Tras la erupción en el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle en Chile, del 4 de junio de 2011, la ceniza no ha dejado de emanar ni de dirigirse hacia Argentina, aunque cada vez con menor intensidad. En un primer momento las noticias venidas desde allende los andes eran apocalípticas y auguraban un desastre ecológico para la flora y fauna. Afortunadamente ello no fue así y los ríos paulatinamente han ido eliminando la ceniza depositada, a la vez que transparentan sus aguas y se mantiene un habitad idóneo para que los peces gocen de buena salud. Sin perjuicio de lo cual el daño a la imagen de la zona quedó y no ha logrado revertirse, lo cual se percibe en una enorme merma en la afluencia de pescadores y turistas.

      Junto con las novedades de la recuperación del río Limay me llegaban reportes que indicaban una excelente pesca de marrones migratorias y que estas se habían adelantado en remontar las aguas, pues lo normal es encontrarlas en cantidad y tamaño desde abril en adelante. Fue así como emprendí rumbo a Argentina para pescar con mi amigo y guía Mariano Srur - a la derecha en la foto de abajo - de www.guiasmosqueros.com.ar , cuya operación recomiendo con el aval de alguna experiencia que como pescador creo tener.

      La primera sorpresa, una vez en el río, fue encontrar una gran cantidad de arco iris vigorosas, luchadoras y que superaban los 2 kilos. Un día de pesca estuvo dedicado a esta especie, obteniendo unas 30 capturas y otras tantas que se soltaron. Debo decir que es una frecuencia de pique pocas veces vista y ello ya es un gran mérito, no obstante lo que más disfrute fue la lucha que daban al aprovechar la fuerte corriente propia del Limay medio.

      Sin perjuicio de todo lo expuesto, el motivo del viaje era capturar una hermosa marrón y para alcanzar ese objetivo pondría toda mi experiencia como pescador, puesto que engañar a esos monstruos no es nada fácil y se requiere bajar con la mosca a pesar de la fuerte corriente; una buena deriva; una óptima lectura de aguas; la mosca adecuada; un excelente guía que acomode el bote en los lugares indicados; mucha paciencia; y, después poder dominar a la marrón. No por nada esas farios alcanzan esos tamaños.

      En busca del objetivo anterior, debo haber empleado más de 30 moscas de mi creación y cambiado unas 5 líneas explorando diversas profundidades, cuando, en ese proceso, Mariano coloca el drift boat junto a unas estructuras de piedras y le comento que era el lugar ideal para capturar un trofeo pero que cambiaría la mosca por una con mayor lastre para llegar lo más abajo posible, intuyendo que ahí podría estar la recompensa buscada. A lo anterior contribuía el uso de una línea pesada de hundimiento rápido pese a estar usando una caña N°6.

      Fue en ese instante que la línea se tensó, la caña se arqueó y el freno comienza a trabajar al máximo. Todo lo cual indicaba que se trataba de una gran captura, lo que se corroboró al formarse una especie de remolino por la fuerza del pez y ver asomarse una cola gigantesca que sin lugar a dudas correspondía a una marrón, la cual incesantemente buscaba la corriente para zafarse. Fueron unos 20 minutos de una lucha ardua, dentro los cuales el tiempo pareció detenerse cuando ese monstruo salta un metro fuera del agua y pensé que la mosca sin rebaba se iba a salir, razón por la cual mantuve la tensión necesaria de la línea para que no se desprendiera ni colapsara el tippet 1X. Al ver que todavía estaba supe que ya no la iba a perder, salvo que cometiera algún error.

      Es imposible describir con palabras lo que una captura como esa significa para un pescador, es una experiencia que más se siente que se expresa. Sólo un pescador puede entenderlo y por más capturas que tenga, todas son únicas y especiales.

       Una vez que la tuve en la mano pude disfrutar, una y otra vez, una marrón hermosa que generosamente brindaba el río Limay.

      Resaltar que al verla detenidamente pude observar que en el hocico tenía un anzuelo con triple rebaba y un trozo de nylon doble de 0.45. Lo que debió ocurrir es que un furtivo la pescó con lombriz pero la trucha más astuta enredó el nylon en una piedra y lo cortó, quedándole incrustado el anzuelo y creciendo por meses o años con este como parte de su organismo. Fue así como le retiramos el anzuelo y la devolvimos indemne al agua hasta una próxima oportunidad.

      Respecto a la mosca usada, el peso de la marrón y el sector de la captura prefiero mantener un halo de misterio y así que cada uno se aventure al Limay para forjar su propia historia. Finalmente, el Limay vive como el ave fénix que se levanta desde las cenizas.

Detalles técnicos

> Caña: Orvis Helios 9,6  N° 6

> Línea: Fly Line Orvis Density Compensated Sinking WF clase V (N°7) hundimiento de 5½ "a 6½" por segundo.

> Reel: Nautilus Feather Weight Plus Tippet: Flurocarbono 1X.

> Mosca: Creación propia, sin rebaba.

 

Mariano Srur y su operación Limay Medio

> Web: www.guiasmosqueros.com.ar

> Correo Electrónico: marianosrur@gmail.com