Antes de hacer cualquier comentario, necesariamente debo indicar que
siempre fui un pescador de ríos, empedernido y porfiado. Nunca ví el
tremendo potencial que tiene la pesca desde un float tube, ya que
como "purista", mis destinos eran ríos pequeños, medianos o grandes.
A ellos llegaba con alegría muchas veces pasando por hermosas
lagunas que me llamaban pero a las cuales nunca acudí.
Esta historia la he escuchado muchas veces de mis amigos pescadores:
(SIC) "Que pescar en lagunas no tiene gracia, que el equipo es muy
caro, que es riesgoso, que las truchas no tienen gracia, no pelean".
Un sin fin y otros miles de otros justificativos para no practicar
esta modalidad de pesca. Lo interesante es narrar cómo
me fui interiorizando y sintiéndome atraído cada vez más por estos
reservorios de agua que tantas sorpresas pueden guardar.
Mi primer viaje a una pesca en laguna, embalse en este caso, fue al
río Lolco. Imposible no recordar el impresionante tamaños y
cantidades de truchas que pudimos lograr sólo pescando en la
desembocadura, y a la vez bastante deprimente, debo decir, no poder
ir donde se movían más las truchas, que era como a 100 metros de
donde podía alcanzar con mi línea, ahí me picó el bichito de probar
los float tube.
Tuve la oportunidad de ir a otras lagunas, siempre con equipos
facilitados por algún amigo y cada vez que salía de ellas me quedaba
un sabor amargo, ¿Cómo me estaba perdiendo esto?.
La solución definitiva o la decisión más bien llego en un viaje al
que fui con mi estimado amigo Andrés, a la laguna San Jorge en la IX
región. Me prestaron un float caddis 2000 tipo picarón, en la
ocasión usé una caña #5, línea de 200 grains y una de flote, las
moscas eran algunas ninfas de odonatos y algunos adultos que me até
tratando de imitar a estos insectos. De hecho Andrés tenía su float
invicto y nuevito (un u-tube), hacía 2 años que lo guardaba en su
bodega y ésta era la oportunidad de inaugurarlo junto a sus gualetas,
las que eran cortas para usar con sus zapatos de vadeo (como se
arrepintió después de una jornada de pesca con ellas), apenas las
sacó le dije, "viejo con esas vas a moverte como tortuga en la
arena".
En mi caso llevé unas ist bora bora que como desventaja tienen la
particularidad que no se ponen con zapatos, nada más, pero a la hora
de desplazarte en el agua no tienen competidor. Mi picarón de
por si tenía cero hidrodinámica pero me servía igual, el problema es
que estaba roto y perdía aire. Lo bueno es que podía inflarlo
a pulmón cuando me veía "algo sumergido". Así que pescamos con
mosca seca en las orillas de las totoras culminando maravillosamente
el fin de semana y acuñando la firme decisión de adquirir un float
bueno que me llevara y me trajera en la laguna de la ocasión, sin
pasar sustos.
A las semanas me llegó un float fish cat 4, básico, el deluxe (con
asientos inflables). Escapaba a mi presupuesto pero uno
siempre se las arregla para comprar un juguete de pesca nuevo.
Además, este tubo cumple a la perfección el objetivo que esperaba,
seguro y totalmente hidrodinámico. Uno queda sentado sobre la
línea del agua y fácil de armar. Ahí comenzó mi dulce vida de
pescador de lagunas. He visitado muchas y en todas, pero en
todas, existe una riqueza que no se puede apreciar desde la orilla.
No deja de maravillarme los trofeos que se pueden obtener. Es
cosa de remitirse a los destinos Coyhaique para ver tremendas
truchas farios de 4 ó 5 kilos que se obtienen en lagunas. Sin
embargo, a pocas horas de Temuco o Los Angeles, se puede
lograr lo propio con truchas de hasta 3 kilos. Gran cosa si
consideramos que normalmente en estas latitudes son muy depredados
los destinos de pesca, quizá por lo mismo sólo doy el nombre de una
laguna en este artículo, la San Jorge, pequeña, imposible de pescar
de orilla, difícil con fierro o bote pero entre las totoras está la
cosa y ahí cerquita de centros turísticos, increíble.
Como último detalle debo indicar que la comodidad de un float es
única. Tiene bolsillos enormes que permiten llevar
literalmente lo que se les ocurra. En el mío, en la parte
trasera pongo una nevera pequeña donde van bebidas, cervezas y
comida. Es decir, ¿Qué más se puede pedir?. Las
desventajas pueden ser que los float son algo aparatosos para
transportar y que en el hogar a veces molestan si no tienen bodega
(como yo), lo que puede causar algún "problemilla matrimonial", pero
les aseguro que vale la pena.
A todo esto, Andrés cambió su float por un fish cat y las gualetas
por unas largas. Con los float tube también se nos resolvió el
problema de dónde iniciar temporada, en noviembre todos los ríos
vienen llenísimos de agua, las lagunas suben su nivel pero nunca
están turbias. Lo simpático de esto es que nuestros camaradas
de aventuras se entusiasmaron y adquirieron sus equipos, y
entre ellos habían algunos que no dejaban su caña #3 por nada.
Hoy ya supe que se compraron una más grande para poder usar sink tip,
hay que ver para creer.
Consultas a: La Vaguada - Flyfishing, Outdoors &
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