Hace años que la idea de pescar en el río Limay estaba anotada
en mi agenda, era cuestión que se diera la oportunidad para
visitar este mítico río. La oportunidad se presentó cuando un
amigo me contó que viajaría a pescar a la zona del Limay Medio,
una flotada de dos días con base en Piedra del Águila. Las
cosas se dieron y viajamos juntos a pescar. En
Piedra del Águila nos esperaba Mariano Srur, gran guía de pesca
con mosca y ahora nuevo amigo.
El Limay es famoso por la buena pesca, especialmente hacia fines
de temporada donde la pesca se centra en las grandes marrones
migratorias.
Asi es.!!! truchas marrones migratorias del tipo "potamodromas",
es decir de las que realizan migraciones dentro de agua dulce.
Presenta un típico color plateado y algunos reflejos azulados,
el plateado lo van perdiendo mientras remontan en aguas poco
profundas y van tomando el típico color y pintas de las farios
residentes de río, al parecer un efecto de la luz sobre la
melamina de su piel define el color característico de estas
migratorias.
En este caso las migraciones van desde lagos
artificiales de hidroeléctricas a ríos con aguas más oxigenadas,
con el objeto de desovar. Es conocida la gran plasticidad de la
especie salmonídea salmo trutta, la encontramos como residentes
de ríos, residentes de lagos y que desovan en orillas oxigenadas
por el oleaje, truchas farios anádromas y este tipo de trucha
migratoria de agua continental.
La vigorosidad que presenta este tipo de trucha la hace
altamente atractiva para quienes disfrutan de la pesca
deportiva, la verdad es que desconozco si es una condición común
a toda trucha migratoria del tipo potamodromas o en particular a
las truchas del río Limay, el cual posee un caudal regido
artificialmente de acuerdo a las erogaciones de las represas (la
vigorosidad de las truchas farios anádromas es indiscutible).
Sea cual sea la razón, es impresionante sentir como la tomada de
las truchas frenan el brazo mientras descendemos el río pescando
desde nuestra embarcación, un bote del tipo drift fabricado en
Argentina
(botesdellimay) muy cómodo y de fina construcción.
Reconozco la dificultad de pescar el río Limay medio en que pese
a realizar una bajada embarcado, los lances debían ser exigidos
en distancia, lo cual significaba un gran control y manipulación
del running. La idea es lanzar los 100 ft de la línea con buen
control de deriva y presentar la mosca en la correntada de la
mejor forma posible. Es altamente recomendable llevar líneas de
profundización rápida del tipo Shooting Taper, en mi caso use
dos equipos de acuerdo al tramo del río enfrentado, Caña 6wt/wet
tip express 200 gr y caña 8wt/outbound I8S8. Las moscas?, del
tipo
streamers forrajeras tradicionales y
forrajeras de bucktail.
Aun así la suerte no me acompañó el primer día, perdí truchas
con espectaculares tomadas e incluso perdí una hermosa marrón al
lado del bote, que me cortó un tippet 0x. No así mi compañero
de viaje quien gozó de la buena pesca desde el primer día.
Al segundo día mejoró mi mano y suerte. Sin embargo, la balanza
se cargó a combativas arcoiris, que si no es por el copo con
balanza de Mariano me hubiesen llevado a pensar que eran más
pesadas, jejeje!!! Una vez más, la teoría de que las
erogaciones mantienen en forma a las truchas del Limay cobra
fuerza.
En realidad y aunque nunca llevo la cuenta de las truchas que
pesco, pues lo considero de mala suerte, estoy seguro que en el
segundo día fueron no menos de 10 capturas, más "n" que se me
soltaron en la recogida y "n" tomadas vigorosas.
Pero, entre la necesidad de volver a lanzar rápido y aprovechar
la corredera, más la agilidad de Mariano de asistir con su copo
la captura y liberación, poco me dediqué a sacar fotos. Por
otro lado, rescato el profesionalismo de Mariano Srur no sólo
como bogador y Guía Experimentado, si no como amante de su
profesión que se observa en el cuidado y manipulación de las
truchas, evitando exponerlas al aíre y siempre manipulándola en
el chinguillo/copo y bajo el agua.
Por ultimo, tuvimos una pesca con importantes
piezas de percas boconas ( Percichthys colhuapiensis) que
fluctuaron entre 1 a 1,5 kg. lindas y combativas, poco común en
las percas y que por lo mismo nos mantenían engañados hasta que
la teníamos a la vista.
Ahora, antes que terminen la pregunta les
respondo: "Claro que quiero volver...!!!"
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