Ubicada a 590 kilómetros de
distancia al sur de la región Metropolitana, y algo más
de 1.000 kilómetros al norte de la Patagonia,
hoy en día Curanilahue escribe un segundo capítulo
sobre su propia historia de la pesca deportiva y
recreativa en los ríos que alguna vez recibieron las
primeras ovas con truchas que fueron sembradas en las
aguas del sur de Chile, hace ya más de 100 años.
La historia oficial del arribo
de las truchas a las aguas de Chile, señala que las
primeras ovas gestionadas por el gobierno de nuestro
país, fueron recibidas desde Europa en el año 1905.
No obstante, durante el auge de la industria del carbón
en la zona de Arauco en Bio Bio, a finales de los años
1800, habría despertado el interés de varios
terratenientes, la idea de traer truchas y/o salmones,
con la intención de soltarlos en los ríos de la zona
central para practicar la pesca deportiva,
actividad que muchos disfrutaban en las aguas del
Hemisferio Norte. De esta manera, la familia
Cousiño habría gestionado la primera importación de
truchas a fines del siglo XIX, específicamente en 1880,
cuando en los alrededores de Lota, en la Región del Bío
Bío, más específicamente en el río Chivilingo, aparecen
los primeras ejemplares de la llamada "trucha común",
tal como se la conocía en Europa a la que hoy
denominamos trucha "fario" o "marrón".
Con todo esta historia a
cuestas, Curanilahue se ubica a tan sólo a 40 kilómetros
del río Chivilingo, así que los primeros pescadores que
vieron los colores de las truchas asilvestradas en las
aguas chilenas, bajo la luz del sol, precisamente
provenían de esta zona de país. Algo no menor, si
se busca aclarar el pasado histórico de lo que hoy
parece un reducto olvidado por muchos pescadores, que
buscan truchas trofeo en las regiones más australes de
Chile.
Hoy en día, la industria del
carbón se ha ido reduciendo en Curanilahue para dar paso
a la industria forestal. Con ello, varios de los
ríos de esta zona se han visto afectados por la cantidad
de agua que consumen pinos y eucaliptos. Pese a ello,
las truchas se resisten a desaparecer de estos ríos, y
colocando un mayor esfuerzo en el cuidado de los peces,
estas truchas tienen una segunda oportunidad de repoblar
las aguas que las acogieron por primera vez en esta
parte del mundo.
Para Hernán Martínez Novoa, esto ha sido todo un desafío,
ya que hace no más de dos años comenzó con un pequeño
proyecto para rescatar y cambiar los estándares de la
pesca deportiva en la zona de Curanilahue, y hoy
se puede ver los frutos de un trabajo más que
consolidado, aun cuando el mismo señala que hay mucho
que trabajar y mucho esfuerzo que poner en esta zona
para conseguir un estándar de calidad. Lo
importante es que los primeros pasos fueron dados y
ahora hay que mantener el ritmo, para seguir avanzando
con los pescadores de la zona, que no son pocos.
Hernán Martínez lleva pescando más de 20 años y comenzar
este proyecto fue un sueño que maduró durante largo
tiempo. "Esta zona tiene mucho que ofrecer" me
señala. Curanilahue se ubica en plena cordillera
de la costa, y pese a la intervención de las empresas
forestales, aún hay mucho bosque nativo compuesto por
araucarias milenarias y otros árboles, que hacen de este
paisaje un algo especial.
Hay muchas lagunas con truchas salvajes. La
mayoría de estas lagunas son el resultado de la
extracción de áridos, las que una vez que cumplieron su vida
útil productiva, fueron abandonadas y la naturaleza hizo
el resto del trabajo, rellenándolas para que luego
llegaran las truchas y se tomaran las aguas acumuladas
en estos pozones.
Hernán me señala que en la zona hay muchos pescadores, y
contar con esta alternativa de pesca es algo que se
agradece, ya que no se puede viajar todos los fines de
semana a los ríos ubicados más al sur de Chile.
Así que esta pesca resulta increíblemente atractiva para
las personas que viven en los alrededores de Curanilahue.
Curanilahue está a unos 90 kilómetros de Concepción por
la zona de la costa. La provincia cuenta con
varios ríos, entre los que destacan Carampangue, Trongol,
Pilpilco, Caramavida y las Corrientes, los que son ríos
de napas subterráneas de la cordillera Nahuelbuta.
Todas estas aguas se pueden pescar con una variedad
interesante de estilos, incluyendo la pesca con ninfas,
seca y streamers.
La explotación de áridos (ripio) formó lagunas en
sectores como Curanilahue, Trongol y Caramavida, que son
en promedio de una a tres hectáreas, esto ha ayudado al
asentamiento, desarrollo y crianza de truchas de muy
buenos tamaños para esta zona.
Las truchas acá no son de grandes tamaños, pero se pueden
pescar con equipos números #3 y #4, lo que transforma
una jornada de pesca en un día más que entretenido.
Hernán Martínez cuenta con una pequeña empresa de
excursiones de pesca llamada Nahuelbuta Pesca con Mosca.
Puede revisar su sitio web en esta dirección
nahuelbutafly.cl . Me señala que Nahuelbuta,
como empresa de excursiones, realiza principalmente pesca
con mosca, en modalidad "pesca y devolución". El
servicio incluye flotadas en Cataraft, así como pesca
con pontones y float tube.
¡¡ Buena pesca y líneas tensas y
apretadas para todos !!
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