando en cubrir todas
las necesidades que se nos puedan presentar lejos de nuestro closet
donde guardamos nuestros equipos de pescas, más aún, si involucra
la posibilidad de pescar en cuerpos de aguas de diferentes
características ( lagos, esteros, pequeños ríos, grandes ríos, etc.)
Antes de revolver todo nuestro closet, es recomendable detenernos a
analizar la ruta a cubrir pensando en que tipo de condiciones
enfrentaremos nuestra pesca. Esta determinará el tipo de caña, carretes,
líneas, líder, tippets y moscas que no podemos omitir. Llevar dos
equipos de similares o parecidas características, no es una idea
descabellada, pues un involuntario accidente nos puede dejar sin la
caña adecuada para pescar ese increíble río perdido al final del
mundo. Ahora con todo nuestro equipo básico listo, será el momento
agregar el traje de pesca, zapatos, chaleco, gorro, gafas polarizadas,
polar, parka, corta líneas, pinzas para sacar anzuelos, aceite para la
flotabilidad de nuestras moscas, indicadores de pique (Strike Indicador
), plomadas tipo munición (split shots), termómetro, chinguillo, un
cortaplumas y por último y lo mas importante, nuestra Licencia de
pesca.
Llevar un kit básico de atado de moscas, es bastante útil, hay
ocasiones en que las truchas simplemente no están dispuestas a tomar
nuestra mejor imitación, pues sólo están comiendo los particulares
insectos del lugar y nuestro kit de atado podrá salvarnos de
quedar mirando como las truchas se alimentan con indiferencia de
nuestras moscas traídas desde nuestras casas. Además, éste nos dará
la oportunidad de confeccionar algunos patrones, en compañía de
nuestros amigos de viaje, un panorama entretenido para las noches
en la carpa o junto a una tibia fogata.
Destino en la Ruta Sur
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Saliendo de Valdivia, nuestro primer destino fue el Lago Llanquihue.
Aquí haríamos nuestra primera jornada de pesca y, aprovechando que en la
ruta se encontraba la ciudad de Osorno, nos detendríamos para
visitar las tiendas de artículos de pesca con mosca que se
encuentran allí. Tal vez recordaríamos algún pertrecho importante que
hayamos omitido y sería la oportunidad de comprarlo.
La noche nos encontró camino al Llanquihue, por lo que decidimos que la
primera jornada de pesca, comenzaría en las primeras horas del día
siguiente. El alba nos descubrió con los pies en el agua y casteando
frente al sublime encanto de un paisaje sin comparación. Nuestra pesca
se concentró en un sector donde desembocaba un pequeño estero en el inmenso
lago Llanquihue.
Pescar desde la orilla en el lago, es un gran desafío que pone a prueba
toda la capacidad de un pescador, y gran parte de la fórmula para una
pesca exitosa, se encuentra en la elección de un equipos para tales
condiciones. Un quipo número 6 ó 7, de nueve pies de largo,
bien balanceado con una línea de hundimiento uniforme, sinkin tip ó
shooting taper de 120 a 220 grains, es más que suficiente para
enfrentar a los peces que habitan en el lago. En cuanto a los moscas
más productivas es común el uso de grandes patrones de streamers. Sin
embargo y aprovechando que nuestra pesca fue desarrollada en la
desembocadura de un pequeño estero, esta vez la capturas fueron con
imitaciones de grandes ninfas de stonefly, variando en tamaños entre
los números 6 al 8, y las emergentes de mayfly, en tamaños entre los
números 8 al 10, algo bastante inusual, pero que respondía a las
condiciones del momento.
Nuestro siguiente destino seria el Lago Todos los Santos, de origen
glaciar, forma parte del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, y al vaciar
sus aguas de color turquesa, da origen al río Petrohué. Aquí hicimos
un alto para revisar las condiciones del río y aprovechar de
pescar unos cuantos kilómetros río abajo de su nacimiento, en un
pequeño sector que siempre ha entregado resultados interesantes si
de pescar con ninfa se trata. Finalmente y durante las últimas
horas de la tarde, nos desplazamos río abajo, camino al estuario de
Reloncaví, hacia el sector de Arenales, una playa que ofrece una
excelente oprtunidad para realizar una pesca de vadeo, y en el cual nos
quedamos durante la noche, aprovechando hasta los últimos rayos del
sol para pescar en los pequeños brazos del río Petrohué. Este
sector se encuentra en una gran planicie, donde la fuerza del
torrente forma con sus aguas, varios pequeños ríos que corren
lateralmente al curso principal, para finalmente formar un único cuerpo
de aguas, algunos kilómetro más abajo, antes de llegar al mar.
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Estos brazos del gran Petrohué, se presentan con un caudal correntoso
pero de poca profundidad, lo que permite realizar una entretenida
pesca con ninfa, utilizando líneas sinking tip y una pesca algo mas
técnica con líneas floating. Para la pesca con mosca seca este sector
presenta características ideales, sobretodo en las últimas horas de la
tarde. Un equipo liviano será el adecuado para pescar en estas
condiciones, por lo que una caña de número 4 ó 5, de 8 ó 9 pies de
largo, se acomoda a las condiciones del sector.
Estos brazos albergan poblaciones de truchas Arcoiris y Farios,
piezas que por lo general promedian los 800 gramos. Sin embargo,
buscando los sectores adecuados, con una técnica básica de lectura de
agua, es posible capturar ejemplares de uno o más kilos. Las mosca
con las que obtuvimos mejores resultados, fueron ninfas y emergentes de
mayfly y para la pesca con mosca seca, los patrones de mejores
resultados de fueron las mayfly y caddis adulta.
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Al día siguiente, nuestra jornada se concentró en el Río Petrohué,
desde las primeras horas de la mañana. Este río ancho y caudaloso, vacia
sus aguas en el estuario de Reloncaví, donde es posible encontrar
remansos, pozones y correntadas de varios niveles. Las condiciones de su
torrente, al igual que el tamaño y fuerza de los peces que lo habitan:
Farios, truchas Arcoiris y salmones Coho, Salar y Chinook, hacen
necesario pescarlo utilizando un equipo del número 6 ó 7, de 9 pies de
largo, bien balaceado con líneas de hundimiento rápido de 120 a 300
grains. Este también, sería el momento oportuno para pescar
utilizar montajes de streamers, dado las características de este río y sus
habitantes menores, los que forman parte de la dieta de los grandes
peces del Petrohue. El resultado fue inmediato, utilizando un patrón
de Zonker y recogiendo el primer lanzamiento, una gran trucha lanzó
un poderoso ataque a esta imita-ción, la que luego de varios minutos de
lucha fue posible cobrar una hermosa marrón de aproximadamente un kilo
y medio de peso. Pero el Petrohué nos guardaba otras sorpresas y
durante el correr de las horas, fue posibles hacer otros capturas, que
fueron menores en números a las expectativas trazdas para esta jornada, y
que por el contrario, sobrepasaron larga-mente, las emociones de
enfrentar a peces tan fuertes, luchadores y poderosos como los
habitantes del Petrohué.
Para desarrollar una pesca optima en este hermoso río, es necesario
contar con una embarcación adecuada para trasladarse a los sectores
más prometedores, los que son innumerables a lo largo de su caudal.
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Poder conservar este río es un trabajo que demanda urgencia, sobre
todo aquellos lugares donde es posible acceder en forma terrestre.
Durante nuestra visita al sector de Arenales, fue posible apreciar
bastante basura inorgánica, dejada por visitantes descuidados y
egoístas, situación muy lamentable y que nos hace reflexionar sobre la
importancia de visitar estos lugares con algo mas que deseos de pasarlo
bien, proyectando su cuidado para las generaciones futuras que han de
gozar de las bondades de este sector. Un trabajo en el cual
debemos profundizar en la conciencia de sus visitantes, haciendo una
invitación para no dejar huellas de nuestros pasos. El río Petrohué
es utilizado para trabajar por un número importante de operadores
asociados a los deportes outdoors, y aún cuando en este sector
existe mucha gente preocupada de cuidar el río, haría falta mayor
responsabilidad y compromiso por parte de estos operadores para desarrollar
un trabajo de limpieza y control.
Nuestro último destino antes de volver a Valdivia, fue la Laguna Cayetué,
ubicada al interior del parte Vicente Pérez Rosales, en el extremo sur del
lago Todos los Santos y aproximadamente a unos veinticinco kilómetros de
Ralún. Esta laguna posee las condiciones ideal para realizar una pesca
técnica y reposada entre los juncos, internandose desde su orilla a pie
en la laguna o flotando sus aguas en un float tube. Llegar al Cayetué
exige un poco de esfuerzo, pues no existe camino por el cual se pueda
acceder con vehículos hasta la misma laguna. Se puede acceder a este lugar
navegando a través del Todos Los Santos y por el lado sur, camino a
Cochamó, el acceso es a pie.
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Una caminata de aproximada-mente una hora, siguiendo la huella de un pequeño
estero, por un paisaje sublime y sobrecogedor, entre tupidos bosques
nativos, donde predo-minan ulmos, canelos, coihues, arrayanes, tepús y una
amplia variedad de musgos y helechos. Las riberas del Cayetué,
cubiertas de juntos, ofrecen sectores altamente productivos y los cuales
guardan una importante población de truchas marrones y arcoiris. Para
enfrentar esta pesca, un equipo de similares características usado en
los pequeños brazos del río Petrohué, se acomoda perfectamente a estas
condiciones. Por otro lado y de mayor relevancia, son las moscas
que se deben utilizar, pues los habitantes menores de los juntos y
presa habitual de los truchas del sector, son mayoritariamente, las
ninfas de libélulas ( damsel ) y alguaciles o matapiojos ( dragonflies ).
Este recorrido por el Lago Llanquihue, lago Todos Los Santos, Río
Petrohué y Laguna Cayetué, nos ofreció la oportunidad de disfrutar de la
belleza y tranquilidad de parajes únicos, característicos de las rutas en el
sur de Chile y a su vez enfrentar la pesca en cuerpos de agua en forma
exitosa, reconociendo que cada uno de estos lugares posee características
particulares que es preciso considerar en la planificación de nuestro
derrotero.
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