Pesca: Artículos, Notas, Historias y Reportajes.

  La Vaguada - Flyfishing, Outdoors & Outfitters

      Introducción: Tuve oportunidad de "tocar" varios ríos y lagos en estas zonas para los últimos días de pesca antes del cierre de temporada. Traté siempre de darle prioridad a la pesca con mosca en los diferentes ambientes y practiqué bastante ésta, pero algunos de ellos sólo ofrecían resultados con otros artificiales.

      Estas tres ciudades (San Martín, Junín y Bariloche) son muy visitadas por turistas y pescadores chilenos. Los rápidos accesos por los pasos cordilleranos facilitan cortas "escapadas" con sus vehículos o estadías en uno o más de estos destinos. Trataré de acercarles el estado de la pesca desde la óptica de alguien que, como en mi caso, fui en plan familiar de vacaciones y pude aprovechar salidas cortas (por lo general en los extremos de los días) y en dos o tres oportunidades salidas de día completo. El escaso nivel de agua sin duda dificultó, de alguna manera, la pesca de ejemplares grandes, por lo menos en general en los ríos. En la primera parte del viaje, haciendo base en las cabañas de San Martín de los Andes que figuran en el sector SERVICIOS, muy recomendables por cierto.  Pude acceder junto al dueño de las mismas y a su yerno a ríos más cercanos a Junín (sólo 40 km. de distancia entre una ciudad y otra). Esos ríos que pescamos fueron el Malleo y el Aluminé.

      En San Martín propiamente, atravesamos en su semirrígido el Lago Lacar para pescar la unión con el Nontué y algo más al sur, ya solo o acompañado de mi señora y/o Leo, yerno de Tito García , el río Quilquihue, el Hermoso, el Meliquina, los lagos Machonico y Meliquina. También hicimos aproximaciones a los lagos Hermoso y Villarino. San Martín de los Andes es una ciudad con todos los servicios, infraestructura de calidad, múltiples negocios de todo tipo y con muchas opciones para turismo y actividades muy adecuadas para la familia del pescador. En Bariloche pasa exactamente lo mismo.

      Al norte, contra lo esperado según los informes previos, el Malleo se mostró con escasas respuestas y de tamaños chicos.

      El río Aluminé que por abril suele aportar truchas marrones o fario de dimensiones considerables, en su confluencia con el Malleo aportó alguna marrón chicuela, una perca apreciable, fontinalis y arco iris chicas.

      En la transición del Lácar con el Nontué notamos movimiento de truchas y algún salto de ejemplar de buen tamaño pero no obtuvimos pique con mosca por lo que nos trasladamos a sectores del Lacar donde conseguimos una arcoiris.

      El río Quilquihue entregó marrones, arcoiris de color intenso, plateadas y fontinalis. Casi todas de tamaño chico. Normalmente no es un río profundo y debido a lo explicado en relación a la falta de agua, se hizo más difícil. Tiene la ventaja que está sólo a 12 km. de San Martín.

      Otro río cercano (unos 30 km. por asfalto) es el Hermoso, es verdaderamente hermoso y angosto y entre el Lago Machonico y el Lago Hermoso tiene truchas de dimensiones mayores. Es ideal para recorrerlo con un Kayak. El agua es muy transparente y deja ver truchas grandes. El acceso por tierra es algo complicado y la vegetación muy tupida lo que dificulta el casteo. No obstante, en un claro, tuve un pique violento pescando con una Redington # 4 de una gran trucha que pudo ganar la batalla y dejó mi corazón repiqueteando.

      En la unión con el Lago Machonico vimos movimientos de otras truchas importantes pero nos resultó imposible acercarles nuestras moscas por lo antedicho. En un abra entre los juncos, donde comienza el lago conseguimos una arcoíris, no de las grandes pero algo mejor que las acostumbradas pequeñas del Quilquihue. Al Machonico y el Río Hermoso me prometí volver mejor equipado por una o más piezas grandes.

      El lago Meliquina con barrancas altas desde la ruta es de difícil acceso por tierra en los lugares productivos por lo que es adecuado para pescarlo ahí desde embarcación y casteando contra los juncos. Al no disponer de ésta en el momento, lo hice en lugares de fácil acceso (planos y por lo tanto de escasa profundidad) por lo que fueron cortos los intentos y nula la pesca. El río homónimo que nace en su extremo es muy agradable para vadearlo desde la boca, lo hice aproximadamente por un Km. y obtuve unas cuantas piezas, todas muy chicas El uso de mini-streamers y pequeñas ninfas acá se impone en abril, igualmente que en el Quilquihue.

     El Lago y río Villarino son preciosos. Me detuve unos minutos cuando viajaba a Bariloche y encontré tres pescadores con un gomón cuando partían por la revancha buscando una trucha muy grande que les había cortado “el fusible” en su incursión anterior. Está también cerca de San Martín. Observando sus costas, sus juncos y otras particularidades tengo fe que puede brindar buenas pescas. Está en mis planes para una próxima visita.

      Ya en Bariloche, haciendo base en las cabañas que también figuran en la sección SERVICIOS pescamos el río Manso en dos sectores diferentes: en su unión con el lago Steffen y entre el Lago Mascardi y el lago Los Moscos. El lago Steffen, el lago Moreno en varias oportunidades cortas y finalmente una flotada por el majestuoso río Limay en una operación muy bien organizada, con servicios de primera categoría, coordinada y con el auspicio de Alejandro Llinares, titular de Moscas Andinas y el apoyo de los servicios de Sebastian Pometti, titular de Botes del Limay, excelentes obras de arte que tienen un confort superlativo para las flotadas en el lugar.

     La unión del Steffen con el río Manso, que en noviembre pasado me había dado mucha cantidad de piques de marrones y arco Iris mas una Fontinalis, se mostró esquiva en una mañana de frio y solo tuve un pique de una marrón de buen tamaño que terminó desprendiéndose en el momento de las fotos.

      El lago Moreno siempre me entrega Arco Iris y Fontinalis y esta vuelta no fue la excepción.

      El Manso entre Lago Mascardi y Los Moscos es precioso y tiene truchas importantes. Mi señora vio saltar una detrás de mí. Solo sentí el ruido y vi una gran aureola. Dijo “era muy grande”. Ese tramo tiene solo unos 500 metros de recorrido y está muy concurrido, lo que me hace pensar que ese motivo pone a las truchas "muy difíciles".

      Finalmente para completar este informe, un día durante 9 horas floté el Limay. Cabe señalar que este río en condiciones normales en abril suele ofrecer grandes marrones. Hay que pescarlo con líneas que profundicen rápidamente debido a sus pozos y también a su fuerte corriente. La realidad pinta que en esa jornada la pesca estuvo esquiva, solo conseguí una arco iris que no buscaba y vi sacar una marrón que no superaba dos kg. Lo que me pareció magnífico y muy recomendable es la estructura del programa. Se sube al bote bajo el puente de la ruta, a escasos metros del nacimiento del río y se lo flota algunos kilómetros para salir entre Rincón Chico y Rincón Grande.

      Al mediodía se elige el lugar donde armar el almuerzo. Mientras casteaba desde el bote o la orilla, el guía preparaba el lugar y los elementos. Todo estaba justamente bien estudiado. Dentro de los “tambuchos” queda la carga necesaria en su totalidad, excepto las cañas y el copo. Esto sumado a que la cola de ratón no tiene ningún lugar donde engancharse y que, además de poder castear desde los asientos giratorios, se lo puede hacer parado contra un borde anatómico especialmente diseñado para evitar problemas de equilibrio, hacen al confort total de la flotada.

     En nuestro caso el almuerzo estuvo integrado con una tarta de pollo deliciosamente preparada, trucha, ciervo, queso especial y jabalí en fetas o rodajas ahumados, pan casero, bebidas a elección y todo rematado con mousse de chocolate. Delicias en un marco de majestuosidad del paisaje.

      Algo más de 1.600 km. nos separaban de Buenos Aires y la mañana del 30 de abril con el cierre de temporada emprendimos el viaje de regreso con el deseo de una nueva visita.

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