Son muchos los tesoros que la Araucanía aun conserva, y este es uno de ellos, una de esas lagunas escondidas donde sus riquezas tiene forma de Oro Marrón, y aun es posible realizar jornadas de pesca memorables.

     Como es habitual, somos amantes de la exploración, de la búsqueda de nuevos lugares, donde nuestras pescas comienzan en torno a una mesa y un mapa. Muchas veces, mas de las que nos gustaría, terminan mal. Sólo una linda jornada de exploración pero sin grandes pescas, esas son las que no salen en las notas ni en fotos, pero en ocasiones todo se conjuga para dar como resultado jornadas de pesca inolvidables.

     Después de 6 horas de largo viaje llegábamos a nuestro destino bien entrada la noche. Apresurados, montamos el campamento y armamos las carpas, junto a un buen fuego para calentarnos en una gélida noche de finales de Abril.

     Si hay algo que me maravilla de Chile es eso, el poder armar tus carpas donde gustes junto a un buen fuego. En Europa es impensable realizar acampada libre y menos aun encender un fuego.

     ¡ Qué mejor que un buen asado junto al fuego con buenos amigos !.

     A la mañana siguiente nos levantamos alba.  La temperatura era gélida y todo amaneció congelado. Mientras se calentaba el café preparamos los equipos y nos abrigamos a conciencia, ya que el frió te traspasaba como un cuchillo.

     Con las primeras luces pudimos ver nuestra laguna, realmente hermosa y sin una sólo gota de viento.  La jornada comenzaba de forma prometedora.

     Les aseguro que si hay algo bueno bueno en los equipos Vision, son estas medias de lana de merino, son la prenda mas cálida y confortable que he tenido en mi vida, no me meto al agua sin ellas, sea invierno o verano.

     Como les comente en un principio la jornada fue memorable, no solo por la cantidad de capturas si no por la belleza de estas, nada mas entrar al agua conseguí mi primera captura.

     La laguna cuenta también con Trucha Arcoiris, si bien es cierto la población de Farios es la más predominante, un autentico paraíso.

     A medida que fue calentando el sol y aumentando la temperatura la pesca mejoro notablemente y las capturas se sucedían una tras otra.

     Poco se puede añadir a la belleza de estas Truchas.

     He aquí la secuencia de una de los lances mas bonitos de la jornada,  Nico pincho una chancha que le dio una pelea de antología. Increíble lo luchadoras de estas Truchas, durante la pelea que demoro su buen resto, creíamos que era muy grande, ya que en ningún momento se mostró. Buscando el fondo y los palos de la orilla en todo momento. Sólo una vez fuera pudimos comprobar que no era tan grande como imaginamos y si una trucha muy poderosa.

     La mañana fue transcurriendo, la temperatura muy agradable a esta hora y ni una gota de viento, invitaban a seguir adentrándonos en la laguna escrutando sus orillas en busca de sus tesoros ocultos.

     Ya entrada la tarde el viento hizo aparición de forma repentina, haciendo muy difícil el avance hacia el fondo de la laguna donde desagua, por lo que decidimos comenzar el regreso pescando a favor de éste. La verdad que yo a estas alturas ya estaba pagado de sobra, pero la laguna me tenia reservada una sorpresa para el final.

     Secuencia de Nico con otra trucha.

     Mientras que Nico y yo pescamos casi todo el día juntos, Alfredo partió en la mañana hacia el otro lado de la laguna por lo que no supimos de el en todo el día, sólo en la tarde y a consecuencia del viento, cruzo para venir a nuestro encuentro. Al igual que nosotros le había ido fenomenal con la pesca.

     Otra de mis capturas, en esta ocasión dejamos las sutilezas de lado y la pesca la realizamos casi exclusivamente con grandes Streamers.

     Como siempre, devolviendo a nuestras amigas en perfectas condiciones para volver a su encuentro en próxima ocasiones.

     Una de las pocas fotos que pude tomar a nuestro esquivo amigo Alfredo.

     ¿ Me creen cuando les digo que era el paraíso?

     Una de las pocas Arcos que tomaron nuestras moscas.

     Y como dije, el destino aun me deparaba una grata sorpresa como broche de oro para esta jornada. Cuando estábamos cerca del lugar de desembarque, coloque mi streamer junto a un gran árbol sumergido, lugar idóneo para que se apostara alguna buena trucha, casi sin dejar profundizar por las ramas que había comencé a recoger con rápidos tirones seguidos de bruscas paradas. Un pique brutal se sucedió al otro lado del sedal y al instante el dulce sonido del carrete hacia su aparición.  Tratando por todos los medios que no se fuera a las ramas conseguí aguantarla y que cambiara de dirección.  El resto fue cuestión de tiempo que llegara a mis manos.

     Os aseguro amigos que durante una semana no podía dejar de pensar en este día, y aun hoy, no veo que llegue el momento de regresar.  Mientras pasa la larga veda, seguiremos soñando con estos lugares.

     Saludos y nos vemos en el Río!