Pesca: Artículos, Notas, Historias y Reportajes.

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 DORADOS DEL PARANA MEDIO - ARGENTINA

 

     Escrito por:  Jorge López Basavilbaso

     Fotografías e imágenes:  jclopezbasavilbaso@gmail.com

 

    No podría decir con exactitud la totalidad de pesqueros que componen esta porción del Paraná, pero si mencionar los que más he pescado en distintas oportunidades y si bien, como todos sabemos, la pesca varía por diferentes circunstancias en determinadas ciudades y lugares de influencia, podría decir que cuanto más arriba geográficamente, por lo general, la regla sería: menores posibilidades de capturas cuantiosas y mayores tamaños. La porción más baja de los lugares pescados habitualmente suele ser más rendidora en cantidad de piques y los tamaños se reducen.

     Es notable como a veces cambian los parámetros, sobre todo luego de épocas de crecidas importantes cuando en todo su curso el Paraná entrega más cantidad y mejores portes, incluyendo el bajo Paraná y llegando hasta el Río de la Plata.

     Pero volviendo a los pesqueros de las ciudades de los que tengo mayor conocimiento puedo mencionar de norte a sur: Bella Vista, Santa Lucia, Lavalle, Goya y Esquina (dentro de la Provincia de Corrientes) y La Paz, Santa Elena y Piedras Blancas (provincia de Entre Ríos).

 

 
  

     Esquina es uno de mis puntos favoritos, no solo por sus servicios completos, una gastronomía que abarca diferentes niveles adquisitivos y paseos para todos los gustos, sino también por su buena pesca habitual y también por la ventaja que tiene para ella el hecho del inmediato acceso no solo al Paraná sino al “delta” del Río Corriente hacia el norte y al del Río Guayquiraró (límite con la Provincia de Entre Ríos) hacia el sur.

     En esta oportunidad, contando con la invitación de un reconocido Lodge, un restobar con atención impecable y también un restaurante en la costanera que, además, tiene la particularidad de ser prácticamente un museo recostado en las paredes de sus salones.

     Relevamos Esquina junto a Luciano, un ex alumno a quien enseñé parte de la pesca incorporado al equipo hace más de 10 años y contamos nuevamente con la compañía de Jorge, el que ingresó hace un año pero de quien puedo decir venimos pescando alternadamente juntos hace casi 20. Además es un colega amigo con muchos años de experiencia en la pesca con mosca y también educador en el estilo como lo fui hace ya un tiempo.

     El pronóstico meteorológico no era nada bueno pero debido a las dificultades de coordinación de tiempos disponibles del Lodge, los nuestros propios y ante la amenaza climática, se produjo que consensuadamente eligiéramos jugarnos con el viaje en situación de probabilidades de soportar lluvias en una época del año en que suele hacer frio.

     La gente del confortable Lodge nos recibió una tarde que se convertía en noche, bastante avanzado el mes de junio, tras un rápido viaje pese a los 610 Km. que separan Buenos Aires de Esquina.

     Teníamos todos los desayunos, viandas de mediodía y cenas programadas, por lo que luego de instalarnos, armamos equipos para el siguiente día con la misión de no perder tiempo, al ser cortos las jornadas en invierno, nos fuimos a cenar al Restobar (maravillosas pizzas) del amigo, José María López en el Centro.

 
 
  

     Tras el descanso nocturno vino un completo desayuno y luego nos encontramos en el río con uno de los propietarios del Lodge y guía de lujo en esta oportunidad, Ariel Charles.

     Él nos sugirió comenzar sobre el rio Paraná con morenas grandes o mamachas probando la pesca anclada o sujeta a atadura sobre algún árbol caído en el río, cosa de esperar al levante de temperatura posterior apto para usar artificiales.

     El dominio de esta técnica con carnada grande y también un poco la suerte me permitió una sucesión de 4 piques convertidos en capturas y devoluciones de dorados más bien de escaso porte, cuya lucha se veía magnificada al deber reducirlos con una fuerte corriente en contra.

     Jorge al mismo tiempo hacía intentos con mosca sin resultados y Luciano tuvo un par de piques con carnada, los que no pudo concretar en el momento.

     Nos movimos a Riachos internos, como quien dice, entrando en el delta sureño que se forma entre los ríos Paraná y Corriente.

     Afectado en un tendón del brazo dejé mi lugar mosquero para ser utilizado por los compañeros, quienes comenzaron a ver respuestas en la modalidad.

     El río estaba en creciente y en algunos sectores mostraba desbordes sobre las islas produciendo lindas correderas. Había que poner la mosca sobre la entrada de agua en 40 o menos cm. de profundidad y evitar yerros en el lance pues significaba enganche seguro. Además, por ello conseguir el pique ni bien caía la mosca.

     La práctica casi diaria de Jorge con equipos mosqueros le dio la precisión y alcance adecuado para hacer la diferencia con sus compañeros ante algunas dificultades en sectores bajos y arbolados que se presentaban ya que, además, los dorados comían mal, posiblemente por frialdad del agua. Atacaban la mosca y erraban el tarascón. Se perdían muchos piques pero algunos se concretaron.

     Tanto quien escribe como Luciano, por diferentes circunstancias no habíamos obtenido capturas con mosca, cosa que al siguiente día subsanaríamos.

 
 
   

     Una corta parada en terrenos altos de la isla nos permitió un rápido descanso mientras consumíamos la vianda provista por el Lodge, opción que fue elegida por nosotros para aprovechar el tiempo. Hay que aclarar que la costumbre litoraleña es hacer una fritanga de pescado en las “negritas” ollas o un asado, pero todo queda a criterio del pescador. También hay que considerar que en pleno verano, debido a altas temperaturas, es necesario parar a mediodía hasta 3 horas o quizás algo más, dividiendo de esta manera la pesca en dos etapas.

     Cuando la pesca está cerca del lugar de partida se puede cortar antes y regresar al de salida teniendo la opción de comer algo en la ciudad, descansar unas dos horas o algo más con el aire acondicionado del Lodge y luego volver al rio extendiendo un poco la hora de regreso.

     Al tener que evitar ese día la pesca con mosca me di el gusto de obtener dorados con señuelos en baicast y también alguno en trolling o pesca de arrastre, además de los mencionados con carnada.

     Luciano obtuvo en spinning y Jorge en fly. De esta forma esa tarde volvimos satisfechos habiendo realizado pescas en 5 estilos diferentes.

     La noche nos encontró cenando, también con una excelente cocina, en la costanera. Precisamente en el Restaurante de la familia Lavorato.

     El día, si bien amenazando con lluvia, fue bueno y el clima nos permitió evitar la lluvia.

     Durante la noche escuchamos la presencia de ésta y amaneció muy cubierto, con esporádicas lloviznas que por momentos obligaron al traje de agua pero la mayor parte del día pudimos evitarlas.

 
 

     Luego del desayuno nos embarcamos con rumbo norte ingresando a un arroyo grande que traía la llamada agua negra. Esta es lo contrario a lo que se puede suponer ya que tiene mucho menos sedimentación que la marrón del Paraná tornándose mucho más apta para pescar con artificiales.

     Sobre los desbordes del mismo y también sobre pequeñas entradas de canaletas menores, con maniobras muy aptas del guía comenzó una sucesión de piques con mosca (por mi parte hice pocos casteos y me di el gusto de obtener un doradillo), spinning, baicast y la llamada pesca al golpe, que consiste en reemplazar un señuelo lanzado en spinning o baicast por una morena o mamacha y efectuar lanzamientos contra los palos orilleros o sobre los desbordes.

     Jorge volvió a lucirse con mosca y junto a Luciano cubrimos bien las otras modalidades de pesca, llegando con la de pesca al golpe a obtener capturas en una sexta modalidad.

     Cuando terminamos la pasada, con buen criterio el guía sugirió no alterar el lugar y nos fuimos a trolling hacia otros sectores del mismo arroyo pero a distancias alejadas. Más capturas.

     Tanta actividad nos hizo olvidar del almuerzo y cuando lo notamos, una corta parada lo rectificó. Orillas donde bajar por esos lugares, debido a la creciente no había, por lo que optamos por anclar la embarcación.

     Después quedó poco tiempo y volvimos al lugar rendidor de la mañana, el mismo nos otorgó nuevos piques y una satisfacción generalizada. La noche se venía y no queríamos volver. La indicación del guía sobre el recorrido a realizar y la lluvia fina que se hizo presente, tras los últimos lances a pedido, indicó el momento de regreso.

 
 

     Un excelente asado en el Lodge, invitación especial de la casa, fue el broche de oro final en la jornada. Tarde y con mucho cansancio nos fuimos a dormir para poder arrancar temprano el viaje de vuelta, agradeciendo a Ariel y familia el excelente servicio brindado. En mi caso ya era conocido -el que fue revalidado- y por lo que recomiendo el lugar ampliamente.


SERVICIOS:

Spree Lodge de Ariel Charles y Karina Aranda
+54 9 3777 393673
+54 9 3777 597054
Ruta Nacional 12 Km. 682 Esquina, Provincia de Corrientes
info.spreelodge@gmail.com
info@spreelodge.com
www.spreelodge.com 

Don Quijote Restobar de José María López
Av. Mitre 850
+ 54 9 3777 537003

Restaurante El Aljibe, de la familia Lavorato
Avenida Costanera 628
54 3777 460788
restaurantelaljibe@hotmail.com
www.corrientes.com.ar


 

¡¡ Cordial saludo para todos y hasta una próxima nota  !!

 

 

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