Raúl Tomas Prado Vega parece estar viviendo el sueño de
muchos pescadores, vivir todo el año en un lugar como
Coyhaique, un paraíso en la Patagonia del sur de
Chile, considerado por muchos, como el principal destino
para la pesca de truchas salvajes en la Patagonia Oeste.
Pero Raúl se toma las cosas con calma y nos comenta
estar disfrutando cada día de una pesca diferente, ya
que los ríos de esta parte de la Patagonia son muy
variados, y todos presentan particulares cualidades, así como
dificultades que hacen de la pesca un acertijo
entretenido y desafiante.
En las aguas de Coyhaique se puede pescar con mosca seca
a lo largo de toda la temporada, pero existen momentos
de blackout, producto de particulares condiciones
atmosférica y de temperatura, donde las truchas no
responden como uno quisiera. Entonces, hay que
estar dispuesto a replantear tu pesca y buscar las
truchas con imitaciones de ninfas en las zonas profundas
de los ríos. Si eso no funciona, los streamers resultan
una buena opción para provocar el ataque de algunas
truchas dominantes. Todos los días de pesca
resultan una experiencia diferente, y eso es precisamente
lo que no cambiaría, por nada del mundo, de estas aguas
del extremo sur de Chile.
Otro elemento importante a considerar es que acá se
puede hacer una perfecta combinación de pesca entre
ríos, lagos, lagunas y pequeños arroyos. Algunos
de estos arroyos poseen un origen de aguas de napas, así
que en su conjunto son perfectos spring creek con
truchas marrones y arcoíris como en pocos lugares las
podrá encontrar. Coyhaique tiene muchos lugares
para visitar y pescar, pero lugares como el río
Mañihuales y el lago Elizalde son únicos e
incomparables.
Río
Mañihuales
Ubicado muy cerca de la villa de Mañihuales, poblado
fundado en 1962 y de una población estimada de unos 2000
habitantes, se caracteriza por su privilegiada
ubicación, muy cerca de importantes reservas y parques
nacionales.
El río nace en la reserva nacional Mañihuales, situada a
unos 80 kilómetros al norte de Coyhaique. El río tiene
una longitud aproximada de 62 kilómetros y desemboca sus
aguas en el río Simpson. El río en su parte alta tiene
una anchura de 10 a 15 metros, y una infinidad de pozos,
piedras que rompen la corriente y alguna largas
correderas de aguas frías y oxigenadas. En su cauce es
frecuente encontrar todo tipo de troncos de árboles que
se deben pescar con ninfas y/o streamers, puesto que
estos lugares resultan refugios de las truchas más
grandes del río. Aquí, la pesca con mosca seca es
una estrategia permanente. En el tramo medio del río, la
anchura es de unos 20 a 30 metros, la corriente se
suaviza un poco y empiezan a aparecer los grandes pozos, riffles y largas correderas. En este tramo de río
también existe un encajonamiento de la estructura donde
se estrecha y hace más rápida la corriente. En la parte
final de su recorrido, el Mañihuales se abre alcanzando
más de 50 metros de ancho, la corriente se suaviza,
convirtiéndose en una corredera continua.
La pesca en Mañihuales no sólo se limita a las aguas del
río, también existen un buen número de lagunas de tamaño
medio y pequeñas, todas pobladas con algunas de las
truchas más grandes del sector, y las que se pueden
capturar utilizando moscas secas e imitaciones de
terrestres, la que diferencia ampliamente a la pesca del
río Mañihuales, pero que sin duda, es el complemento
perfecto para quienes vistan el lugar.
En el río Mañihuales se pueden capturar truchas Arcoiris y
Marrones, además de salmones King o Chinook, y en menor
medida, salmones Coho y salmón del Atlántico, todos
ejemplares muy fuertes y combatidos.
Lago
Elizalde
Este lago marca la zona intermedia de los valles
suroeste en lo profundo de los parajes de Coyhaique.
El lago Elizalde posee unas tres mil hectáreas en total
y está cercado por altas montañas y bosques frondosos,
que los transforman en un lugar místico para los
pescadores que gustan de los buenos desafíos y las
grandes truchas trofeos. Este es un lago clásico
para la pesca de truchas Farios y Arcoíris, ya que no
existen accesos naturales para el ingreso de salmones
migratorios.
El Elizalde posee una rica diversidad de flora y fauna
nativa, con un fuerte componente escénico muy
característico de la Patagonia profunda. Con una
extensión de 25 kilómetros, el lago Elizalde posee todas
las condiciones para practicar la pesca con mosca, y muy
especialmente la pesca con mosca seca y streamers.
Pocos lugares en el mundo se parecen al lago Elizalde,
así como su pesca es única y especial, un verdadero
santuario con una pesca world class y sin precedentes.
¡¡ Buena pesca y líneas tensas y
apretadas para todos !!
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