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Escrito por: Ricardo
Ordoñez D. |
Imágenes y contactos: Ricardo
Ordoñez
rordonezdiaz@yahoo.es |
Santiago Salinas |
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El río
Cochamó es un curso de aguas que guarda grandes enigmas y desafíos para los
pescadores que lo visitan. Ubicado en el valle de Chochamó,
y a pocos kilómetros del poblado costero del mismo nombre, en la Décima Región
de los Lagos, Patagonia norte de Chile, este río luce como un espejo de aguas cristalinas en un
paisaje rodeado de verdes y milenarios bosques. La increíble
belleza del lugar y los siempre generosos ríos que cruzan esta vaguada, han
hecho que guarde gratos e inolvidables recuerdos de mis visitas al valle de Cochamó. Por esta razón, cuando recibí un mensaje de mi gran
amigo Santiago Salinas para pescar en el sector, no titubee ni un
instante para confirmarle mi asistencia a esta grata e inesperada
invitación, la cual rápidamente me hizo soñar con un pronto regreso a este río
del cual sólo tengo buenas memorias.
Santiago es
una persona que disfruta de la pesca con mosca y de las conversaciones
francas, tanto y más que yo, por esta razón no fue extraño que
su invitación la extendiera a varias otras grandes amistades con las mismas
aficiones. Desafortunadamente no siempre las cosas resultan como uno
desea, y finalmente terminamos viajando los dos, ante el impedimento para
nos acompañaran nuestros amigos y camaradas.
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Trucha del río
Petrohué |
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Con los
equipos preparados y las ansias de comenzar pronto a pescar, salimos muy
temprano de la ciudad de Puerto Montt en dirección hacia el estuario de Reloncaví, donde hicimos un breve
alto para pescar un corto tramo del río Petrohué. Antes de
que
la aurora comenzara a teñir los matices de la mañana, nosotros ya
estábamos en el río tratando de tentar con algunos streamers a las truchas del Petrohué.
La mejor estrategia para abordar este río cuando el clima muestra los
rigores del final de la temporada, como lo era en nuestro caso, consiste en presentar
los streamers a profundidad, muy cerca del lecho del
río, ejecutando recogidas rápidas a través de la correntada.
Utilizando esta presentación los resultados no tardaron
en llegar. El ataque de una fuerte y decidida trucha arcoiris a mi
patrón hizo tensar con fuerza mi línea, para dar paso a
una fuerte lucha con un pez decidido en regresar a su refugio en el río.
Pasado unos minutos la trucha terminó cediendo en sus intentos por
escapar y llegó a mis manos para ser liberada. Satisfechos con este breve y
productivo alto en nuestro camino, continuamos con nuevos y mayores
bríos rumbo a nuestro destino planeado, el río
Cochamó.
Cochamó deslumbrante y acogedor
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Cascada camino al
valle de Cochamó |
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Treinta minutos más tardamos en llegar a nuestro destino. La ruta que
une el sector de Ralún al de Cochamó cada año mejora en su infraestructura vial.
Afortunadamente estos trabajos no han transformado mayormente el entorno y
el paisaje del lugar, una muestra fehaciente de que el progreso puede
desarrollarse sin afectar los medios, hecho del cual doy gracias a Díos y a los hombres que han trabajado en esta dirección.
El valle de Cochamó es un lugar deslumbrante que guarda en sus paisajes
imágenes únicas de grandes montañas, bosque milenarios, aguas de mar y
estuario, ríos de aguas prístinas y otros de grandes caudales, un refugio
perfecto para la vida silvestre y simplemente acogedor para los
visitantes que llegan hasta allí. En este valle maravilloso
crecen bosques de Alerces que datan de miles de años, Coigues, Ulmos, Arrayanes, Mañios, Lengas, Nirres,
Canelos, Lumas, Lingues y Laureles entre otras varias especies herbecías que componen los
ecosistemas de la selva Valdiviana y el bosque costero templado
lluvioso. Entre el follaje de estos grandes bosques surgen magnas
paredes de granito y cascadas de todos los tamaños y colores, caídas de aguas
que aparecen como imágenes refrescantes a lo largo de todo el camino que
conduce hasta Cochamó y que deslumbran al contemplarlas a la distancia.
Aquí el trino de las aves silvestres es compañía habitual de las
personas que caminan por los bosques o realizan una jornada de pesca
en las riberas de estos ríos, el llamado del Chucao y los cantos
del Rayadito, el Come Sebo y el Fío Fío son perceptibles a gran distancia.
En los ríos las Garzas y el vistoso Martín Pescador son visitantes frecuentes
que no escatiman esfuerzos para buscar alimento en estas ricas aguas frías.
El bosque de este valle alberga a magníficos mamíferos terrestres entre los
que destacan el Pudú , el Puma y los zorros, estos animales son esquivos y
difíciles de observan, pero son frecuentes sus huellas por los alrededores.
En este entorno no es difícil encontrar espacio para los deportes y
actividades al aire libre, así muchas personas llegan hasta Cochamó para
realizar actividades como el trekking, escalada en roca, cabalgatas, cayoning,
campismo, turismo rural y por supuesto pesca deportiva.
Esta variedad de actividades nos exige, a los visitantes y locatarios, que seamos concientes del impacto que
provoca nuestra presencia en el sector y tratemos de mantenerlo con la menor
intervención para preservarlo como hoy se encuentra.
El río
Cochamó
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Vista de río Cochamó |
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El río Cochamó nace entre las montañas al interior del valle, sector de
abrupta geografía que el mismo río ha erosionado fuertemente con el paso del
tiempo. Esta cuenca hidrográfica está dividida entre la cuenca
superior del río Cochamó, sector que incluye al río del Este que presenta
condiciones similares a la del río Cochamó, y cuya superficie territorial,
de la cuenca superior, no
se encuentra poblado o con población estacional escasa. La
cuenca inferior del río Chochamó termina por vaciar sus aguas al mar en el
estuario de Relonví, siendo este sector el que presenta mayor población en los
márgenes del río. Tomando la precaución de solicitar los
permisos adecuando, cuando corresponde o cuando sea posible, no existe
mayores inconvenientes para que los pescadores puedan acceder al río para
hacer una jornada de pesca en este hermoso río con características de
montaña.
El río Cochamó es el principal curso de agua del sector, posee un
régimen de alimentación fluvial, siendo sus principales afluentes el río El
Arco, río la Junta, río Valverde y río del Este, todos ríos menores que aportan ricas aguas
frías muy bien oxigenadas al río principal. El río Cochamó baja por el
valle en una fuerte correntada encajonado en un sector de suelo pedregoso,
compuesto de grandes rocas lisas. La formación del suelo por
donde se desplazan las aguas del Cochamó, da espacio a la formación de
hermosos pozones y suaves correntadas ideales para la pesca con mosca.
Sus aguas frías, cristalinas y altamente transparentes guardan una abundante
vida sub-acuatica menor que entregan una rica variedad de alimento a las
truchas que residen en el río. Las
poblaciones de mayflies, caddisflies y midges son generosas y sus eclosiones son
frecuentes. Pequeños peces forrajeros como bagres, puyes y pequeñas
truchas son otra fuente importante de alimento para truchas mayores y los
cuales son blancos comunes para el ataque de estas voraces
cazadoras. Otro blanco de las truchas mayores lo constituyen las Aeglidaes, conocidas
comúnmente como pancoras de agua dulce, un crustáceo de buen tamaño que
habita entre las piedras de éste y otros ríos del sur de nuestro país.
El Cochamó es un río truchero de características únicas, que da refugio,
principalmente, a una sana y fuerte población de truchas arcoiris
altamente combativas y nada fáciles de atrapar, ya que estas aguas prístinas
que genera suaves reflejos de un fondo color verde esmeralda, delatan
con facilidad la presencia de los pescadores en los márgenes del río,
dejando en alerta permanente a los peces. Las truchas arcoiris se mimetizan
asombrosamente en estas aguas para buscar su alimentos, resguardándose
tras las rocas, troncos, por entre las sombra que producen los árboles y los matorrales que
crecen en los costados del río. Las truchas fario constituye la
segunda población de peces en importancia de este río. Las farios se
camuflan en los pozones y recodos del río a la espera del alimento que
arrastra la correntada, estas truchas son tímidas y muy selectivas,
por lo que constituyen un gran desafío tratar de atrapar a uno de estos
peces. Las truchas (arcoiris y farios) del Cochamó son ejemplares asilvestrados que han logrado
aclimatarse de manera favorable a estas aguas y de paso, estos peces, se
han convertido en un patrimonio de gran importancia para esta cuenca
hidrográfica, razón por lo cual, la pesca con devolución es la mejor
manera de preservar a estos ejemplares que por periodos se ven muy disminuidos
por la extracción sin control de dichos peces.
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Trucha Arcoiris
del río Cochamó |
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Trucha Fario del
río Cochamó |
Nuevos
habitantes en el río Cochamó
Nuevos habitan han llegado al río Cochamó. El creciente negocio de las
pisciculturas con sus criaderos de balsas jaulas en el estuario de Reloncaví,
ha generado nuevas discusiones sobre sus efectos en las aguas del estuario y
las que llegan a él.
Las difíciles condiciones del clima, la adversidad de los vientos y los
cambios en las corrientes marinas, sumado a un mal intencionado bandalismo,
generan cada cierto tiempo el escape no controlado de truchas arcoiris y
algunas especies de salmón como el Coho y el Salmo Salar. Estos escapes no pasan inadvertidos para los pescadores artesanales
que viven en el estuario, y los cuales, rápidamente se ponen en campaña para
atrapar a estos peces que merodean desorientados en busca de aliento por las
aguas salobres del estuario, medida algo controvertida pero la cual ayuda a "devolviéndole el equilibro poblacional
al estuario". No es difícil imaginar que un número no menor de estos peces, inevitablemente
han de llegar
a los ríos del valle de Cohamó y el río Cochamó no es la excepción, por lo
que en algunas ocasiones, esporádicas y muy raras, usted podrá encontrarse con algunos de estos peces en el
río. Esta situación no es común y menos una generalidad, por lo que si usted
pretende ir y encontrar truchas de un "escape" en este río, es
seguro que volverá decepcionado.
En su migración anual los Chinook llegan cada año desde el mar a los
ríos que desembocan en el estuario de Reloncaví para alcanzar sus
lugares de desove. Uno de los ríos más conocidos para estos efectos es
el río Hueño-Hueño, afluente que por su cercanía y fácil acceso sufre de una
gran presión de pesca, convirtiendo a estos gigantes que buscan condiciones ideales para sus
frezaderos en blancos muy vulnerables. En la búsqueda de estos sitios de
excepción, muchos kings se conducen a otros ríos atraídos por las aguas
frías y dulces que
desembocan en el estuario, perdiendo finalmente la dirección de los
cardúmenes que viajan en dirección a sus lugares de desove. El Cochamó es
uno de estos ríos, por esta razón no es extraño divisar grandes ejemplares
de salmones Chinook desplazándose lentos y solitarios a través de las
cristalinas aguas del río. Si logran o no reproducirse en este lugar,
es algo que aún está en la completa incertidumbre, y la única certeza es que
en estas aguas terminan su ciclo de vida.
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Trucha escapada de
balsa jaula, capturada en el río Cochamó |
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Chinook solitario en el río Cochamó |
Pescando en el río Cochamó
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Captura Trucha
Arcoiris - Ricardo Ordoñez |
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Preparados para tomar el cause del Cochamó y continuar con nuestro día de pesca,
nos acercamos lentamente al río para observar las condiciones de sus aguas y
definir la mejor estrategia para pescarlo. No fue difícil
distinguir en estas claras aguas a dos grades chinook desplazándose
lentamente por la correntada. Como nuestro objetivo no era pescar
salmones, nos limitamos a observarlos por un rato y a estudiar en parte
su interesante comportamiento. Dejamos atrás a estos gigantes
solitarios y decidimos tomar uno de los tantos riffles del río para comenzar pescando con
ninfa. En el lugar no había evidencia de eclosiones y la
temperatura del agua era muy baja, el frío se podía sentir a través de los
waders de neoprene y aún más al tocar el agua en forma directa con las manos.
Las gélidas condiciones del río por un momento nos desconcertó y nos llevó a
replantear nuestra primera impresión del río a la distancia, elegir una
mosca ahora sería muy relevante para enfrentar la pesca en estas aguas.
Santiago decidió comenzar a pescar con un patrón
de la ninfa Hare´s Ear u Oreja de Liebre, mientras que yo, aposté por hacer
una rápida prospección con una de mis ninfas favoritas para este objetivo,
la ninfa Prince. Al tercer
lanzamiento obtuve mi recompensa sacando la primera trucha de este río, una pequeña arcoiris que dio dura
batalla para recobrar su libertad. Con la confianza de la primara
captura y el resultado que
generó la ninfa Prince, decidí ir en busca de alguna pieza mas
desafiante. Para ello ubique un sector prometedor en el río, uno que
a mi juicio guardara a una trucha mayor. Unos metros agua abajo de
mi posición, entre las sombras de la rivera de en frente, me fue
posible divisar como se formaba un remolino en el agua, entre el espacio
dejado por un tronco hundido y una gran roca que se
situaba tendido
en el lecho del río. El lugar me pareció un perfecto refugio para una
trucha astuta. Avance lentamente río abajo para obtener una mejor
posición e intentar un lanzamiento hasta aquel punto. Saque de
mi carrete una cantidad que línea
que me asegurará la distancia para llegar hasta
aquel remolino, y luego de dos falsos casting deposité la mosca en el lugar
que deseaba, justo en el centro del remolino, entre el tronco y la roca. La ninfa se sumergió lentamente por un segundo y antes de lo que
yo imaginara, la mosca provocó el ataque de una poderosa trucha arcoiris. La
trucha salto varias veces fuera del agua al verse atrapada y dando varios
giros en la correntada, huyó enérgicamente río arriba.
Mi compañero Santiago, me pregunto con voz alta a la distancia con que
estaban picando los peces, mientras yo hacia esfuerzos por mantener la tensión de la
línea, entre la caña y la arcoiris. Para mantenerlo en suspenso por
otro rato le conteste " ¡con mosca! ". Las
carcajadas desbordaron ante la oportuna bruma, la cual es frecuente
entre los mosqueros.
Luego de varios minutos en los que la trucha hacia esfuerzos por escapar y
yo por retenerla, la arcoiris se rindió y llegó a mis
manos para ser liberada. La trucha era un magnifico ejemplar de una
arcoiris asilvestrada, una residente del río Cochamó, la que luego de oxigenarla
entre mis manos retornó nadando lentamente a su rincón en el río.
Santiago me felicitó por la captura y yo le compartí el "patrón secreto" de mi
pesca, al igual que algunos montajes de la ninfa Prince, que yo
guardaba en mi caja de moscas y los cuales brillaban por su ausencia en la suya.
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Captura Trucha
Arcoiris - Santiago Salinas |
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Con la ninfa adecuada para aquel momento, atadas a nuestras líneas, seguimos
pescando río abajo durante el resto de la mañana. En este tramo del
río Santiago capturó aproximadamente quince truchas antes de hacer un alto
para almorzar, un número muy similar a las que yo capturé en esta misma
primera parte de nuestro día de pesca.
Algunos de los peces que capturamos tenían la cola mordida y en algunos
casos recortada, lo que delataba su procedencia de algún escape de balsas
donde son criadas. Estos peces son mucho menos combativos que los asilvestrados y
residentes permanentes de los ríos de la zona. No obstante, su captura
en ningún caso fue mal acogida, ya que estos peces nos entregaron mucho más
emociones y adrenalina de la que esperábamos.
Luego de un reponedor almuerzo volvimos a retomar nuestra pesca. Para ello
nos trasladamos río abajo en busca de otro lugar en el cause del río Cochamó
que nos
ofreciera nuevos desafíos, y ojalá, tantos o más peces que el tramo
anterior donde habíamos pescado durante la mañana. Exploramos dos
sectores con escasos resultados, hasta que por fin encontramos una correntada
con inmejorable formación. Santiago entró primero al río y
utilizando la misma ninfa de la mañana, una Prince, al primer lanzamiento ya
había capturado una fuerte trucha arcoiris. Viendo este espectáculo, no
quise retrazarme más y aceleré la preparación de mi equipo para reanudar
pronto mi pesca. Cuando estuve listo, Santiago ya había capturado una segunda
trucha. Una insipiente eclosión de caddisflies me llevó a
utilizar el patrón de una Sparkle Pupa para enfrentar a los peces de esta parte del
río. Esta mosca es uno de mis patrones favoritos para imitar a las
emergentes de caddis. Los resultados no tardaron en llegar y luego
de un par de lanzamientos comenzaron a salir mis primeros peces de la tarde.
Las capturas se fueron sucediendo unas tras otras, tantas que al final del día
no contamos menos de veinte capturas cada uno, durante nuestra pesca en
aquella tarde.
Al terminar el día nos retiramos del lugar con una gran satisfacción por
haber disfrutado de un día notable de pesca en uno de los ríos mas hermosos
del sur de nuestro país. Una satisfacción que he gravado entre mis recuerdos mas añorados de mis memorias de pescador, y por lo cual,
agradezco infinitamente a mi amigo Santiago Salinas por su oportuna invitación,
la que me permitió gozar de este día memorable.
Estrategia para la pesca en el río Cochamó
El río Cochamó no es un río fácil de pescar, aún que tampoco es
imposible. Las truchas no son tan grandes como en otros ríos de la
undécima y duodécima región, pero son muy fuertes y combativas.
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Trucha Arcoiris
con Ninfa Prince |
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La transparencia de sus aguas, puede hacer que los pescadores regresen sin
haber atrapado pez alguno, por lo que el acercamiento al río es
fundamental para hacer una pesca productiva en este lugar. Procure que
su acercamiento sea lento y silencio, evitando producir sombras en el agua
que delaten su presencia en el río, ya que los peces seguramente lo
advertirán. Evite generar un exceso de falsos lanzamientos, ya
que el río no es muy ancho y un lanzador con alguna experiencia podrá
colocar su mosca muy lejos en este río. Procure pescar desde la orilla
evitando su entrada al agua. Si la situación lo amerita,
ingrese al río y procure hacer un vadeo lento y en silencio para no
espantar a los peces; las piedras del río son muy resbalosas,
por lo que un vadeo lento también le evitará perder pie o caer al agua.
Ubicar la mosca en el lugar adecuado es parte de una buena presentación,
casi tan importante como el mismo patrón. En este río usted se verá obligado a utilizar todos sus
conocimientos para la lectura de aguas y depositar la mosca en el lugar
preciso donde se refugian los peces, una táctica apropiada que le asegurará
el ataque de los peces, y la cual, es seguro que mantendrá su carrete
zumbando a lo largo del día.
Este río posee plenas características de un río de montaña, un freestone con
aguas muy frías a lo largo de todo el año, siendo los inicios y
finales de temporada, el periodo donde los pescadores encontraran el agua con
las temperaturas mas gélidas. Un pescador que madruga para llegar al
río encontrará sus recompensas en el Cochamó, pero con aguas muy
frías, la paciencia será el mayor aliada de un pescador ansioso, ya que deberá esperar
para que
el calor del día aumente la temperatura del agua y le devuelva la actividad
a los peces.
Un equipos liviano será suficiente para pescar el río Cochamó. Una
caña del número 4 ó 5 de 8 y 9 pies de largo, armada con una línea de flote o una sinking tip
de hundimiento II, cumplirán a cabalidad con el objetivo de llevar la mosca hasta
donde se encuentran los peces. Los leaders largos son necesarios para hacer
una buena presentación en este río. Procure utilizar un leader que se
acomode a su forma de pescar, guardando la precaución de que éste no sea
menor a once pies de longitud. Por la geografía del lugar, es
posible que en muchos sectores del río no encuentre el espacio necesario
para ejecutar un casting de dos movimiento (
forward cast - back cast
). Esto pude ser incomodo para algunos pescadores que usan este
casting como único recurso para lanzar, por lo que deberá estar preparado
para pescar ejecutando largos y prolongados Roll Cast.
Pescar con ninfas es una buena y productiva alternativa para este
río. No se esfuerce en buscar complejos montajes para el Cochamó, ya
que las ninfas de mayflies y caddisflies que allí pueblan, las podrá igualar exitosamente
utilizando conocidos y probados patrones para ello. Montajes como la Prince, Hare's Ear y
Pheasant Tail son moscas indispensables para imitar a las ninfas de
este arrollo. Si desea mejorar la presentación de estos mismos
patrones de insectos inmaduros, una pequeña cabeza de metal o Bead
Head, ya sea de bronce o cobre, atada en sus montajes le favorecerá para llevar sus
moscas a la profundidad donde se encuentran los peces. Larvas de "free
living caddis" y "Case-Caddis" cohabitan ocultas bajo las piedras de estas aguas, por lo
que patrones genéricos para imitar larvas de caddis se transforman en
aparejos que no pueden faltar en su caja de moscas para pescar en
este río. Patrones atados con dubbing de conejo color natural o teñidos en
colores verdes y cafés, le ayudaran a imitar a las caddis que son arrastradas por el
torrente y las cuales se transforman en bocados fáciles para los peces.
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Atardecer en río Cochamó |
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Las
eclosiones de mayflies y caddisflies que allí se experimentan, las podrá igualar con
patrones de emergentes del tipo Soft Hackles, tales como la March Brown, Hare's Ear emergente y
la Partridge Yellow u Partridge Green. La Deep Sparkle
Pupa es uno de los mejores montaje para imitar a una caddis emergente en nuestras
aguas y en el río Cochamó esta mosca funciona como un reloj suizo.
Si usted
gusta de la la pesca con mosca seca, tres patrones regulares son
indispensables para este río: la Adams, Elk Hair Caddis y la
impresionista Royal Wulff. Estos montajes los podrá utilizar para
pescar en una
emergencia de mayflies y caddisflies, moscas con las que podrá igualar a los
adultos alados que afloran del río. Por la naturaleza de este
río, de sus aguas, cause y debido a la humedad del bosque que lo
rodea, no es extraño que abunden los dípteros en este lugar. No
pierda tiempo tratando de imitar a una pupa de algún díptero, aguas
transparentes como las del río Cochamó son para pescarlo con imitaciones de
mosquitos adultos, y para ello la Griffith Gnat es el mejor patrón.
En el calor del verano las hormigas son alimento seguro para las truchas de
este río, por lo que una Ant fly en colores negro o café oscuro le será un
patrón de gran utilidad.
Si las imitaciones de insectos no han cubierto sus expectativas de pesca
para este río, o si es usted un dotado pescador de mosca que imitan a peces o pancoras,
le sugiero no titubear en el uso de algunos streamers, una Woolly Bugger
de marabou o una Mini Leech de lana, siempre en colores opacos, podría hacer cambiar el balance de
su día de pesca. Para ello procure que los montajes de sus streamers no sean demasiado
grandes, anzuelos entre los números 8 al 6 podrán imitar bien a los
peces forrajeros de este río.
Nota final
Cochamó guarda una belleza excepcional, un rincón en la Patagonía
norte donde es posible sentir la atracción de la naturaleza e impregnarse de
las bondades del bosque
costero templado lluvioso y de las imágenes seductoras de la selva
Valdiviana. Las aguas
cristalinas del río Cochamó, constituyen un refugio perfectos para peces
astutos, donde un pescador abierto a los desafíos, en este río
encontrará un lugar perfecto para poner a prueba todos sus conocimientos y
habilidades para atrapar a las truchas residentes que se esconden en estas
aguas frías y transparentes. Son estas y otros muchas
condiciones las que han llevado a que el valle de Cochamó, y sus magníficos
entornos, se transformen en la Meca para las personas que disfrutan del
desarrollo de los deportes aventuras y las actividades relacionadas con los
entornos libres y abiertos. Conservar este lugar es una gran
responsabilidad para todas las personas que visitan esta parte del sur de
Chile y donde los pescadores, claramente podemos colaborar, practicando la
pesca con devolución.
Otras imágenes de Cochamó:
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