Para muchos de los amantes de la pesca con mosca, la Patagonia es un sueño y
destino que pocos pueden conocer. En esta breve nota trataré, en lo posible, de
convertir su sueño un poco realidad, para que
conozcan algo más de nuestra querida y añorada Patagonia.
Nuestra comarca patagónica, en el sur de Argentina, fue sembrada con salmónidos a principios de
1903. Las especies que mejor se adaptaron a esta aguas fueron las Truchas Arco
Iris, Marrones, Fontinalis y Salmones Encerrado, las cuales fueron
enviadas desde Europa y América del Norte, gracias al visionario Perito Francisco Moreno,
una fortuna que se concretó gracias a su conocimiento y el darse cuenta que
estas especies podían adaptarse en nuestra preciadas aguas Patagónicas.
Han pasado mas de 100 años desde la
introducción de estos peces a tierras Argentinas, hoy en día no
es misterio para nadie los resultados de este ejemplar proceso de
adaptación, así como lo fue el proceso que tuvieron los pescadores
de la época, para comprender la forma adecuada de llevar este deporte
por parte de mis antecesores, por eso le doy gracias a mi abuelo por haberme
enseñado este bello deporte.
En la Provincia del Chubut, todo se respira a pesca con mosca.
Chubut destaca en este aspecto por sus aguas cristalinas y su
extraordinaria pesca. Aquí se cuenta con dos puntos estratégicos
para practicar este apasionante deporte a comienzo de temporada:
Río
Grande o Futaleufú:
Este
río tiene muchas características que trataré de resumir en breves
palabras. Lo primero es que este río cuenta con 20 Kilómetros
favorables para la pesca embarcada y el
que generalmente lo flotamos en balsas, en un período de dos días de pesca,
tomando el primer día desde Las Torres, sector muy
conocido por los pescadores de estas latitudes. Aquí
emprendemos unas de las salidas de pesca mas atractivas cruzando el
río para pescar la Isla que se encuentra justo enfrente de Las Torres.
Este cauce tiene gran cantidad de islas en el medio del río que se
han formado con el tiempo y las que son paradas casi seguras, para
realizar algunos casteos desde la orilla y también para almorzar, para luego continuar
nuestra pesca. Aquí encontraremos muy buenos
remolinos o junturas de agua, donde las truchas se juntan a esperar la
comida y donde es posible verlas lomear para capturar nuestros engaños en la
superficie. El río tiene partes que son de grava o arena fina con
correderas y pozones, todos albergan una gran cantidad de truchas, para
que tengan una idea de lo que les hablo, en un día malo de pesca, se
pueden engañar a mas de 15 ejemplares que rondan las tallas de los 500
gramos a los 2 Kilogramos de peso. En nuestras flotadas pasadas,
durante el mes de
diciembre, pudimos ver en el fondo del río los enormes Salmones del
Pacifico que remontan las aguas y sus correntadas desde Chile, para concluir con su
ciclo y
morir en el mismo lugar donde nacieron.
Después de curvas, posones, correderas, flat y veriles llegamos a
nuestro primer destino, el camping Los Cipreses, donde las camionetas
de doble tracción ó 4x4, nos esperan, para después de un largo día
de pesca, llevarnos a casa
y continuar en la mañana siguiente.
Para
terminar mi relato sobre este río, al día siguiente salimos desde
el mismo lugar, Los Cipreses, y para mí esta es la mejor parte del río para pescar,
ya que
casi no hay presión de pesca en este ambiente, pero las truchas eligen
mas esta zona al igual que nosotros.
El
río en esta parte es mas profunda y las aguas más calmas tienen mucha
vegetación, tanto en el fondo como en cualquiera de sus dos márgenes.
Es
aquí donde nuestros engaños van dirigidos con líneas de flote con
imitaciones de Caddis, Parachute y ninfas, permitiéndonos buenas
y divertidas capturas a su vez.
Este
río, creo que no se los comenté, tiene 20 Kilómetros de largo y continua en el río Futaleufú en Chile,
para desaguar sus aguas en el Lago Yelcho y de este terminar su ciclo
en el océano Pacífico.
Si
todos estos lugares fueran pocos, esta zona de Esquel, nos brinda varios
lugares para seguir mojando nuestras moscas y deleitarnos con las
truchas y bondades que ofrece la comarca patagónica de Chubut.
La
laguna Wlimanco
Un
lugar para no dejar de pescarlo, si quiere pescar truchas "dinamarquesas" de portes realmente muy buenos, tiene que conocer
la laguna Wlimanco. Para que se den una idea de lo que hablo, casi siempre la
pescamos con líneas de flote, pequeñas imitaciones de Scud , Mayfly, Caddis y Tippet del 5X.
Se los aseguro, esto no es apto para cardiacos, no
señor. La laguna esta rodeada de juncos y tiene una playa de 300
metros
con arenas blancas donde podrá divisar grandes truchas que
pueblan este lugar. En la primer corrida, su Reel grita, pero grita de verdad,
hasta llegar al Backing con unos saltos para poder filmarlos también.
Usted no podrá olvidar las caras de gusto de los que pueden engañar uno de estos ejemplares.
La
genética que tienen estas truchas no se puede creer y la pesca, le
puedo
asegurar, que sí la va a vivir aquí.
Espero poder haberles hecho un poco realidad sus sueños y que conozcan
un poco más de estos lugares, que yo los llamo el confín del mundo o
los lugares perdidos, pero francamente una fortuna poder vivir aquí,
ya que son muy bellos, y poder
mostrarles un pedacito de nuestras costumbres y algunos parajes de la
Patagonia.
Consultas a: La Vaguada - Flyfishing, Outdoors &
Outfitters -
www.lavaguada.cl
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