Era principios de Abril y teníamos un viaje de
exploración pensado hace años con el equipo base de
AITUE, estaba Walter Kuschel y Alex Habibeh como
pescadores y Nicolás Recordon como fotógrafo.
La idea, como siempre, era pescar aguas sin presión,
algunas de estas ya las habíamos mirado antes pero con
resultados bastante mediocres pero teníamos fe con que a
fines de temporada podíamos tener mejores condiciones,
específicamente con las farios que podrían subir del mar
a desovar, ya que el lugar presentaba condiciones
idílicas para esto, además de no tener presión alguna de
pesca.
Nos preparamos con todo el equipo para acampar 3-4 días,
y sin muchas opciones de movernos en el sector por temas
de combustible, ya que el lugar que visitaríamos era
apartado, solo debíamos ubicar el mejor lugar del río
para poder tener movilidad para conocer y pescar lo más
posible. Al llegar, armamos campamento y salimos a
mojar las moscas. El río con muy poco agua, como
nunca antes lo habíamos visto y nuestras ilusiones se
fueron a pique. Como siempre empezamos a buscar excusa,
el agua muy baja, no suben pescados a este río, no tiene
comida, típico río lavado etc.
Llevábamos unas 2 horas río arriba de caminata (que por
estar bajo el río pudimos vadear sin problemas) sin ver
nada, cuando Walter me llama y me dice..."mira estas
truchas...!!!" . Habían como 4 farios grandes en
una correntada formando parejas para el desove.
Probamos con ninfas al principio, nada; después ratones,
nada; después streamers gigantes y nada; streamers
atados en anzuelo 8 y nada. Empezamos nuevamente a
comentar que están muy tarde en la temporada, que no
pican porque quieren sólo desovar y en fin. Nos
fuimos a acostar sin resultados, sólo había capturado
algunas arcoíris pequeñas, pero por lo menos ya habíamos
visto farios grandes, con ese recuerdo y con el fuego al
máximo comenzamos a planear el próximo día.
Al día siguiente partimos al alba directo a la
correntada con técnica nueva, leader de 12 pies y todo
el arsenal de moscas, pero no había ninguna trucha en el
lugar. Seguimos subiendo y llegamos a otra correntada de
buenas condiciones. Vimos varias truchas farios de buen
tamaño y arcoíris, estas últimas se veían comiendo algo
pero no podíamos entender que era, ya casi sin
esperanza pusimos un Egg Sucking Leech morado ( color
que se usa en estas ocasiones de desesperación) y la
primera picada llego en forma inmediata en tan sólo 30
centímetros de agua. Era una preciosa arcoíris muy sana
y gorda. Luego de eso no paramos de pescar durante
todo el día, sacamos muchas truchas de buen tamaño y
sólo un par de farios, hasta que las moscas se nos
acabaron y no picaban con ninguna otra. El día
había sido uno de los mejores en nuestra historia como
pescadores, y las ganas de seguir pescando el lugar eran
ya casi enfermizas, porque vimos truchas de más de 4
kilos en correntadas con agua al tobillo.
Al 3er día ya teníamos todo el sector recorrido y el
pique bajó considerablemente, así que decidimos
arriesgarnos con el combustible y volar río arriba. El
río es muy corto desde donde inicia hasta llegar al mar.
Paramos donde prácticamente creíamos que nacía el río,
que es solo un estero, pero en cada correntada habían
5-6 ó más peces. Terminamos pescando con mosca huevo
pequeñas en anzuelos del 12 y 14, ya que con las
clásicas mosca huevo de salmón no picaban. Sacamos gran
cantidad de arcoíris, algunas de 3 ó más kilos, y
decidimos armar campamento y pasar una noche más en el
sector.
El 4to día ya no quedaba agua por pescar y decidimos
caminar para conocer más y, sorprendentemente, llegamos
a una pequeña laguna de donde nacía el río. Tenía
una estructura perfecta, se veían truchas por todos
lados, pero la temperatura del agua era de 19-20 grados.
Intentamos pero no tuvimos un pique allí, pero a esa
altura ya no importaba, habíamos aprendido algo nuevo en
la pesca en base a la insistencia e intuición. Se nos
abrió otra técnica y otras posibilidades de pesca ya que
para el desove de las arcoíris (creemos) deberían estar
las farios comiendo sus huevos. Con esto nuestras mentes
comenzaron de forma inmediata a planear nuevos destinos
para este tipo de pesca, ya que la conclusión fue que
estaban desovando las farios y las arcoíris comiéndose
sus huevos, y que los pescados deberían vivir en la
laguna, y salen al río para el desove y (esto mismo
debería pasar en primavera con los huevos de las
arcoíris) sólo pudimos pescar un par de buenas farios en
todo el viaje. No estaban interesadas en nuestras
moscas, ni en comer, pero en Noviembre la pesca debería
ser de farios principalmente que están comiendo huevos
de arcoíris, eso en teoría y ahora hay que
comprobarlo..!!
Esperemos que en Noviembre podamos enviar otro reporte y
contarles cómo nos fue con esta tesis.
Buena pesca a todos...!!
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