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Escrito
por: Cristian Flandez -
crisfario@hotmail.com |
Colaboración e Imágenes: Alejandro
Moenne_loccoz y Felipe Kunnstman |
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Hace varios años habíamos escuchado historias sobre las enormes
truchas que poblaban algunos los lagos andinos al interior de la
zona del Ranco, claro que para llegar hasta ellos no hay caminos,
sólo senderos para caminatas en una excursión por las cordilleras
asimilable a una muy modesta versión chilena de lo que puede ser un
Discovery Channel. Fue así que llegado el día, cargamos
nuestros rústicos equipos y nos fuimos rumbo a la ciudad de Futrono,
algunas horas después, por fin llegábamos a Riñinahue, tomamos el
camino hacia la zona cordillerana de Rupumeica Alto, la ruta va
bordeando el río Contrafuerte; Los Venados aquí se presenta
perfecto, de correntadas cristalinas y aguas medias con arcoiris de
buenos portes, y aunque sabiendo de esto, seguimos nuestro camino.
Luego pasamos el puente Soto Vio, a aquí hay un cruce hacia
Rupumeica Alto, y otro que va hacia las azufreras o geiser de
Puyehue, se puede ir en camioneta muy cerca de estos fenómenos
naturales por el norte del Cordón del Coulle, dentro del Parque
Nacional Puyehue. Esta zona es de origen volcánico, rodeado
por bosques subandinos, y donde se puede continuar recorriendo por
el sendero de treeking, habilitado precariamente por particulares,
ya que la presencia de Corporación Nacional Forestal (Conaf) es
prácticamente nula. Este sendero de caminata, cruza la
totalidad del parque desde el lago Ranco-Riñinahue, hasta cerca de
la zona de aduana en Pajaritos.
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Río
Melipue |
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Arcoris captura en un río de la zona
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En Rupumeica Alto dejamos la camioneta, y luego de revisar
nuestros waders, equipos, cañas, carretes, moscas, sacos de dormir,
ropa para el frío, linternas, los infaltables cabernet y una
infinidad de cosas más, las que terminaron por sumar algo más de 14
kilos de peso cada uno, recorrimos los primeros cuatro kilómetros
por un camino privado hasta la rivera sur del lago Huishue,
que es donde comúnmente llegan las pocas personas que visitan esos
confines, y de donde están tomadas prácticamente todas las
imágenes del lago Huishue, excepto las nuestras, pues nosotros
llegamos a los pies de una enorme torre cordillerana, donde desaguan
algunos ríos, y donde se emplaza un salto de agua. El
recorrido comenzó a sentirse, el sobrepeso y nuestra falta de
preparación física empezó hacer evidente. El cansancio
nos obligó a detener nuestra marcha con vez con más frecuencia,
pues el pequeño sendero hacia el lago Gris, va subiendo de altura y
pasando por unos lugares paradisíacos, bordeando el valle del río
Melipue. Un primer mallín se nos presentó al borde del sendero
con las primeras lengas que nos indican que vamos en altura.
Bajo los árboles de avellanos silvestres, los rastros de jabalí se
presentan por todos lados, según un lugareño, es común ver estos
animales, los que conviven con la fauna nativa propia de esta zona
montañosa.
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Caminando bajo robles caídos en el sendero hacia lago
Gris |
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Un descanso rumbo a lago Gris
contemplando los bosques |
Pasamos por un puente donde no corría agua pero que durante el
invierno es por donde desagua el lago Huishue. Este cuasi río
se une mas abajo al río Melipue, un fenómeno curioso en la
naturaleza, pues este lago no tiene un río de desagüe permanente, en
tanto que de forma subterránea, mas abajo produciría los llamados
"Ojos del Huishue", algo realmente extraño. Siguiendo el
sendero del Melipue, siempre hacia la frontera con Argentina,
existen hermosos ríos cordilleranos. Los pequeños arroyos de
no más de un metro de ancho, al pisar la turba del borde, hacia que
se movieran las truchitas a gran velocidad. Estos pequeños
arroyos llegan al río Melipue, que a su vez viene de lagunas
cordilleranas. El agua cristalina y muy fría, al parecer
difícilmente alguien a pescado en estos lugares, al menos no hay
registro alguno, aunque sabiendo de la existencia de una laguna con
grandes truchas a corta distancia del Melipue, continuamos la
caminata entre las ansias por llegar a nuestro destino. Las
expectativas de las truchas gigantes que habíamos oído que habitaban
estos lagos andinos, por sobre los siete kilos, que nos contó Felipe
que había visto en una visita anterior al lugar (gracias a él
logramos realizar este viaje, pues conocía la zona, y debo señalar
que si equivoca el sendero es fácil perderse en plena cordillera de
los Andes). llegamos hasta un cerco, que según nuestro
criterio, debe ser el limite del fundo y donde comenzaría la parte
norte del Parque Nacional Puyehue. Comenzamos a subir
siguiendo un angosto camino. Hasta aquí llevábamos varias
horas de caminata y continuamos subiendo una larga cuesta, un
esfuerzo que por mi, hubiera dejado la mitad de las cosas que
llevaba en la mochila tiradas para alivianar el peso, Una vez
en la cima fue que decidimos llegar hasta aquí, y dejar el lago Gris
para otra oportunidad. Estábamos a escasas tres horas de este
lago, pero el cansancio pudo más, las mochilas y equipamiento de
trekeenig inadecuado, nos pasaron la cuenta. Descendimos
entonces a los ríos que desembocan al lago Huishue, cruzando un
bosque de caña de Colihue.
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Un hermoso río cordillerano cerca de lago Huishue |
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Lago Huishue un espejo de agua de
fondo torre de la cordillera de Los Andes |
Lagos Andinos,
Lagunas y Ríos
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Alejandro Moenne_Loccoz en lago
Huishue |
Río Chol Chol, viene de los lagos Gemelos y en tanto el río Blanco
viene del lago Gris, es frecuente que enormes truchas de lago
queden "apozonadas" en estos ríos cordilleranos después del desove,
cuando sus caudales bajan considerablemente. En tanto, nuestro
campamento lo armamos cerca de ahí. Felipe no tardó en
tener los primeros piques, todas truchas grandes; mientas que
Alejandro con su Woolly verde oliva, de los primeros cinco
lanzamientos en la boca del primer río, tubo tres picadas y devolvió
hermosas arcoriris de lago. Ya era tarde y la noche nos
invitaba a comer y beber algo, la felicidad nos embargaba a todos.
Realmente el silencio, el cielo estrellado de verano, la lejanía de
la civilización, reflexionando de los muchos lugares que hemos
pescado en Chile y en Argentina, jamás nunca habíamos tenido
la oportunidad de pescar un lugares casi vírgen, ríos tan limpios
que bebíamos agua directamente del afluente, sin ningún tipo de
contaminación, ni pescadores cerca y con truchas salvajes.
Algo ya muy difícil de encontrar, y lo más perecido a una
piscicultura natural, como lo son estos lagos andinos, de un enorme
potencial turístico no sólo para el flyfishing, si no que para el
treeking, caza mayor, aguas termales, vulcanología, fotografía,
etc.; con cordilleras de bosques vírgenes que se han conservado
ocultas, quizás gracias a lo alejado e inaccesible. La
ausencia de población ha hecho que el Estado no se halla ocupado
esta parte del territorio y su presencia e interés es ellas es nula.
El clima es particular, los fríos son intensos, al punto que tuvimos
que dormir con los waders puestos y muy abrigados; aun así la baja
temperatura se hacía casi insoportable. Debo señalar que
durante el inverno, el área queda cubierta de nieve, como dijo un
amigo, despertamos con la cara llena de risa producto de la helada.
De amanecida Cristian armó su caña número siete y un shoting head de
hundimiento rápido, un par de lanzamientos y ya había captura
la primera trucha de la mañana. Posteriormente clavo otra
enorme trucha y un sólo tirón bastó para que se llevara la Woolly
negra. Hacía varias temporadas que no era testigo que
una trucha cortara el líder, por lo que las expectativas iban en
alza. En tanto Felipe no tardó en tener sucesivos piques
y otra hermosa saludable trucha arcoris fue liberada.
Durante la jornadas de pesca recorrimos los bordes del lago Huishue,
donde incluso pudimos testear truchas a la vista, altamente
selectiva. Alejandro Moenne_loccoz lanzó con línea floating,
pero las truchas no subieron a tomarla. Fue en una de esas
pequeñas penínsulas, donde un truchón me venia siguiendo una Woolly
con patas de goma; debo reconocer que "quedé helado", y que
por alguna extraña razón, lamentablemente no tomo la mosca.
Por desgracias, no llevamos los Float Tube, aquí son
fundamental, ya que este lago es principalmente de acantilado y con
pocas playas.
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Cristian Flandez y trucha arcoris
en una bahía del lago Huishue |
Algo de Historia
A Rupumeica se puede llega navegando o por camino. En la primera
opción hay que llegar al embarcadero de Maqueo por la mañana y cruza
el Lago Maihue y la otra forma es por el camino de tierra Riñinahue-Pocura,
hacia Hueinahue. El sector es muy poco habitado, con un alto grado de
aislamiento, marcado por la tragedia del naufragio de la barcaza de
Lago Maihue que costo la vida a muchos jóvenes, principalmente de origen Mapuche. Otro aspecto, son las anécdotas de sobre pasos
fronterizos como Lipela, poco más al norte por Chabranco por donde en
1949 cruzo a caballo el poeta y pensador Pablo Neruda, huyendo de
Chile por
razones políticas. En tanto el paso de río Hueinahue por Rupumeica,
este precisamente por donde cuatreros y contrabandistas de animales
cruzaban a caballo hacia Argentina, a las estancias de la zonas de
Neuquén para hacer de las suyas, y además, ventas irregular de maderas
hacia Argentina. Un anciano nacido y criado en la zona, nos
relataba que había que tener algo mas que suerte para tomar estas
rutas, pues en más de alguna
oportunidad las tormentas de nieve lo sorprendieron en plena montaña,
sumado a las dificultades de la cordillera , y de las muchas veces
que fueron perseguidos por Gendarmería Argentina, pues traían los
rebaños de animales, y otros contrabandos por las cordilleras, a
través del
paso de río Hueinahue, por un sendero bien marcado, donde se llegaba al
Lago Hermoso y Meliquina. Esta práctica ya desapareció hace muchas
décadas, hoy es sólo el recuerdo de una época dura de este lugar
olvidado de la Patagonia.
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