No recuerdo un momento tan emocionante, explosivo y estimulante que
los segundos que se suceden al ataque de una trucha cazadora a una
mosca imitación de saltamontes o hopper. Si la pesca con mosca
seca es el grado más elevado de esta técnica, la pesca con
imitaciones de estos insectos terrestres, como los saltamontes, debe
ser el gran paradigma que rodea los aspectos más sutiles de la pesca
con imitaciones de moscas que flotan y se desplazan sobre la
superficie del agua.
Los saltamontes, como son llamados comúnmente las langostas
terrestres, son una presa muy apetecida por los peces y muy
particularmente por las truchas. Eso lo aprendí de niño,
cuando acostumbraba pasar mis vacaciones de verano en la casa de un
tío en las cercanías de Lanco, al norte de la ciudad de Valdivia.
La casa de campo estaba ubicada en una pradera cerca de una quinta
con árboles frutales y a escasos metros del río Cruces, en un sector
donde las aguas de este río se caracterizaban por sus correntadas
ligeras con formaciones de largas correderas, rápidos riffles y
profundos pozones de un tono verde oscuro. En el sector la pesca siempre era
buena, el río generoso nos regalaba peleadoras truchas Arcoiris y
Farios con pintones de colores intensos. Mi tío era un hombre
muy agradable, cariñoso, amable y trabajador al extremo. Aun
cuando no era una obligaciones, me gustaba acompañarlo para
colaborar en las tareas que demandaba el cuidado y la mantención de
la parcela. Todas las tardes me tomaba el tiempo para ir hasta
el río e intentar la pesca de las truchas que habían pasa todo el
día sin ser molestado. Para nadie era un secreto que la mejor
carnada que podíamos llevar para tentar a las truchas del lugar, era
los saltamontes que hacían hordas de insectos alimentándose y
saltando entre los pastos casi secos de la mayor parte de las
praderas una vez que ha entrado el verano. Un saltamontes
grande como carnada sobre el azuelo era suficiente para incentivar
el ataque de las truchas. La tomada siempre era rápida y
violenta, al punto que el agua parecía estallar al momento de la
tomada, seguida de una lucha descomunal.
De eso han pasado más de veinticinco años, ya no utilizo saltamontes
vivos como carnada para pescar, y si bien muchas cosas han cambiado
con el tiempo, hay algo que no ha variado con el correr de los años,
como la fuerza incontrolable que encierra el ataque de una
trucha cazadora sobre una mosca que imita un saltamontes flotando
sobre la superficie del agua, y el raudal de emociones estimulantes
que se suceden para retener la huida de aquel pez, posterior captura y
liberación.
La imitación de
un insecto terrestre
El término
"terrestres" tuvo su origen hace unos 50 años,
cuando Charlie Fox lo utilizó para describir a los insectos
desarrollados en la tierra y los cuales por diversas circunstancias llegaban al agua
para transformase en una presa y alimento para los peces.
Charlie Fox y Vincent Marinaro fueron los primeros pescadores que
repararon en el estudio del
comportamiento de las truchas ante insectos terrestres como los
escarabajos, grillos, langostas, hormigas y gusanos. Juntos
descubrieron y desarrollaron esta estrategia de pesca en el famoso
río "Letort Spring Run", el cual se ubica en la parte sur-central de
Pensilvania.
Los terrestres ampliaron las posibilidades para todos los pescadores
que gustan de la pesca con mosca seca, técnica que en la época se
veía limitada a la temporada de
verano y sólo a las primeras horas de la mañana y últimas de la tarde, que
son los momento de mayor actividad para las eclosiones de Mayflies,
Caddiesflies, Stoneflies y Midges. A diferencia de los
anteriores, la pesca con imitaciones de terrestres se lleva a cabo
en la mitad del día, cuando la temperatura del aire y del agua se
elevan, y los insectos terrestres comienzan su actividad sobre las
praderas y la vegetación cercana a ríos, lagos y lagunas.
Muchos factores confabulan para que los insectos terrestres lleguen
hasta las aguas de los ríos. El viento, la lluvia y los saltos
erráticos son algunos elementos que fuerzan la caída a estos insectos hasta la
superficie del agua. Fuera de su elemento, estos insectos se
transformas en presas muy vulnerables, por lo que en estos momentos se convierten en presas
fáciles para las truchas y otros peces cazadores.
Las langostas o saltamontes son insectos terrestres de gran
abundancia y proliferación a lo largo y ancho de todo el planeta.
Las praderas y pastizales son su hábitat natural. En los días
calurosos del verano estos insectos logran su mayor actividad,
transformándose en una de las presas más comunes para las truchas y
otros peces en los ríos que se desplazan por planicies bordeadas o
cercanas a praderas y pastizales.
La pesca con
saltamontes o hopper
Los saltamontes son insectos que pertenecen al orden de los ortópteros, este incluye
saltamontes, grillos y langostas. Aunque no sean insectos de origen acuáticos,
todos
ellos forman parte importante de la dieta
y alimentación de las truchas
durante los meses de verano. En este sentido, hay que aclarar que las truchas no se preocupan de si
su alimento procede del fondo del río o del exterior. Las truchas
ponen especial atención a la superficie del agua y esto hace que los
insectos terrestres sean una importante fuente de alimento, por lo
que no es prudente restarle valorar a la efectividad de este tipo de
moscas e imitaciones. Los insectos terrestres pueden conformar hasta
el 80% de
la fuente de alimentos de una trucha en determinados períodos del año,
especialmente a finales del verano. Los saltamontes soportan bien
las primeras heladas por lo que también es un buen patrón para el
inicio del otoño.
Para utilizar un hopper, que no es otra cosa que una mosca
que imita a un saltamontes, debe tener algunas
consideraciones importantes. En determinados períodos del año
los saltamontes son muy abundantes, por lo que este puede ser un
momento propicio para la pesca con hopper. Si tenemos suerte con el
día y podemos observar que el viento los arrastra hasta el agua, será
un momento ideal para utilizar algunas imitaciones de saltamontes de
su caja de moscas. Los saltamontes generalmente salen de sus
huevos entre diciembre y enero, alcanzando su estadio adulto
hacia mediados de febrero. Su puesta de huevos normalmente se
produce a finales de marzo y principios de
abril. El mejor momento para la pesca con patrones de hopper es en
febrero y principios de marzo, sobre todo durante las tardes calurosas,
ya que son las horas donde logran su mayor movilidad y actividad. Un
hopper es un patrón que no sirva para todos los meses del año, sin embargo
es importante contar siempre
con algunos montajes en la caja de moscas para esos días calurosos
de verano. Mejor es estar preparado para luego no lamentarse
por estar despreocupado.
La presentación de hopper no es una cuestión crítica. El patrón
de saltamontes no requiere de una imitación exacta a los
insectos que se encuentran en la pradera cercanas. Lo
importante es que usted tratar de igualar el tamaño y su color con
los insectos que se encuentran en el entorno. Esto se debe a
que hasta las truchas más selectivas buscan en su
zona de caza la caída de estos insectos terrestres que se encuentra
indefenso en el agua. Los hoppers son moscas grandes, por lo
que usted podrá pescar utilizando líneas de flote con leaders
de 9 y 10 pies de largos, los que facilitan el lanzamiento y
presentación. Los
saltamontes son buenos nadadores y utilizarán sus potentes patas
para intentar salir del agua, de la misma manera que lo hacen cuando
saltan en tierra firme. Este comportamiento lo podemos imitar
pescando en la superficie y recogiendo con pequeños tirones.
Es importante que la recogida de este patrón sea sistemática, por lo
que procure manter una recogida a intervalos con pequeños tirones para después dejar que la mosca
quede quieta
en el agua por unos 15 ó 20 segundos antes de volver a retomar la recogida
a cortos tirones.
Un hopper no requiere de una presentación delicada como es el caso
de otras moscas secas. En la naturaleza la caída al agua de un
saltamontes genera un gran estruendo en la superficie. Es un
insecto grande y pesado, por lo que es natural que se produzca un
alboroto muy notorio al caer al agua. Este
alboroto se repite cuando trata de salir a saltos del agua,
dando saltos con sus poderosas patas traseras. Toda esta actividad
en la superficie es lo que llama la atención de las truchas y otros
peces cazadores, señales inconfundibles de que existe la posibilidad
de tomar un bocado con facilidad. Trate de imitar con su mosca
este comportamiento y tendrá una tomada casi de forma segura.
Tenga presente que todas las orillas con abundancia de follaje son
sectores inmejorables para pescar con una imitación de hopper. La
gran mayoría de los saltamontes que terminan cayendo al agua se
concentran en el follaje cercano a las orillas. Por otro lado,
estas mismas orillas
suelen ser refugio para los peces durante las calurosas tardes del
verano, por lo que son sectores ideales para utilizar uno de estos patrones. En
ríos muy anchos deberá tratar de lanzar su hopper lo más cerca de la
orilla que le sea posible, mientras que en los ríos más angostos las truchas suelen ver los
saltamontes desde cualquier punto del río y estarán dispuestas para
atacar un hopper lanzado en el medio del caudal.
Cuando un saltamontes cae al agua las truchas ven la oportunidad de
una comida fácil. Para engañar a un peces activos, el
lanzamiento de su mosca debe hacerlo siempre arriba de donde éste
espera su alimento y tratando de hacer notar la caída del
patrón cuando este choca contra la superficie. Con este lanzamiento
podrá incentivar el reflejo condicionado de las truchas para que lo tomen
inmediatamente sin observar demasiado la mosca que acaba de poner a su
alcance.
El montaje de
hopper
Existen varios y efectivos patrones para imitar un hopper que puede utilizar exitosamente en
nuestras aguas. Estos son algunos de los montajes que
funcionan perfectamente y los cuales son francamente moscas muy
pescadoras.
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Henry's
Fork Hopper |
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Anzuelo: TMC 5212 # 6 al 14 |
Hilo: 6/0 color amarillo |
Cuerpo: Pelo de alce claro natural
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Bajo-ala: Pelo de alce
color amarillo |
Sobre-ala: Saddle de gallina moteada laqueada
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Cabeza: Pelo de alce claro o natural, el final
forma el collar |
Patas: Patas de goma color blanco o amarillo |
Mechón o indicador:
Poly yarn color naranjo |
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Dave's Hopper |
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Anzuelo: TMC 5263 # 8 al 10 |
Hilo: 6/0 color café |
Cola:
Pelo de alce o calf color rojo |
Cuerpo: Hilado de lana o wool yarn color
amarillo |
Hackle:
Pluma de gallina color café en palmer y
podada |
Bajo-ala: Pelo de ardilla o calf color rojo |
Sobre-ala: Pluma de pavo moteado |
Cabeza: Pelo de ciervo natural |
Patas: Hackle color café cortado y anudado |
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Parachute Hopper |
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Anzuelo: TMC 300 # 8 al 14 |
Hilo: 6/0 color café |
Poste parachute: Calf color blanco
|
Cuerpo: Dubbing antron yarn color café |
Ala:
Pluma de pavo moteado |
Patas: Fibras de plumas de faisán anudadas |
Hackle:
Pluma de gallo castellano o grizzlly |
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Foam Hopper |
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Anzuelo:
TMC 5212 # 6 al 14 |
Hilo: 6/0 color café |
Cuerpo: Foam color amarillo y café claro
o tan |
Hackle:
Pluma de gallina color café en palmer |
Bajo-ala:
Plumas de faisán rojo y amarillo |
Ala:
Pluma de faisán |
Sobre-ala: Fibras de pelo
de ciervo natural - Elk body hair |
Patas: Plumas de pavo anudadas |
Cabeza: Foam color amarillo y café claro
o tan dobladas |
Gomas:
Patas de gomas color amarillo con variantes de
color negro |
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Consultas a: La Vaguada - Flyfishing, Outdoors &
Outfitters -
www.lavaguada.cl
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contacto@lavaguada.cl
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