Para la mayoría de los pescadores que viajan al sur de Chile, y en general a las aguas de la Patagonia, abordar la pesca en un lago implica de forma tácita la necesidad de contar con una embarcación para pescar navegando o flotando cerca de la costa, afrontar la pesca en alguna bahía flotando en un float tubo, desplazarse hasta alguno de los ríos o arroyos que llegan hasta estos cuerpos de aguas para pescar en sus barras, o simplemente tratar de alcanzar el siempre prometedor desagüe de dichos lagos, cuando esto es posible.  No es que estén equivocados en este planteamiento, lo que sí es un error, es pensar o asumir que éstas son las únicas formas de abordar la pesca en un lago, ya que existen varias otras maneras de capturar buenas truchas, tanto o más efectivas que las ya mencionadas, y las que son ignoradas o desatendidas por la gran mayoría de los pescadores.

    Nuestro buen amigo Salvador Alvarado Torres, guía y empresario de la zona de Coyhaique, nos ayudó a descubrir que las buenas truchas no siempre se encuentran más allá del drop off  de los grandes lagos, sino que pueden estar más cerca de lo que ustedes imaginan.  Que no necesitas estar pescando con grandes streamers o moscas atractoras para capturar algunos buenos peces trofeos.  Que la pesca en vadeo, desde la playa de un lago es posible y con buenos resultados, así como que la pesca a la vista en zonas de aguas de baja profundidad es por esencia una de las pescas más atractivas, a las que podrán acceder cuando se esté de pesca en un lago de la Patagonia.

 

Analizando los hotspots a la distancia.

    Después de no más de 30 minutos de un viaje sin prisas desde la ciudad de Coyhaique hasta nuestro destino, pudimos ver desde lo alto de la colina donde nos estacionamos, las aguas de un intenso color azul del lago que iban a pescar esa mañana.  El día estaba soleado y corría algo de brisas.  No demoramos nada en cambiarnos de atuendo para llegar lo ante posible hasta la playa y comenzar nuestro día de pesca.  Con Salvador Alvarado tenemos una relación de amistad desde hace algunos años.  Nos conocimos pescando y ese vínculo nos ha mantenido siempre en contacto.  Salvador es un tipo de gran  personalidad y el que disfruta de la pesca como pocos, y para ser justo, debo agregar que es uno de los guías de pesca más dedicados y lúdicos con los que he pasado mis días en el río.   Tampoco está demás agregar, que cuando Salvador me guió por primera vez en la Patagonia, hice una pesca memorable y de la que sólo tengo gratos recuerdos y palabras de elogios.

    Si hay algo que Salvador conoce a la perfección es la pesca de lagos, y como no, si pasó varios años y temporadas completas escudriñando las estructuras de algunos de los mejores lagos de la Patagonia con sus clientes, por lo que domina a la perfección los caprichos de las truchas que merodean en los flats y aguas bajas de estas cuencas lacustres. 

      Parece una paradoja, pero cuando pasas tanto tiempo haciendo este trabajo, se puede visualizar con claridad lo que ocurre en el agua, sin la necesidad de hacer una lectura metódica del spot.  El instinto prima y como un clarividente puede saber con bastante certeza dónde se encuentran las truchas.  De hecho, y como buen jugador de truco, Salvador me señala con su índice los puntos donde se encuentran los peces: " Allí hay una trucha, la otra está allá y hay otra por acá ".  No es que esto sea una bravuconeada, lo que ocurre es que las truchas tienen un comportamiento similar sobre entornos similares, por lo que su posición en un lago están muy bien definidas y/o marcadas.   Si no le gusta perder, no apueste contra él, ya que seguro perderá.  Este guía conoce a la perfección los hotspots donde las truchas están descansando, o a la espera de una presa, y su tasa de aciertos es altísima.

      Siguiendo este mismo juego de predicciones revisamos la estructura del lago que estábamos por abordar y partimos por los lugares más prometedores:  La entrada de un pequeño arroyo en la playa, los troncos hundidos, las ramas a flor de agua, la vegetación sumergida, las piedras bajo el agua y las manchas producto de los cambios de profundidad en la costa.  Esos serian los hotspots  que abordaríamos.  Le pregunté qué moscas serían buenas para utilizar, y Salvador me respondió "las mismas de siempre, para qué otras si funcionan bien".  Así que me pasó la imitación de un pequeño Scud del N° 16 y nos fuimos directo a pescar.

      Media hora nos costó acostumbrarnos a las condiciones en la que se encontraba la rivera del lago y acto seguido comenzaron a salir las truchas.  Salvador enganchó dos farios de forma seguida y momentos después salieron varias otras marrones y una arcoiris.

      En verdad este día estuvo más que entretenido.  Aún recuerdo el resplandor de esas farios salvajes que no se resistieron a los pequeños Scud de primavera.

 

Cómo abordar la pesca de lagos en aguas de baja profundidad.

    Primero que todo, no vaya directamente a pescar la barra del lago.  Si piensa que las buenas truchas sólo las podrá obtener pescando en el drop off, usted se estará perdiendo la oportunidad de capturar varios y buenos peces que nadan a metros de la orilla.  Las truchas siempre están donde está la comida y si usted lo analiza bien, la mayor cantidad de alimento en un lago se produce es las zonas de baja profundidad, donde el sol penetra hasta el lecho, permitiendo la fotosíntesis, y por lo mismo, el desarrollo de pequeños microorganismos, así como toda una cadena trófica, de  la cual, las truchas son los depredadores más elevados.  Por lo mismo, las buenas truchas siempre están cerca de la costa en busca de un alimento fácil.

    Dado a que en este lugar los peces siempre están expuestos a sus depredadores, las truchas siempre nadarán cerca de alguna estructura que le ofrezca protección y alimento, tal cual lo harían en un río, por lo que mi recomendación es que analice la estructura de la playa que va a pescar antes de entrar al agua, y que aborde la pesca tal cual lo haría en un río de poca correntada.

    Seleccione un sector de la playa en el lago y comience a pescar vadeando en forma muy lenta, avanzando por la orilla de la playa.  Ingrese al agua sólo si es necesario.  Pesque en forma estructurada y lance en un abanico de 90°  sin dejar de llevar su mosca hasta cada estructura visible en la playa: troncos hundidos, ramas a flor de agua, vegetación sumergida,  piedras bajo el agua, espuma flotando en la superficie, manchas que marcan el cambio en la profundidad del agua y vegetación suspendida a la deriva.  Todos estos son hotspots donde hay una alta probabilidad de encontrar truchas buscando alimento.

    Muchas de las truchas que patrullan en zonas de aguas bajas, lo hacen recogiendo el alimento en un rising muy suave o filtrando todo aquello que consideren un alimento posible, por lo que mi sugerencia es que parta pescando con alguna "ninfa".  No es necesario utilizar siempre un streamer o partir con una imitación de Scud.  Puede ser una pequeña ninfa de prospección como una Prince, Hare's Ear u otra que sea de su gusto.  En los sectores de aguas bajas, las truchas tienen una muy buena visibilidad del alimento que tienen a disposición y además tienen mucho tiempo para revisar lo que se llevarán a la boca.  Mientras más natural sea su presentación, su pesca será aun más productiva.

    No importa qué equipo utilice, mi sugerencia es comenzar pensando con línea de flote y un leader largo de 11, 12 o más pies. Eso le ayudará a que sus patrones se sumerjan más rápido y de forma natural.  Presente sus ninfas utilizando un tippet resistente y fino, ideal del 4x.  Evite utilizar ninfas muy pesadas o lastradas, en zonas de poco profundidad, sus ninfas no necesitan sumergirse como si fueran un plomo.  Lo ideal es que bajen rápido, pero sin perder naturalidad.

    Muchas veces usted podrá cazar a las truchas que cruzan por los flats, o aquellas que se encuentran detenidas en algún punto de la playa.  Para ello lance su mosca lo más cerca del área visual del pez, evitando los golpes fuertes de su línea contra el agua, y deje que la trucha se entusiasme con la ninfa que deriva tan cerca de su alcance.  Es posible que la trucha tome su tiempo antes de recoger la mosca, por lo que le recomiendo ser cauto al clavarle el azuelo.  Si la trucha se asusta, le puedo asegurar que no volverá a ver a ese pez.

    Una trucha atrapada cerca de la playa buscará refugio en lo que tenga más a la mano, por lo que los troncos y la vegetación sumergida pueden ser un dolor de cabeza cuando se pelea una trucha fuerte en estas condiciones.  Otra conducta habitual, es que las truchas traten de huir hacia el drop off, donde las aguas son más profundas y oscuras, por lo que sus corridas serán rápidas y muy energéticas, decidida a liberarse del anzuelo que la sujeta.

    Antes de liberarla asegúrese de que la trucha esté completamente reanimada.  Para ello busque un sector con la profundidad adecuada y donde ésta no quede tocando fondo o varada.  Oxigénela por un rato y deje que la trucha logre conseguir su equilibrio con las aletas pélvicas y pectorales, así la trucha podrá volver a ocupar su lugar en el entorno donde la capturamos.

 

Nota Final.     Recuerde que no es indispensable un bote para pescar los lagos del hemisferio sur, ya que existen muchas y muy buenas oportunidades cuando se aborda la pesca vadeando desde la orilla.  Busque los hotspots analizando la estructura del lugar que va a pescar y defina una estrategia, pensándolo como si la playa del lago fuera cualquier otro río de aguas lentas.  Quizás esta no es la pesca a la que estamos acostumbrados en los lagos al norte de la región de Aysén, pero les puedo asegurar que es posible, ya que la he experimentado en muchas oportunidades y en varios spots de la región de Los Lagos y Los Ríos.   Por lo mismo, estoy seguro que tu también puedes vivir esta experiencia.  Sólo tienes que abrirte a las posibilidades que te ofrece cada entorno de pesca, y a lo menos, hacer el intento de cambiar la forma de abordar la pesca en las aguas de estos grandes lagos de la zona austral.     Mucha confianza en tus habilidades y una buena pesca por siempre.