Como pescador con mosca, a pesar de haber tenido la suerte de haber pescado parte del sur de Chile y la Patagonia extrema, en la Región de Magallanes, siempre me es un poco nostálgico recordar las pescas en la región de la Araucanía, ya sea porque es motivo de reencuentro con los amigos de años, o por el sólo hecho de estar pescando en las alturas de Los Andes, entre las araucarias. Realmente faltan palabras y sobran los pensamientos para manifestar esa sensación de pescar ahí.

      En la comuna de Lonquimay pueden encontrarse un sin número de escenarios distintos para la pesca con mosca, desde pequeños esteros perdidos en medio de la cordillera, rodeados de araucarias y coirones, hasta grandes ríos, como lo es el río Bio-Bio, adornado en sus riberas por largas franjas de sauces y de paisajes patagónicos. Para aquellos que gustan de la pesca en float también pueden encontrar su escenario ideal, por haber lagunas y lagos que forman parte de ese escenario paradisiaco.

      Como amante de la pesca mosca, disfruto de la pesca fina y un poco técnica, donde la pesca se hace mayoritariamente a pez visto y con equipos livianos (por lo que la pesca de lagunas la Araucanía me la voy a saltar, para otro capítulo ! ), donde es vital el sigilo, la presentación delicada y precisa. Y para esa pesca, también hay cabida en Lonquimay. Dependiendo del río que se aborde en la zona, se puede hacer una pesca con ninfas de stonefly, y de mayfly mayoritariamente (además de sus contraparte adultas), ayudados con splitshot para profundizar más rápido e indicador de pique para acusar la tomada y llegar donde están las truchas puestas tomando su alimento, ya que en un spring creek en particular cuyo no nombre y ubicación prefiero no revelar (debido a la fragilidad que tiene ese lugar, y para cuidarlo de los furtivos del lado oscuro de la fuerza, que siempre están al acecho de lugares para depredar) se da una pesca muy técnica, en la que la gran mayoría de la pesca es a pez visto, pudiendo vaciar tu caja de moscas y no pinchar ninguno de las truchas que vez.

      Por lo que es tremendamente importante, una vez que detectas al pez, observar un buen rato, analizarla en sus movimientos y tratar de identificar que alimento están tomando, ya sea en superficie, o bajo ella y determinar la altura dentro del perfil de agua en el que se mueve. Es una pesca muy desafiante y entretenida, en la que pone a prueba todos tus conocimientos de pescador con mosca.

      En este sector de Lonquimay el entorno es alucinante, estas pescando en el reino de las araucarias, donde el visitante se siente microscópico por la potencia del entorno. Es posible ver abundante fauna, desde pumas (si tienes suerte) hasta distintas especies de aves (Patos, pájaros carpinteros, Avutardas o algún Cóndor) .  Así que además de andar con los ojos clavados en los peces, también hay que disfrutar del paisaje y sus sorpresas.

      Para los que gustan la pesca en ríos de tamaños importantes, se puede ir de cabeza a pescar el Bio-Bio. Acá se podrá realizar una pesca con streamers y a fondo tratando de levantar alguna trucha grande que esté cazando su alimento. La configuración del río y su entorno te hace sentir que estas pescando en ríos patagónicos de la región de Aysén o trasladarte al río Malleo en Argentina ( Pero NO!, estás en la región de la Araucanía! ). El río Bio-Bio presenta en verano grandes eclosiones de caddis y mayfly, por lo que es crucial llevar en tu caja imitaciones de ellas en estadios larvales, adultos y emergentes. En gusto personal, este río en particular, prefiero abordarlo entrada la tarde, pescando por la orillas de los sauces con mosca seca, presentando la mosca desde el centro del río hacia la orilla.

      Los steamers que andan bien en este río, son el Zoo Cougar, las Wolly de color verde oliva, Eggs Sucking Leech, imitaciones de pancoras, por nombrar algunas; presentándolas en los grandes pozones y en largas correderas que se forman en la deriva del río. También andan muy bien las emergentes de Mayfly, emergentes de caddis, ninfas de odonatos, y ninfas de Stonefly. 

      En cuanto a qué equipo usar, les recomiendo un equipo #5 y tippets 3X, para enfrentar el río de buena forma, con líneas de flote y de hundimiento de punta, y así poder aprovechar tanto las eclosiones que presentan en el río, como al mismo tiempo tratar de buscar el trofeo del viaje cerca del fondo imitando alguna de las especies forrajeras de las que se alimentan las truchas. Para pescar los esteros cordilleranos, un numero #3 y tippets finos (4x hacia arriba) es ideal, ya que por lo astuta de las truchas, con una numeración mayor, sería como pescar a piedrazos, y sólo verías de lejos a los peces.

      Para resumirles y no aburrirlos con este relato, les recomiendo que visiten esta región y la recorran, visitando los distintos cursos de agua (spring creeks, ríos nacidos en gélidos glaciares, pequeñas lagunas, o grandes lagos) y lo más importante, "cuidémosla".  Lamentablemente el Dydimo también llegó a esta zona de la cordillera de Los Andes, por lo que debemos extremar nuestras medidas de precaución, para no propagar esta plaga en los demás cuerpos de agua de la zona.